Realmente no recuerdo el nombre de una película mexicana cuyo protagonista era Tintan. El cuento es que cae preso y la comida no le faltaba; sin embargo, lo dejan en libertad, pero quedó tan encantado con el buen trato que le dieron en prisión, que sabiendo que en la calle no conseguiría comida como en la cárcel, comenzó a cometer algunos delitos menores para ver si lo apresaban nuevamente, pero nadie le hacía caso. La justicia le pasaba por un lado y no lo apresaban. Inclusive se ponía frente a la justicia a cometer algún delito, pero tampoco le hacían caso. Total que no pudo ir a darse la gran vida en la cárcel, que para él, solo era comer los tres golpes.
Así ha estado Guaidó, que a lo mejor en algún momento de reflexión ha hecho un balance de su situación política en el país: "No es posible que nadie me ponga los ganchos. Han tenido muchas oportunidades para detenerme, pero no me detienen ¿Qué pasa? Les paso por el frente, me voy del país con prohibición de salir y paso todas las alcabalas y no me detienen; me monto en los aviones, entrego cedulas falsas y regreso al país y no me detienen; me voy por los rastrojos de la frontera y no me detienen; quemo lo que se me antoje, robo las empresas del Estado frente a ellos y no me detienen; pido sanciones contra mi país y tampoco me detienen; ahora lo último que hice fue decir que el presidente Maduro no tiene esféricas para detenerme y tampoco me para bolas, Dios mío, ¿Qué hago? ¿Será que lo que le falta de esféricas le sobra de inteligencia? ¿Será que leyó el artículo del señor Eligio Damas en Aporrea, el de los cojones y la cabeza? ( Mario Silva a Rodrigo Cabezas: "Para estar con esta revolución hace falta cojones")
Por lo que se ve, Guaidó como Tintan ha hecho de todo para merecer la cárcel, sin embargo, como no lo han detenido está desesperado y eso devela el último plan en contra del gobierno venezolano que debe consistir en provocar su detención para alborotar el avispero y permitir la excusa que necesita Trump para echarnos otra vaina. Es decir, Guaidó trata de poner a prueba el apoyo que recibe de los estados unidos y el supone que eso permite jugar con la duda respecto a "que pasaría si…"
En otras palabras, el conflicto interno de Maduro, según Guaidó, es que no sabe qué pasaría si lo detienen y eso puede provocar la reacción de Trump, de allí que se hagan los locos y le permitan todas las fechorías que se le ocurra.
Se puede concluir que Guaidó se muere por que lo apresen; mientras el presidente le dice: "El momento no ha llegado, pero llegará"
Me saca la piedra esa actitud. ¿Qué más tengo que hacer?, Por favor captúrenme, dice finalmente Guaidó.