La lógica de Sexto Empírico, médico filósofo griego de Mitilene, siglo II y principios del siglo III después de Cristo, expresaba que: "Capítulo lógico es el que incluye la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas." Sexto Empírico, se ubicaba plenamente entero en el aspecto límbico escéptico, esto es diametralmente opuesto al aspecto límbico dogmático, de las posibilidades límite paradójicas borrosas, el conocimiento dogmático y el conocimiento escéptico, tal como exceso y defecto, dicho y hecho, hecho y Derecho, en que habrá de existir forzosamente un medio, el tercio incluso aristotélico profundo, de La Gran Moral de Aristóteles, trecho estrecho arrecho, barruntado y no excretado ni sudado ni trabajado por Aristóteles, y, que sí excretó y bastante, el tercio excluso, que ha parecido y padecido como mal de la tierra, a la usanza USA, total entero y todo por el imperio yanqui en los últimos tiempos, tanto como sus acólitos satelitales innegables. El tercio incluso aristotélico profundo, también, desconocido, barruntado, mas y más, no excretado ni sudado por Sexto Empírico, aun y aún, Sexto Empírico, hablaba del equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, o sea, el equilibrio anímico feliz, del filósofo de Mitilene, de las cosas en las razones contradictorias, la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas, tanto como dicho y hecho. Y, del discernimiento y la curiosidad, de los métodos límbico meandros malandros difusos, púdose llegar a suspender del suspenso mundo aristotélico, el tercio incluso estagirita profundo, tal partícula partitiva viva, cual partícula inmortal forzosa, que rempuja los límite de la física, de los casos límite contradictorios, onda y partícula, similaricadencia tautológica repetitiva platónica, del exceso y del defecto, que colmara la imprudencia, y, en que el tercio excluso del filósofo de Estagira, encontrara al tercio incluso estagirita, criada respondona, manifestada en la voladura de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, el 11/09/2001, con el nefando discurso excluyente georgebushiano de la lógica elemental de Aristóteles: "O estás conmigo o estás con mi enemigo." Ahí, con el principio del tercio excluso de la lógica elemental aristotélica, nacen lo complementario de la lógica simple escolar, el tercio incluso estagirita y el tercio incluso aristotélico profundo, ocultos y suspensos por más de tres mil años, y, mas y más, como contenidos que contiene el continente de La Gran Moral, barruntados por Sexto Empírico, mas y más, no excretado y sudado en su lógica, en los casos límite contradictorios, la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas, en el trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho.
Mas y más, con digresión y sin digresión, en la lógica de Sexto Empírico, afirmábase que: "Capítulo lógico es el que incluye la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas." Sexto Empírico, barruntara el tercio incluso aristotélico profundo, y, que no lo excretara ni sudara ni lo trabajara, tanto como Sócrates, y, que Platón no viera el chalequeo de Aristóteles, en tanto y en cuanto al tercio incluso estagirita abismal, y la similaricadencia tautológica repetitiva platónica, la verdad profunda contrarrecíproca socrática, entre el teorema directo y el teorema indirecto. Mas y más, para el filósofo de Mitilene, al tercio incluso estagirita abisal barrúntalo y no excrétalo ni súdalo ni trabájalo, y, de haberlo hecho, otro fuera el cantar de los gallos salomónicos, dos mil años después, y, endespués, otro el destino científico y el sino estético ético espiritual. ¡Qué vaina! Aristóteles, no aflojó el magín ni abajo del agua. Mas y más, hasta el 11/09/2001, en que aflojara las faltriqueras moñeras de los fulanos tercios, con el derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas. Desde Sexto Empírico hasta George Bush, pasaran mil años más, o sea, tres mil años, del retorno de los brujos, entre el realismo ingenuo einsteiniano y el realismo mágico cervantino, el tercio incluso estagirita abismal, lo que faltóle a Albert Einstein y a la teoría holística unificada. La física no sería cuántica ondícula saltarina en que funciona y opera el principio de Heisenberg, sino la física difuminada ondícula continua complementaria espectral del principio de Heisenberg, gobernada por el tercio incluso aristotélico profundo, entre los aspectos límbico antagónicos, onda y partícula, en que tanto es lo más cómo lo menos, la posición como la velocidad, Aquiles como la tortuga, en que las paradojas, dejan de ser paradojas, entre la certeza y la incertidumbre.
