Mientras el presidente venezolano y el primer vicepresidente del Psuv, se sinceran en su posición menesterosa, de poca auto estima política, de pánico e inseguridad en la defensa de la soberanía nacional, cuando mendigan un diálogo y relaciones francas y de respeto con Estados Unidos y Trump. La Casa Blanca y el Pentágono, envían a Pompeo a ratificar el ejercicio militar del Comando Sur con Colombia este 23 y 29 de enero y de ribete se les cuela ilegalmente Guaidó. ¡Que no miran que están jugando con ustedes!
Otra cosa sería tener el apoyo del pueblo y de un ejército patriótico, que se manifestaran publica y combativamente contra las amenazas militares, claro que bajo un contexto táctico militar. Así, poder devolverle la dignidad y el orgullo, al pueblo y al ejército venezolanos. Claro que esto no es posible con el Psuv y el gobierno de Maduro.
Esta situación nos conduce a reflexionar y preguntarnos ¿Qué distancia, ha logrado establecer Maduro, entre su gobierno y la revolución socialista? Y ¿Cuánto tiempo más durarán manteniendo esta deshonrosa posición? ¿Cuántos años ha retrasado la revolución socialista, el Psuv y el madurismo? ¿Es posible dar el giro copernicano e impulsar una nueva revolución, hoy en Venezuela?
En lógica formal podemos afirmar que, si las respuestas son cuantitativamente grandes, estamos literalmente jodidos. Pero si logramos reducir los tiempos y las distancias, tenemos buenas esperanzas. Si es así, estaremos abriendo un nuevo tiempo, de renovación de cuadros, de ideas, de organizaciones y de lucha.
Sin temor a los miedos introyectados por el gobierno y por los imperialistas y sus lacayos. Recuperemos la soberanía, la dignidad y el orgullo. Venezuela seguirá siendo luz.