Auditórium

El hambre no es: ¡Vox Populi, Vox Dei!

Jueves, 30/01/2020 08:50 AM

"Vox Populi, Vox Dei", nada más democrático que esto. Es oportuno analizarla y proyectarla para explicar las razones de los levantamientos y protestas en el mundo con ocasión de regímenes totalitarios, es probable que sea lo más democrático pero es definitivamente lo menos razonable. Fin de la cita. Anónimo.

El alto costo de la vida ha causado que los venezolanos tengan que alimentarse mal, y otros morir de hambre en pleno siglo XXI.

José Stalin, ordenó en 1932 la colectivización de la agricultura en Ucrania. Bajo sus órdenes, los soldados en forma salvaje, decomisaron toda la comida recogida, y la que había sido almacenada para los meses del rudo invierno, esto produjo una criminal hambruna con millones de muertos. Este genocidio se conoció como Holodomor, que en ucraniano significa: "matar de hambre".

Fidel Castro, líder del totalitarismo cubano, convirtió el hambre en una tenebrosa política de Estado, con la tenebrosa máxima copiada al pelo del estalinismo ucraniano y decía: "que al pueblo había que mantenerlo ocupado buscando comida para mantenerlo sometido, y no pudiese pensar en otra cosa". Con la libreta de racionamiento controlan la venta de los alimentos, así racionan el escaso consumo, sometiendo a la población de ese país a una alimentación inadecuada, obligándolo a pensar con el estómago, y a obedecer todas sus arbitrariedades.

En Venezuela se está copiando al pelo, las máximas de Stalin y Fidel, siguiendo las instrucciones que emanan desde La Habana, ahora con el embajador de Cuba en el gabinete ministerial, para que se cumplan esas ordenes sin patalear, cuando se aplica una errada política económica basada en la economía importadora de puertos, junto a la destrucción del aparato productivo de la nación, como el agropecuario, y el de la industria alimentaria, para así manejar el hambre como un diabólico mecanismo para someter con el control social a los venezolanos. El alto costo de los alimentos, y de las medicinas, ha intensificado el hambre, y las enfermedades en la población, siendo común la ingesta de una sola comida al día, por eso se ve en las calles de esta destartalada Venezuela, la búsqueda desesperada de desperdicios en los basureros, y un alto índice de malnutrición, y mortalidad infantil. Parecida a la libreta de racionamiento cubana, aquí se le llama CLAP, y se utiliza el carnet de la patria, como requisito indispensable para el precario abastecimiento de comida, bajo el baladí argumento de que, en la revolución no existen hambrientos, y mucho menos mendigos.

La constituyente Gladys Requena dijo estar dispuesta a: "comer piedras" para defender a Maduro, debe tener cuidado de que no se le tranque el estomago con una indigestión.

El 29 de septiembre de 2015, quien en ese momento era el titular de la gobernación del estado Bolívar y presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Francisco Rangel Gómez, pronunció una infeliz frase que quedó grabada en la memoria de los guayaneses, y de los venezolanos: "nosotros somos capaces de comer palos o comer piedras fritas", antes de ser doblegados por la oposición. Hoy vive cómodamente en México con el $ que se ganó en la lotería Guayanesa. Ese mismo ex funcionario, fue el que cínicamente le pidió a los bolivarenses sacrificios de esa naturaleza, pues al parecer se cansó de "pasar hambre" en Venezuela, y prefirió irse a un país que es aliado de la revolución bolivariana hoy, para disfrutar de los recursos que usufructuó en la gobernación entre los años 2004 y 2017. Hoy es miembro emérito, en una lista elaborada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), de la cual forma parte desde el 5 de enero de 2018.

Venezuela, la otrora nación rica petrolera, hoy está muerta de hambre. Las riquezas naturales de Venezuela, incluyendo la fertilidad de sus tierras, contrastan con la debilidad nutricional de su pueblo. Mientras los indicadores del hambre aumentan, el gobierno no se preocupa en lo más mínimo por resolver esta situación. Pero el venezolano hoy come menos, y se alimenta mal. Además, el robo de comida va en aumento. El futuro del país se vislumbra con un músculo flaco, y macilento en su población.

