Para éste año 2020, existen toda una serie de expectativas generadas (entre pesimistas y optimistas) por los acontecimientos originados en Venezuela, por un convulsionado 2019, que tenía (y sigue teniendo) como epicentro estratégico, la lucha por el poder ejecutivo nacional, que se caracterizó por una agudización de un feroz ataque a nuestra economía, sabotajes eléctricos, amenazas de intervención militar extranjera, un inhumano bloqueo y una confabulación política de una derecha internacional, con la intención de acabar con el chavismo en el poder e imponer a un ilegal autoproclamado como "presidente interino"…
Ahora, en lo que se conoce como "el llamado futuro más inmediato", tenemos dentro del cronograma electoral constitucional, realizar dentro de éste 2020, las elecciones parlamentarias para el periodo correspondiente entre el 5 de enero de 2021, hasta el 4 de enero de 2026…que sustituiría a la actual que fue electa el domingo 6 diciembre del 2015, y que tuvo como resultado, el contundente triunfo de la oposición, al obtener una mayoría parlamentaria, que muchos consideran que fue producto de una capitalización de las molestias ocasionadas en la población, (el voto protesta), por la escasez y acaparamiento de los productos y bienes de primera necesidad y las largas colas que tenían que hacer las personas…
La principal lectura que las personas se han hecho con respecto a éste poder legislativo, es la errada "visión dual" que tuvo la oposición por que no supo "administrar su triunfo", ni lograron "interpretar" que su triunfo no fue un apoyo a ellos, sino una molestia con el gobierno…en especial, con dos variables políticas clave: 1.- expresar que su única función erasacar a Maduro en seis meses y 2.- entraron en un desacato, que no han podido quitarse…
El hecho real y concreto es que estamos en presencia de la asamblea nacional más ineficaz de su historia, con altísimos escándalos entre los parlamentarios opositores sobre acusaciones mutuas de corrupción, caso emblemático: la comisión de contraloría…
Esa situación del poder legislativo de tener una imagen tan negativa y deteriorada, genera la importancia de renovar éticamente a una asamblea nacional, que trabaje con honestidad al servicio de la nación…