Presidente Maduro: ¡no lo diga…hágalo!

Viernes, 07/02/2020 07:22 AM

"La Patria necesita patriotas; ya hemos tenido suficientes traidores".

Hugo Rafael Chávez Frías (Inauguración de la Universidad Iberoamericana

del Deporte, San Carlos 3 de febrero de 2006)

En un tono casi lacónico y de súplica escuchamos la intervención del Presidente de la República Nicolás Maduro Moros el pasado 4 de febrero, con motivo de conmemorarse 28 años de la "Rebelión de la Dignidad", encabezada por el Comandante Supremo Hugo Chávez con su célebre "Por Ahora" del 4 de febrero de 1992.

La verdad verdadera es que el Primer Mandatario Nacional pareciera reflexionar en voz alta y en un arranque de sinceridad, pidió a todos los venezolanos que lo ayudáramos a superar una cantidad de problemas que se han acumulado en el proceso revolucionario y los cuales no son culpa de Donald Trump sino de los propios venezolanos.

Igualmente el hijo político de Chávez señaló que: "Estoy al frente de un gran esfuerzo nacional para rectificar todo aquello que esté mal hecho. Pido el apoyo de los líderes y en especial de quienes tenemos funciones de gobierno para resolver los problemas con voluntad, sacrifico y visión de futuro. ¡El Pueblo Nos lo Exige!".

Los llamados del Presidente Maduro fueron un poco más allá cuando dijo - palabras más, palabras menos - que la Revolución Bolivariana tenía todo el poder para gobernar.

En este sentido – destacó el primer Presidente chavista - tenemos un Gobierno completo, una Asamblea Nacional Constituyente, el partido más grande de América Latina y del mundo, el PSUV, también más de 300 alcaldías, más de 20 gobernaciones, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y al pueblo más organizado de la Patria Grande…¿qué estamos esperando para gobernar?

Resulta insólito que con todo este cuadro de poder, pareciera que la Revolución Bolivariana en sus más de 20 años estuviera atada de pies y manos y dejándose burlar en su propia cara, por un intruso instrumento del imperio norteamericano, al cual hemos ayudado a crecer en nuestros propias narices a sabiendas de que es un aborto del capitalismo mundial.

Es verdad que el Presidente Maduro no las ha tenido fácil después de tomar el testigo del Comandante Chávez, a quien eliminaron físicamente del frente de batalla, de uno de los procesos revolucionarios más exitosos del planeta y el cual tiene como misión única, cambiar las reglas de juego de un mundo subyugado y aplastado por el imperio más sanguinario y dañino de la tierra.

Ante los próximos retos de la Revolución Bolivariana, el Estado venezolano, tal como lo plantea el propio Presidente debe revisarse hacia dentro y emprender una de las tareas más difíciles para cualquier gobierno, como es la de superarse a sí mismo y deslastrarse de sus propios fantasmas.

Si bien hemos tenido buenos ejemplos a imitar, como es el caso de la Revolución Cubana de Fidel; el propio Comandante Chávez nos decía, nuestra Revolución es única y nacida de nuestras propias entrañas y viene del árbol de las tres raíces (Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora), las cuales dieron origen al proceso Constituyente y a la Revolución Bolivariana.

La preocupación del Presidente Nicolás Maduro no debe quedar a la vereda del camino. El hijo de Chávez sabe que ya hemos superado muchas pruebas las cuales van más allá de esta guerra económica que nos ahoga.

Las armas del imperialismo son muy sutiles y nos abruman. Pero el propio Comandante Chávez nos decía que el camino no sería fácil y por ello tendríamos que atravesar el desierto y cargar con la cruz de Cristo, hasta sus últimas consecuencias.

Los revolucionarios sabemos cómo a las más altas esferas del poder se han sumado camaradas comprometidos hasta la medula con la Revolución iniciada por Hugo Chávez y como el mismo nos decía, la Revolución viene de lejos, viene desde Guaicaipuro, desde el negro Andresote, desde Gual y España, desde Juana "La Avanzadora", de Bolívar, Sucre y el Negro Primero y también de Ezequiel Zamora, entre otros.

Es una historia que no ha sido fácil pero que ha encontrado en las propias entrañas a los enemigos y traidores quienes la han frenado y la han destruido por dentro, como lo hicieron con la Revolución Restauradora de Cipriano Castro, traicionada por su compadre Juan Vicente Gómez.

Ha llegado la hora de hacer - de verdad verdadera - la auténtica Revolución que todos estamos empeñados en construir. No debemos tener miedo para dar un paso al frente y acabar con los traidores, quienes están dentro del propio proceso y sólo esperan el momento para saltar la talanquera, como ya ha ocurrido en este corto trecho del proceso revolucionario.

Si bien pensamos que en la Venezuela de Chávez no puede ocurrir lo de Bolivia con Evo Morales, también debemos curarnos en salud y por eso el Presidente Maduro - quien lo sabe y conoce al mirarlos a los ojos - debe estar alerta con quienes están a su alrededor.

Así como ha sido sincero el Presidente Obrero al pedirnos ayuda, así también el pueblo revolucionario debe darle un voto de confianza para que limpie la casa por dentro. Presidente, no es ningún riesgo el sacar del Gobierno a quienes han hecho negocios y sólo se han enquistado para vivir de la Revolución ¡ya basta!

A estas alturas del juego, usted como buen manager sabe quién ha jugado bien y quién no ha hecho su trabajo para el Gobierno y para la Revolución. Al enemigo se le ha dado la oportunidad de actuar y ya sabemos para donde se arrastra y también, lo que está decidido hacer contra nuestra Patria.

Los amigos de "Juanito Alimaña", quienes se alegraron al verlo con Trump en la Casa Blanca, no están sólo del lado de la oposición. Dentro del chavismo también hay impostores, tenemos altos funcionarios disfrazados quienes tratan de pintarle a usted Señor Presidente, una falsa realidad dentro de las paredes del Palacio de Miraflores o del Teatro Teresa Carreño; así como también le ofrecen videos o transmisiones por Venezolana de Televisión (VTV), de una realidad virtual ¡No coma cuentos Señor Presidente!

Por más que parezcan muy acertados y altamente efectivos algunos asesores del Gobierno en materia comunicacional, son seres humanos quienes también se equivocan y pueden terminan percibiendo una Venezuela virtual.

Recordamos como líderes revolucionarios o (as) han sido apartados del Gobierno, cuando han exigido al Presidente que se sacuda algunos funcionarios de su entorno de Miraflores. Muchos lo han invitado a recorrer al país personalmente y para que observe directamente la realidad, no tan sólo por transmisiones preparadas para la televisión, las cuales le pintan un mundo color de rosa o una "Venezuela Bella".

Presidente Maduro, entendemos la alta dimensión del poder en lo macro y su exitosa actuación en las Relaciones Internacionales de las cuales usted terminó siendo un maestro, gracias a la confianza brindada por el Comandante Chávez.

Como revolucionarios y deseosos que nuestra Revolución Bolivariana corone sus objetivos y llegue directamente al pueblo, le hacemos un llamado para que rompa el celofán, haga un alto en el camino, de un toque de sorpresa y tenga un contacto directo con la realidad de la Venezuela adentro y salga así fortalecido.

Ha llegado la hora Presidente Nicolás Maduro, para que con un leve reposo del guerrero, usted se aparte un poco de la burocracia que lo rodea en Miraflores y haga su propia reflexión en voz alta; pero eso sí, esta vez en contacto directo con la realidad.

Estamos seguros Presidente que el pueblo lo acompañará, porque ¡ya no basta que usted lo diga sino que lo haga!

¡Amanecerá y veremos!



 

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