Ese suponer, no lo digo, ni por mal ni por bien de los margariteños que son especiales, pero más son las veces que dicen cosas como para salir al paso y a veces se quieren comer a los demás porque les sale del gusto y, allá te va, algo parecido con Diosdado que disfruta diciendo cosas que lo más seguro dejarán ronchas en el ambiente, pero parece que eso es parte de su dignidad de su ser como político revolucionario que dice y dice y, por lo general se le aceptan de buenas a primeras como el que no dice nada, sino que alebresta a unos y molesta a otros, y las pruebas, esas vienen después que pase el ventarrón que dejará la tormenta en el mundo político, donde el que más y el que menos, dentro de la oposición tendrán siempre algo que decir en su defensa o criticar más bien como mejor le parezca, bien para defender y acosar a quien le caiga, pero más al gobierno y, los compatriotas que piensan como Diosdado avalarán su buen comportamiento de líder Psuvista y al carajo lo demás.
Llegó Guaidó a Venezuela y vino acompañado de un tío. Llegué a pensar que no vendría, pero como burla seguida contra todo el mundo querido por el mundo, en ese su segundo viaje como Colón a lo contrario de destino que lo bañaron de laureles, aclamado por Trump y el Congreso, pero llegó algo tímido con las manos vacías y, razón tienen sus partidarios de quejarse que después de darle tremendo recibimiento como si de una miss coronada se trataba, venga no el gobierno sino Diosdado que está con el gobierno, pero no es gobiernero, pero parece ser que vive informado de todo lo que hace Trump en Washington desde que se levanta que es mucho decir y, como un fogoso partidario de las causas justas e injustas sin importarle cual de ellas hace daño con su mazo le reventó un momento de gloria guaidodista, que quedará de "infame en la Historia" como un sofoco de perturbación hacia un líder autoproclamado amado infinitamente con consideración.
Bien dejó Alí Primera en su tercera estrofa de su canción Abrebecha: "Abrebecha compañero/ que ya sopla viento de agua/ y que hay que espantar el perro/ antes que se eche la miada/ Abrebrecha, compañero/ que ya sopla viento de agua/ y que hay que espantar el perro/ antes que se eche la miada". Y eso exactamente fue lo que trato Diosdado cuando en su programa que si no es así que hubiera pasado, pues nos mea el perro y, no por el olfato fue descubierto, no señor, con pilas y más vainas muy sofisticadas que abrieron la controversia entre la línea aérea portuguesa TAP y la cancillería portuguesa y, el lío está que arde porque al tío de Guaidó lo tienen resguardado en la Dgcim, lo que ha molestado al presidente Guaidó, quien dijo que hace responsable a Maduro de lo que pudiera ocurrirle a su familiar que: "24 horas desaparecido. Te hago responsable, usurpador Maduro, y a cada uno de tus esbirros en Maiquetía de lo que le pase a Juan José Márquez, un hombre honesto y valiente que conoce como nadie el valor de esta lucha y su único problema es preocuparse por su familia", manifestó el líder opositor.
Caramba, hay que ver, pero será posible qué a un hombre honesto valiente, trabajador y que lucha por su familia le esté pasando eso que según Diosdado, no declarados, "Traía unas linternas tácticas, las cuales contenían en su interior, en el compartimiento de las baterías, sustancias químicas de naturaleza explosiva, presuntamente explosivo sintético C4. Aquí está, esto no es mentira", dijo Cabello en su programa. ¿Eso es posible, en qué cabeza cabe? Todo imposible dentro de lo posible, pudiera ser ¿si?
¿Es una farsa, como dijo el abogado del supuesto implicado? ¿Bonita farsa? ¿A quién se le ocurre farsear así? Ah, mi señor.
¡A quién creerle? Allá ellos, unos arriman y otros desarriman, ¿y entonces? ¡Hombre, según! ¡Nada, yo de eso entiendo poco! ¡Pero, está usted seguro de que todo lo que se dice es cierto? ¿Qué? Pues, sí, no digo que no. Afortunadamente, mejor es hacerse el distraído. ¡Allá ellos!