Ante la situación en que el sistema de transporte público nacional terrestre se ha convertido, digamos, en un tremendo dolor de cabeza para la población en general, tenemos que en el caso del estado Carabobo, la realidad se torna verdaderamente desafiante. No solo para ese padre o madre que debe movilizarse de un sitio a otro para ganarse el sustento a fin pueda dar de comer a sus hijos sino también para el Gobierno local que mediante la oscura imagen del murciélago promueve ser un justiciero que aplica justicia hacia el indefenso. Ahora lo interesante es saber cómo se las arreglará desde su vampigobernación para que los trabajadores sigan utilizando el transporte sin ser perjudicados en sus ingresos.
Son varias las razones que existen para que las autoridades draculianas preparen una salida al despuntar el sol y repongan ciertos entuertos producto de las mordidas inflacionarias pero que, como toda acción no controlada a tiempo, ésta se vea afectada en llegar a materializarse en una gran solución. Así ha sido el pote de humo en Carabobo con sus productos draculianos: se oyen, poco se ven cuestión que muchos ni los conocen.
Hace unos años el Gobierno Nacional nos puso a soñar a toda máquina. Nos atrevimos a pensar que por estos tiempos estaríamos viajando por vías férreas montados en tren y transitando buena parte de la zona costera, cuya cordillera de alta, media y bajas laderas sería cruzada tantas veces por una larga oruga mecánica. Esta red se empalmaría con los respectivos subsistemas de metro funcionando en las principales metrópolis del país. De igual modo se movilizaría la gente humilde con rutas menores de transporte o metro cables. En el recuerdo quedaría para quienes nos mantuviéramos viviendo estos años presente las chatarras y ciertos vehículos contaminantes del ambiente como aquellos que atentan contra la convivencia por medio de sus abusos en el cobro exagerado del pasaje o maltrato hacia todo tipo de usuario de unidades del trnasporte.
Actualmente en Carabobo y en especial en la Gran Valencia las líneas autobuseras privadas se han vuelto verdaderos vampiros. Tal vez han adoptado la fisonomía con que el conde gobernador se hace un paladín pero a decir verdad los choferes depredadores no se quedan atrás solo con elevar el pasaje a precios de vuelos alocados. Se atreven a más como si la cosa fuera normal. Lo insólito es cuando una persona mayor o un estudiante abordan una unidad y resultan empujados o sacudidos de la puerta por el bloqueo que emplean los colectores al momento de subir a la unidad, algo fuera de toda sensatez, pero para ser sinceros, estas personas sin preparación dentro de las relaciones humanas son una especie apta para que vayan desapareciendo en el futuro inmediato.
Ahora bien: qué piensan los grandes condes chupasangre ante esta chupadera también de efectivo con que intentan los autubuseros reacomodarse en el negocio de ir y venir por rutas que solo ellos ven como la vía expedita para atentar contra la estabilidad del sistema actual? En Carabobo el aparato ideológico está postrado.
Por parte de la Gobernación un vampiro carita feliz se mofa al vernos que estamos en una región no revolucionaria. Se sabe muchos trabajadores están renunciando a sus puestos de trabajos estables porque es imposible con lo que se gana ahora mismo como salario base se pueda ir trabajar.
Aún se desconoce cómo será la preparación adquirida y manifiesta de un egresado de la Universidad del Transporte. Mientras tanto intentamos exorcizar, andar con una estaca y un matillo o, mejor aún, recobrar ese espíritu chavista que los vampiros de Carabobo quieren hacer se disipe en el tiempo. Por eso es que mediante este texto hacemos extensivo que las autoridades regionales y municipales afectas a la revolución se planten bien ante las oscuras intenciones de la conspiración burguesa hoy vestida de negro, rojo e inmensos colmillos y que defiende las macabras y réditas intenciones del transporte público que circula en la región. Está demás decir que el transporte público urbano en la región muerde duro mientras ante nuestros ojos se muestra un murciélago que ríe.