Nada está tan claro como el futuro a corto plazo de Venezuela, por lo pronto el TSJ del régimen, a parte de expropiar la AN al país, hará lo propio con algunos partidos íconos de la oposición para traspasárselos con desafueros a dirigentes que mágicamente ahora ven con buenos ojos a sus archienemigos, comenzará con Primero Justicia muy probablemente.
La elección del nuevo CNE también se cristalizará de la mano de la oposición timoteana, el Dip. Parra y sus similares convendrán con el castrismo venezolano para obsequiar al país otro Consejo Nacional Electoral absolutamente parcializado hacia el Psuv, no les extrañe alguna de sus principales figuras pueda ser reelecta por su "brillante" labor a la "revolución" en la última trágica década.
El régimen continuará con su invento denominado Petro, en esta segunda etapa cancelará a los comerciantes con Petros, a diferencia de diciembre donde los retribuyó con grandes cantidades de Bolívares sin respaldo, lo que duplicó en un mes el valor del dólar paralelo. La gran pregunta es ¿Qué van hacer los comerciantes con petros sí no pueden restituir mercancía con ese invento monetario? Estarán sujetos a que él régimen les cambie Petros por dólares o más Bolívares, en ese interín la escasez se reavivará, amén de la hiperinflación.
Una vez resuelto el nuevo CNE rojo rojito, lo cual no debe diluirse en el tiempo, porque en su defecto será el TSJ quien finalmente lo designe, se convocarán elecciones parlamentarias adelantadas, pues lo correcto sería a finales de año. Tal como ocurrió en las últimas 5 elecciones, el régimen impondrá candidatos, partidos, electores y resultados, porque sabe en estas condiciones de desinstitucionalización el venezolano, en su amplísima mayoría opositor, no acudirá a las urnas.
Asimismo, Guaidó continuará dando tumbos ante la ausencia de un plan real, concreto, el cual debe presentarlo no solo al país sino a sus aliados internacionales. Mientras tanto, seguirá improvisando erráticamente, como el descontextualizado plan de "rescatar Telesur", la promesa de salarios en dólares o querer sesionar normalmente como sí en el país existiese democracia perfecta, además sus sesiones siguen sin generar resultados palpables a la población.
La comunidad internacional es una espesa neblina, Estados Unidos es quien lleva la batuta del lado opositor externo, las sanciones a cuenta gotas comprometen al régimen, pero con un impacto social relativamente alto, decimos relativamente porque los recursos no son la base del caos de Venezuela sino la corrupción, despilfarro y desidia ¿De qué valdrían más recursos sí serán administrados por quienes arruinaron la nación? He ahí la relatividad.
La dirigencia opositora se encuentra sin brújula, su accionar imprime imagen de "gobierno" a quienes usurpan el poder, éstos sí hacen, reaccionan, son implacables a la hora de actuar. La oposición titubea, perdona, otorga segundas oportunidades, paga alto precio por su "ingenuidad", el retorno del Psuv al parlamento desató la caja de Pandora.
Vienen meses de "más de lo mismo empeorado", la economía es inclemente, los venezolanos veremos agravar nuestra sobrevivencia sin que al respecto brille alguna luz. En lo político continuará la hegemonía de una tiranía implacable ante una oposición que tras más de 20 años no parece comprender el enemigo no es cualquier dictadura, es castrismo puro y destilado, mucho peor que décadas atrás pues cuenta con los inagotables recursos de Venezuela, recursos que siempre quiso y no dejará ir por las buenas. La incertidumbre reina, quien prediga esto puede durar 20 años más puede tener razón, así como quien opine puede acabar hoy.