La situación de los niños en edad escolar debido al ausentismo por la falta de alimentos, parece ir en aumento en un país como Venezuela que recibió billones de dólares en los últimos años, y que hoy vive cifras de escasez, y una inflación atroz que según el Fondo Monetario Internacional, se proyecta para este año 2020 en forma de genocidio.

Pero la crisis alimentaria no solo golpea fuertemente a los niños. Sino también a las personas, de la tercera edad, que actualmente compran mucho menos comida que antes, y que comen una sola vez al día.

La falta de alimentación nos explica por completo la grave situación de este "país potencia" donde sus niños, y ancianos no están ingiriendo una dieta apropiada. Donde según expertos nutricionistas dicen: que en el país está ocurriendo: "un exceso de consumo no necesariamente saludable", debido al déficit en el consumo en calorías, y micronutrientes. Conocida bajo el concepto de "hambre oculta". Y donde explican que la mayoría de los alimentos que adquieren las familias venezolanas tienen un componente de carbohidratos, harinas, y grasas tan alto que es preocupante. Estos expertos nutricionistas explican, que la forma como se está alimentando el venezolano lo expone a enfermedades crónicas como la: diabetes tipo II, hipertensión, y enfermedades cardiovasculares.

La situación de hambre en el país ya registra un impacto sociológico. Cada vez se conocen más casos de gente que roba comida. Llevar unos cuantos paquetes de harina a la vista, puede ser tan peligroso como exhibir una cadena de oro en el cuello, y los robos a establecimientos comerciales de ventas de alimentos se están repitiendo con más frecuencia.

El pueblo, tiene maneras muy peculiares de hablar como: ‘La voz del pueblo es la voz de Dios, vox populi voz dei’. Para los gobernantes o aspirantes, hay una sola forma correcta de interpretarlos, dentro de todas las opciones existentes. Muchas veces el hambre interfiere o dificulta esta tarea.

La existencia de un divorcio, entre lo que quiere, y necesita el pueblo, y lo que hace el gobierno, y la oposición, son mostrados en hechos negativos. No pueden ni siquiera calificarlos de líderes. Ellos siguen como Tarzan en la selva. Porque un líder, estadista o como se le llame, ya sabría hacia donde sopla el viento, y cómo hacer para empezar a solucionar este desastre. La dirigencia política gobierno, y la alternativa del poder, reflejan una total carencia de visiones, diluidas en una perversa dualidad de intereses.

Hoy Venezuela presenta el mayor de los peligros con la aparición de un aventurero que enfrente este caos económico, porque el diablo cambia de rostro con mucha facilidad.

No es imposible salir, y corregir este desastre con esta dirigencia, y lo digo sin fanatismo, ni que la revolución compre a 1000 mediocridades importantizadas de diputados como Luis Parra y &, y se vuelvan a vender en las elecciones parlamentarias de este año 2020, y se disfracen usando al máximo, el paroxismo placer del populismo. El mismo que regresó con bombos y platillos en Argentina, en la persona de Alberto Fernández, aquí cabe una máxima de la política: "el que no hace le hacen".

Ante la ausencia de mensajes claros y definidos por parte de la oposición, este monstruo de mil cabezas llamado socialismo del siglo XXI, o revolución, ya lleva el mes de enero del año 2020 consumido, y el hambre sigue apretando.

De continuar febrero así, lo que viene es peor, y se perderá prácticamente otro año más, trescientos sesenta y cinco días en haber iniciado Juan Guaidó una gira cantinflerica planetaria, por el rescate democrático, y económico de Venezuela.

La nomenklatura rojita sabe que la voz del pueblo, que es la voz de Dios necesita escuchar, ver y palpar un nuevo modelo económico, ya que ellos son ateos, el modelo económico final que impondrán lo están preparando Made in Cuba.

El interés por Venezuela debe unirnos a todos en una sola pieza. El castro comunismo no se detendrá por obra y gracia del espíritu santo, ya que no son unas carmelitas descalzas. O caminos todos juntos oyendo la misma voz de Dios o nos destruirán por separado con el mínimo esfuerzo de su parte. ¡Cuba lleva 62 años de miseria, y pobreza atroz!






 

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