La lógica sextoempiricoiana, expresaba que: "Capítulo lógico es el que incluye la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas." Sexto Empírico, con afirmado capítulo articulado, estaba mentándonos y dándonos en la madre de la borrosidad, matándonos, asina asín así, tanto en los casos límite contradictorios borrosos, la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas, como entre los aspectos límbico antagónicos, exceso y defecto, dicho y hecho, hecho y Derecho, en que ha de existir necesaria y forzosamente, un medio, un trecho estrecho arrecho. Para el filósofo de Estagira, era el tercio incluso aristotélico profundo, en tanto que para el médico filósofo griego mitilinense, Sexto Empírico, el medio para el médico, era la lógica, y, que para la teoría de la borrosidad, ha de ser, la lógica sextoempiricoiana profunda borrosa, entre la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas. De modo que la lógica sextoempiricoiana profunda borrosa es continente que contiene los contenidos de los aspectos límbico antagónicos difusos, la teoría de las pruebas y la teoría de los criterios, de la forma ser y noser, de la enciclopedia védica upanishad sánscrita, y, por la calle de en medio, tanto como, la lógica sextoempiricoiana profunda, la indeterminación védica abismal, el tercio incluso estagirita abisal, la partícula partitiva viva, cual partícula inmortal forzosa, en el trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho, asina asín así, onda y partícula.
La lógica sextoempiricoiana, expresaba que: "Capítulo lógico es el que incluye la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas." A Sexto Empírico, pasóle la misma varilla que a Alberto Einstein, cuando éste díjonos que: "En la medida en que las matemáticas se refieran a la realidad, no son ciertas; y, en la medida en que son ciertas, no se refieren a la realidad," En similaricadencia tautológica repetitiva platónica, pasóle la misma varilla que a Bertrand Russell, cuando nos expresara enfática determinación: "Al carajo Aristóteles." La misma varilla que a Werner Heisenberg, cuando nos expresara que: "No todas las proposiciones científicas eran verdaderas o falsa. La mayor parte de los enunciados, si no todos, eran indeterminados, contradictorios y borrosos." Y: "Si mides una cosa de una forma precisa exacta segura verdadera, no puedes hacer lo mismo con otra."
Ahora, no sabemos si el filósofo matemático lógico británico, Bertrand Russell, escudriñaría afondo la Gran Moral Aristotélica, y, capturara el tercio incluso aristotélico profundo, escondido por mas y más de tres mil años, y, mandara al carajo en verdad, el mandato del tercio excluso estagirita de la lógica elemental escolástica. Aristóteles, dase con las espuelas en La Gran Moral, con el tercio incluso aristotélico profundo, que no excretara que no sudara ni trabajara, tanto como el principio del tercio excluso, mal de la tierra, y, que dicho tercio incluso abisal, faltóle a Albert Einstein como elemento para la concreción de la teoría holística unificada, pese a que, Einstein, rozó la borrosidad, muéstralo en los casos límite contrariados borrosos, la realidad y la irrealidad, lo cierto y lo incierto. Aristóteles negárale el tercio incluso estagirita abismal, que no barruntara el científico de la teoría de la relatividad para la teoría holística unificada, y, que sí lo hubiera excretado sudado trabajoso, a buen seguro, la física fuera cuántica y continua, en el trecho estrecho arrecho en la difuminación continua espectral, de ondas y de partículas, del dicho y del hecho, de los criterios y de las pruebas.
Asina asín así, lo dicho por Werner Heisenberg, que planteaba la incertidumbre védica profunda tanto entre la verdad y la falsedad, como entre el ser y el noser, como entre el yin y el yang, en la modernidad ilustrada originaria védica, en el que plantéase, el tercio incluso aristotélico profundo, del que surgen iguales elementos contrarios whitmanianos, del contradictorio borroso 69 cojedeño, y que tanto es el ser como el no ser, iguales elementos contrarios, tanto es la medida de una cosa como la otra, tanto es el todo como la parte, tanto es la posición como la velocidad, tanto es Aquiles como la tortuga, lo que contradice el principio de incertidumbre de Heisenberg. Werner Heisenberg, échase espuelas a sí mismo, con su principio, al afirmar que la mayor parte de los enunciados, si no todos, eran indeterminados, en la indeterminación védica abismal, entre el ser y el noser, entre la posición y la velocidad, y, por la calle de en medio, sí, ahí, el tercio incluso aristotélico profundo, sí, ahí, en la lógica sextoempiricoiana abisal.
