Dos ofertas "impelables" de Trump. "Nos encargaremos de los venezolanos" y otra para Lenin Moreno

Sábado, 15/02/2020 06:42 AM

"Yo no me la pelo ni de vaina". Así, en mis tiempos juveniles, en esa Cumaná donde me quedé para siempre, pese allá no viva, pero donde iré a reposar eternamente, respondía uno cuando ofrecían o nos ofrecían algo que lucía demasiado interesante y ventajoso. Como aquello que llamaban el enganche, que solían ser dos entradas al cine por el precio de una o dos películas, unas tras otra, con tan sólo una entrada. O estar, pasadas las nueve de la noche, cogiendo palco en unas de las escalinatas de la iglesia de San Francisco, justo al nivel de la ventana de una casa de dos pisos del frente, donde una bella joven, todas los noches, nos ofrecía un exquisito y atrayente espectáculo, pues apenas cubierta por un deshabillé o mejor, desfilaba cada cierto tiempo, cambiándose de prenda y hacía gestos sugerentes y en medio de aquel entusiasmo, uno callaba conteniendo las ansias de gritar y aplaudir, porque tontamente, creíamos a pie juntillas, ella ignoraba que nosotros estábamos atentos en aquel palco a oscuras.

"Cómo pelarse esa oportunidad tan maravillosa, ni que uno fuese pendejo o cogío a lazo".

Esta mañana, habiéndole entrado por primera vez en casi un mes o más a Aporrea.Org, por estar la citada página bloqueada, según se dice a voz en cuello y uno lo percibe en la punta de los dedos que golpean el teclado, encontré unas afirmaciones, voy a llamarlas curiosas por apego al lenguaje coloquial de mis tiempos, de Donald Trump, donde dice dos cosas o mejor hace dos ofertas. La primero tiene que ver con Venezuela y no podía ser de otra manera, dada la preocupación que por nosotros tiene, cual tierno padre y la segunda por Ecuador, en el marco de una entrevista con ese como siniestro personaje, que anda en una silla de ruedas pero de noche, en la soledad, debe abandonarla para caminar a oscuras con los espíritus que le rodean, visitan y hasta atormentan, llamado Lenin Moreno.

Con respecto a nosotros, como con entre ternura y arrechera, dijo "Nos encargaremos de los venezolanos".

https://www.aporrea.org/internacionales/n352173.html

Se trata de una expresión que en el lenguaje coloquial, suele usar la diplomacia pero también el hampa, con significados opuestos. Depende del asunto y de quién o quiénes la pronuncien y a quién o quiénes se refieran.

Las hermanitas de la caridad, la buena gente y los responsables que asumen con seriedad y honestidad sus deberes, cuando eso dicen, significa que ayudarán o harán el bien ante la circunstancia planteada. Trump no dijo, que aunque lo haya dicho pudiera ser lo mismo, "ayudaremos a los venezolanos", porque bien sabemos que lo tanto que hace, según él y los suyos para sancionar a Maduro, sólo sirve para intentar doblegar a la gente común, llevarla al desespero para que se alce contra el gobierno y eso no sucede, tanto que el apoyo de Guaidó en la calle es cada día más escaso. Y eso lo saben y por lo mismo aumentan las presiones. De donde intentan convertir a Guaidó en un líder con un "apoyo popular" alcanzado por la fuerza, el miedo y la presión de la miseria. Pero lo peor y frustrante es que eso no han logrado pese las crueldades hasta ahora cometidas. ¿Y por qué? Pues porque esa no es la vía y por algo, ante eso no hay que taparse los ojos, el gobierno de Maduro, tiene a su favor dos cosas. Primero goza de un nada despreciable apoyo que no desaparece negándolo y la inmensa mayoría nada quiere con la fuerza, violencia, ilegalidad y menos la intromisión extranjera; la que sea.

Trump lo que ha dicho, al estilo diplomático pero también del hampa, es "nos encargaremos de los venezolanos", que pudiera haber dicho también, cambiando el verbo, de ellos "nos ocuparemos". Y es que usó justo, quizás en eso no pensó, pues no creo al personaje en disposición de ser sutil y exquisito en el lenguaje, pues más bien su inglés, en forma y contenido, es ese que también en mi querida Cumaná llamaban de "muelle", llamando así al que usaban los marineros y los estibadores, la expresión en su sentido más burdo.

