Mi palabra
Oswaldo Flores y José Sant Roz le tapan la boca al provocador
Por: Narciso Torrealba
Domingo, 16/02/2020 10:23 AM
La desilusión del presidente fantasmagórico, empieza a rodar, como lanzada por un precipicio, y en ese camino sin esperanza de encontrar en que agarrarse, también va arrastrando algunos seguidores; no sé, si, por ingenuos o por atorrados, pero dudo, que una persona con la capacidad suficiente para analizar los movimientos de Guaidó, se atreva a mandar un correo con la siguiente opinión para reír: “Desde Colombia y reiterando nuestro asombro con los sucesos de nuestra querida Venezuela, no nos explicamos cómo es posible, que el régimen dictatorial reciba al Presidente Encargado Juan Guaidó con un linchamiento en el aeropuerto y el arresto de un familiar al que le están inventando crímenes inexistentes. La izquierda latinoamericana, eso sí, muda.... Mientras tanto entendemos que el salario mínimo se mantiene en 3 dólares. ¡Definitivamente los pueblos se merecen su suerte! Cordial saludo Daniel Hernández.
Ese correo se lo hice llegar a un amigo, a quien conocí a través del hilo telefónico. Un docente jubilado con varios años trajinados en la vida sin dejar a un lado la veracidad de los hechos; para seguir creyendo, que esa virtud sirve para echar raíces con la capacidad suficiente para pensar; tiene 78 años, y me remitió su análisis sobre el incidente en el aeropuerto del “presidente” Guaidó–para que no se pongan bravos sus pocos seguidores– copio textualmente el mensaje: “Estimado amigo, Narciso, ya leí, detenidamente, el correo que me enviaste sobre las impertinencias de un tal Daniel Hernández que - desde de Colombia y con aires de ser venezolano - muestra una ignorancia supina con la llegada del apátrida Guaido al Aeropuerto de Maiquetía. Ni hubo tal linchamiento (sólo una justa protesta de los trabajadores de nuestra línea bandera Conviasa) ni una arbitraria detención del tío de Guaidó (fue legal la detención, por presentarse en la oficina de Migración usando un chaleco antibalas; indumentaria totalmente prohibida por las normas internacionales de la Aeronáutica; amen, de poseer material y sustancias de corte peligrosas. Esta es la verdadera verdad. Así es que, amigo Narciso, a ese señor hay que decirle: a otro perro con ese hueso. Atentamente: Oswaldo Flores.
Estos puntos de vista totalmente contrarios, sirven para aportar un granito de arena para buscar la verdad en la cara de todo el mundo–aunque Guaidó enseña otra– porque ayuda a desenmascarar todas las intenciones del imperialismo. Está muy claro la orden recibida en su reciente viaje por “mí presidente Guaidó” (expresión muy utilizada por una amiga en medio de la vanidad que la caracteriza) la provocación al llegar, en vista que el gobierno nacional no muerde el anzuelo. Con razón el profesor José Sant Roz en un excelente artículo * mata la provocación montada por el desenfrenado monigote del imperialismo.
De ahora en adelante todas las intervenciones del autoproclamado van a pasar a formar parte de las comiquitas, porque no haya que inventar. Desde supuestos atropellas en su casa familiar, pasando por sus acostumbradas poses en Colombia con Iván Duque, y el grupo los “rastrojos” para finalmente presentarse en el aeropuerto de Maiquetía, listo para que lo pusieran preso, y se encontró con un rechazo de los trabajadores de la empresa de aviación, llamándolo por su verdadero nombre: TRAIDOR A LA PATRIA. Y ahora puro bla bla bla bla, para esperar la reacción de su amo, porque el legítimo Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no está enfrentando a un pelele como él; si no al dueño del circo el desquiciado: Donald Trump, a quien poco le importa lo que pasa en nuestro país, con tal de aprovecharse de las riquezas, y para eso tiene a su títere Juancito, con más mañas que virtudes. Como lo viene demostrando desde el mismo momento de asumir la presidencia de la asamblea nacional.
“La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda” Thomas Fuller
*https://www.aporrea.org/tiburon/a287004.html
https://www.ensartaos.com.ve/si-guaido-esta-muerto-resucitarlo-poniendolo-preso-la-ping/