Más y más, a Bart Kosko, pasóle la misma varilla, tampoco vio este dato, del tercio incluso aristotélico profundo, del exceso y del defecto, de La Gran Moral Aristotélica. Kosko, limitase a que la ciencia como entendimiento, arrumba a la ética como moral; arrumba a la estética como belleza; y, arrumba a la espiritualidad como religión; a sabiendas que la filosofía hesseniana abismal, es equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, el equilibrio anímico feliz del filósofo Sexto Empírico. Kosko, no ve en el exceso y en el defecto, el tercio incluso aristotélico profundo, ni tampoco a la lógica sextoempiricoiana abisal. Sexto Empírico, contra Bart Kosko, plantéase en el equilibrio anímico feliz, entre el entendimiento y la espiritualidad, nunca el arrumbe de los aspectos filosóficos, entendimiento y ética estética espiritualidad, en que si faltare una "E", sería otra cosa, y, que no, y, mucho menos que filosofía hesseniana abismal, pues, Sexto Empírico, sí vio y barruntó el equilibrio, en el equilibrio anímico feliz, representado en la lógica, continente que contiene los contenidos de las teorías límbica trastrocadas, teoría de las pruebas y la teoría de los criterios.
Aun y aún, al tercio incluso aristotélico profundo, no barruntáranlo, sí viéronlo, sin saber sabiendo, excretáranlo, sudáranlo y trabajáranlo, los argentinos, Gustavo Cirigliano y Aníbal Villaverde, en la Dinámica de Grupos y Educación, en torbellino de ideas. No pasóles la misma varilla que a Sexto Empírico, y los demás estudiosos, arriba mentados. Cirigliano y Villaverde, vieron, sin saber sabiendo, el tercio incluso aristotélico profundo, como viéronla en la lógica sextoempiricoiana abismal, sin saber sabiendo, en trecho estrecho arrecho, en la Dinámica de Grupos, en el tormento de ideas dialécticas einsteinianas, en que preséntanse los aspectos límbico antagónicos, tanto lo consciente y lo inconsciente, como la realidad y la irrealidad, como lo cierto y lo incierto, einsteinianos, lo verdadero y lo falso, heisenbergianos, como la teoría de los criterio y la teoría de las pruebas, sextoempiricoianas, en que exprésanse el equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, asina asín así, el equilibrio anímico feliz del filósofo Sexto Empírico, para los argentinos, los mejores resultados inmejorables en la optimalidad ortogonal pitagórica, en la diagonal contrarrecíproca socrática del cuadrángulo rectángulo, de los casos límite controversiales, tanto de lo consciente y de lo inconsciente como el dicho y el hecho, como el hecho y el Derecho, en el trecho estrecho arrecho, de los criterios y de las pruebas.
Si la lógica sextoempiricoiana, expresaba que: "Capítulo lógico es el que incluye la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas." Entonces sea dicho que Sexto Empírico barruntó, que no excretó ni sudó ni trabajó, el tercio incluso aristotélico profundo, que es la lógica sextoempiricoiana abismal. Ergo vergo sea dicho que Aristóteles chalequeó a Sócrates a Platón y a Sexto Empírico, pues, el tercio incluso aristotélico profundo es la lógica sextoempiricoiana abismal entre la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas. Y, ergo vergo sea dicho que la lógica sextoempiricoiana abismal es la verdad socrática profunda contrarrecíproca ad absurdum entre el teorema directo y el teorema indirecto, tal como la teoría de los criterios y la teoría de las pruebas. Ergo vergo sea dicho que pasaron mas y más de tres mil años para el retorno de los brujos, en el equilibrio anímico feliz mitilinense, con el derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas.