La polarización entre el gobierno de maduro y la oposición, sierva del imperio, se está intensificando. Ya comienzan a verse los mensajes amenazadores en las redes sociales solicitando de la gente una definición. En la televisión se radicalizan las noticias, se nota la violencia. Quizás los métodos políticos sean los mismos: conspiración y detenciones (la detención del tío de Guaidó acusado de cargar con explosivos, y el otro, quizás con explosivos) pero la presión psicológica se intensifica; los rumores a través de las redes sociales de secuestros "masivos "de niños, para ir perturbando el sistema nervioso de la población, ya bastante alterado; la incertidumbre de los bonos, los clap, el carnet de la patria y el carnet del partido, que son formas efectivas de hacer presión dentro de los más pobres… Todo este panorama previo a la decisión definitiva en este raund de cachacascán de estos dos comediantes peleando por la faja, bajo las reglas del capitalismo, nos indica que estas presiones se van a radicalizar más, que de solo mostrar chantajes y amenazas por las buenas, irán cobrando, cada vez más carne, ya a través del terror y la violencia directa.
¿Qué sociedad puede aguantar el chantaje electoral y político? ¡Estás con Guaidó o atente a las consecuencias!; ¡o estás con Maduro o estas en contra de maduro!, ¡Leales siempre, traidores, nunca! (esta es la que le gusta a Diosdado); ¡EL GOBIERNO VA A CAER, TIENES TIEMPO TODAVÍA DE ARREPENTIRTE¡ este es el estilo de la derecha rastrera. El asunto es que van a intentar hacer que la gente crea que ellos, los dos grupos en disputa, son alternativas políticas y económicas opuestas irreconciliables, las únicas que existen en la crisis, cuando la realidad dice que están en un solo lado, el lado de los oportunistas, representando cada uno al mismo capitalismo, una misma forma de ejercer el poder, más o menos eficiente pero siempre tiránico, elitista – es el caso de Cisneros, o Polar, o de Chevron, o Shell, Rosneft; un cambio de gobierno, de maduro por guaidó, no los va a sacar del negocio, o del juego –. Estas son las preliminares del fascismo, cuando se resuelva el final, vendrá el monstruo del terror a controlar la situación, sea con rostro madurista o con el rostro de los yupisitos serviles como Guaidó y las damas de PJ., VP. y sus remanentes.
Cuando uno es racional, o sencillamente autónomo con sus pensamientos, ustedes no saben lo terrible que es sostenerse en silencio, de forma clandestina, siendo sospechoso de un lado y del otro según sea la situación; que tus vecinos o compañeros de trabajo te impelen a cada rato a decir lo que piensas, para ellos luego amenazar, chantajear o congraciarse ante la tiranía mediante la delación. Vivir paranoicos, eso nos espera.
Los preliminares no cambian el resultado final, es lo mismo, no se trata de hablar mal del dictador o del gobierno, a favor del socialismo o de lo que sea que represente lo opuesto a él, y viceversa, sino de no poder hacerlo sin que te castiguen por ello, que la libertad se exprese solo de forma privada, casi íntima, esto crea una sociedad miserable, de delatores, de cobardes; todo se resuelve de forma irracional, el miedo instalado en la psicología de masas aplasta al individuo y lo desaparece; es la cacería de brujas y de comunistas, no importa que el tirano de turno gobierne en nombre del socialismo o de la democracia o de la libertad o del "orden y el trabajo" o la patria, los discursos son simples y emotivos, pero el resultado será siempre el miedo, el terror y la delación. Hacia allá vamos ahora.
Es por eso que "...aquí encontramos una verdad incómoda: el gran enemigo del gobierno y oposición, de gringos y rusos, son los Chavistas Socialistas…", dice hoy la gente del Arado y el Mar, y nos basta con citarlos. Todos aquellos que tengamos que mostrar una verdad incómoda para los dos bandos, racional no emocional, seremos víctimas del fascismo, sin no convencemos temprano a la masa de no caer en estado de terror descontrolado, de profunda disociación. La masa y la dirigencia chavista, emocionalmente afectada por esta superproducción de broadwey, debe despertar frente a la fábula de Maduro y Guaidó. Hay que comenzar a conectar realidades; por qué Chevron explota sus pozos si hay sanciones en contra del país; cuáles son las corporaciones buenas y cuáles las malas si todas son intocables; por qué Guaidó es intocable; por qué hay tantos presos obreros y militares y Guaidó está en la calle; por qué Lacava (ese vendedor de lavadoras) es amigo de Maduro…
"El gran pecado de estos tiempos es ser Chavista auténtico, es decir Socialista, consecuente con el pensamiento de Chávez, ese pensamiento traicionado por muchos y defendido por pocos, ese pensamiento por el cual lo asesinaron." Y ese pecado lo vamos a pagar todos los chavistas cuando el fascismo nos venza. Todavía hay tiempo de reaccionar, de despertar.
Hay esperanza si intensificamos la crítica sobre las contradicciones, desarmamos el discurso fatuo, las arengas de televisión, desnudamos la traición, sin miedo, SIN MIEDO. EL miedo, es el caldo donde se cultiva el fascismo, junto al egoísmo mezquino, de querer salvarnos solos de una crisis que nos afecta a todos como sociedad; y somos seres sociales, solos no somos nada. Hay que estar despiertos y atentos, las dos derechas nos quieren embaucar en la realidad de su propia película, como espectadores pasivos, para después esclavizarnos como siempre.
Desde aquí decimos ¡Retomemos el sentido de la revolución! ¡Viva Chávez! ¡Viva la Patria socialista!