El jefe de la mafia, la del asalto, chanchullo o narcotráfico, cuando habla de "encargarse de alguien", es lo mismo que "cargárselo" o darle matarile. Cuando alguien aquél pregunta acerca del destino que habría que darle a alguien que le estorba, suele responder "a ustedes les encargo de ese asunto". Es una mal disimulada orden de muerte.

Trump debe tener a esta altura de su vida un odio particular, acendrado y hasta morboso contra los venezolanos; ya no le mortifica tanto Maduro. Y parece ser así cuando usó esa frase acerca del destino nuestro. No dijo nos "encargaremos de Maduro", sino "de los venezolanos". Y él bien sabe, porque pese sus limitaciones intelectuales y su escasa sensibilidad, lo que comúnmente coinciden, tiene entendimiento al mínimo, para saber que los nacionales, hablo de la mayoría, pese sus prédicas y hasta castigos como insoportables, no se han plegado a sus dictados, como unirse a Guaidó y al contrario, la oposición cada vez luce más dividida. Lo que no quiere decir, y en esto no hay duda, que apoyen a Maduro, sino reclaman una salida apegada estrictamente a sus intereses, dictados constitucionales y no ven "con buenos ojos" que Trump insista en imponernos su voluntad.

La otra oferta, que como la primera no es más que una trampa vulgar, puesta allí en el camino como para que los pendejos metan la pata hasta el tobillo, no hasta la rodilla como gusta a la gente del gobierno nuestro, estuvo dirigida al Ecuador, pues según la nota periodística, cuyo link colocamos como constancia que no son vainas nuestras, "Durante su reunión con el presidente de Ecuador Lenin Moreno donde conversaron sobre el acuerdo comercial con el país suramericano, igualmente elogió a su homólogo ecuatoriano, Moreno, aunque opinó que el país "tiene un problema con el narco" y se ofreció a ayudarles a superarlo.

https://www.aporrea.org/internacionales/n352173.html

Según Trump, eso no lo dice uno, Ecuador "tiene un problema con el narco". No tiene otro. Aparte de eso, allá impera la felicidad y una especie de embelesamiento amoroso eterno entre el movimiento popular y Lenin Moreno. De Ecuador uno podría decir, ateniéndonos al optimismo de Trump, como en aquella canción de Paul Misraki, de 1935, conocida como "Tout va trés bien, Madame la Marquise", o como se llamó luego en español "No hay novedad señora baronesa", "sólo pasó que anoche cayó un rayo y la techumbre hizo volar", por lo demás todo va "trés bien".

El único asunto que afecta al Ecuador es lo relacionado con el "narco". Y para resolver eso nada más eficiente que el proceder y toda la parafernalia estadounidense. Tienen ya un adelanto, con Lenin Moreno, volvieron las bases militares que Rafael Correa sacó y Colombia es una muestra fehaciente, como esas instalaciones y los hombres que las ocupan y operan, son por demás buenos y relancinos en eso de vigilar que no se siembre droga y menos que la saquen hasta llevarla a las calles de las ciudades estadounidenses.

¿Entonces si Trump, nos hace esas ofertas, a venezolanos y ecuatorianos, como dudar siquiera un instante en aceptarlas? ¿Qué bolsería esa de pedir ayuda humanitaria o simplemente que nos dejen tranquilos resolver nuestras vainas? ¡Qué va, ni pendejo que uno fuera para pelarse esos boches y hasta bonches!

Ofertas que vengan de un amigo como ese, pese las envuelva en el más procaz de los lenguajes, pues el pobre rico no tiene otro y con real no se compra uno bueno, no se pelan. Seguro que Trump nos va a arreglar, quizás como cuando un padre a manera de amenaza decía a su hijo, "espera mi regreso que esa vaina la vamos arreglar, de eso yo me encargo". Y lo que venía era una paliza. Y lo de acabar con el tráfico de drogas en Ecuador, seguro que Trump lo hace, tal como lo hizo en Colombia. ¿Acaso no ven que eso allá se acabó y donde se siembra y trafica con drogas es acá en Venezuela

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