Auditórium

Tarek, sobre lo moral, y políticamente correcto

Martes, 18/02/2020 08:23 AM

"El ataque irracionalmente sistemático, la permanente descalificación de las personas y de cualquier tipo de solución con que se trata de enfocar los problemas del país, no son un arma legítima porque, precisamente, pueden desorientar a la opinión pública en que se apoya el propio sistema democrático de convivencia". Adolfo Suárez político español 1932 – 2014.

Hace pocos días ciertos "comentaristas-políticos" criticaban y censuraban como inmoral un artículo www.aporrea.org/actualidad/a286945.html de mi autoría publicado a favor del mejor gobernador que ha tenido el estado venezolano de Anzoátegui, el ex diputado, constituyente 1999,defensor del pueblo, y hoy Fiscal General de la Republica, mi paisano el poeta Tarek William Saab. Por tal razón, unos comentaristas pusilánimes, en unas cantiflericas tertulias de radio, y por insultos enviados a mi correo electrónico, tildaban de "mierda" como contra-referencia de la moral, el referido artículo arriba citado. Y precisamente por este motivo, fue que saltó a la palestra política mundial, Maquiavelo, y su obra "El Príncipe", la fiel expresión sobre el príncipe César Borgia como gobernante, ya que los textos que hablan de su vida, donde se le describe sin cortapisas, que no fue precisamente un excelso dechado de virtudes.

Las descalificaciones ad hominem (Se ataca a la persona que presenta el argumento, y no al argumento) de los actos, y conceptos de gobierno hacia ciertos líderes políticos, que se vienen realizando en Venezuela, mediante macabras frases semánticas, son tan habituales que ya a nadie sorprenden en esta revuelta nación. Así sucede con los que diariamente hablan de censura, por ejemplo la: "descalificación pueril del articulo incomento" ya que como columnista de varios portales, y periódicos en Venezuela, y el exterior, cumplo siempre con las normas sobre la moral, y las buenas costumbres, no se puede convertir en motivo para descalificar la opinión de un determinado articulista, por los que creen que con sus insultos: "ofenden a lo más profundo de mi conciencia, como se equivocan", cuando es el adversario el que incita al caos, y el despelote económico en el país.

Siempre me he ceñido, y mucho más, cuando analizó con profundidad los asuntos puntuales sobre lo que escribo, es evidente que existe en este polarizado país, una tendencia de sustituir la moral, y la ética en carroña, por ciertos personajes de ambos bandos de los dos polos en disputa, del componente esencial de toda la norma constitucional, por lo: "políticamente inconstitucional". Ya que el derecho, según el artículo 2 de la CRBV, es lo más fundamental al Estado; la ética es lo más sagrado del derecho, solo los rábulas la patean: "Para que el ejercicio de gobierno, o la constitución, o una decisión judicial sean jurídicas, no basta que salgan con total formalidad como si lo fueran, es muy indispensable que se respeten las exigencias mínimas del criterio ético-jurídico, según los más avezados tratadistas conocedores del derecho político.

Queda muy claro sin alusiones personales, a pesar de las descalificaciones e insultos hacia mi persona, que el prescindir de la moral, y acudir a lo "políticamente incorrecto de la política de albañal" mucha de las veces se acerca a los criterios que Maquiavelo defiende en uno de los capítulos sobre la obra antes citada, donde la: "razón o poder del Estado" se defiende por encima de todas las cosas habidas, y por haber en esta nación convulsionada.

Donde todos los métodos utilizados son buenos para retener el poder: "donde unas veces se reprime con las leyes, y otras con la fuerza bruta".

El príncipe explican en esa obra debe ser como el Centauro, medio hombre, y media bestia, ha de aplicar ambas naturalidades. Hombre para aplicar las leyes, y bestia para accionar con la fuerza, cuando considere necesario que la "razón de Estado" lo exige como ejercicio de poder. Es ahí en ese preciso momento cuando el príncipe no está obligado a cumplir con su juramento.

Un príncipe siempre encuentra excusas para pedir disculpas por el incumplimiento de fe al juramento. Todos los políticos que critican, y descalifican a este autor, por haber analizado la figura política de Tarek, a quien acusan por asociación de ideas, me hacen acudir a memorias históricas contemporáneas para recordarles sus ya olvidadas e incumplidas promesas: "Las ofertas electorales son diseñadas para no cumplirlas".

No hace falta ser muy astuto para comprender que: "las descalificaciones hacia mi persona" las pueden justificar, por ejemplo, desde el robo a las más grandes ayudas (USAID) humanitarias , como ha ocurrido presuntamente con tanta frecuencia en el recientemente forcejeo de poder en la Asamblea Nacional entre los gordos, y el flaco, no sólo en este país culturalmente, y científicamente considerado atrasado por las constantes diatribas políticas incesantes, sino también por las pobres actuaciones de quienes se estimaban como líderes en ambos bandos.

En estos tiempos, del ámbito moral-electorero. Sería enormemente interesante que: sociólogos, psicólogos sociales, politólogos, periodistas, etólogos y demás estudiosos del comportamiento humano, y político, analizaran con profundidad semejantes barbaries, porque prestarían un gran servicio a Venezuela si se descubrieran las causas de esta eterna polarización. Y quizá caminaríamos por el camino de la paz, y la con concordia.

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