"Nunca… mates a un hombre que está cometiendo suicidio". Thomas Woodrow Wilson.
Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error. Esta máxima de Napoleón Bonaparte es la táctica que parecen estar aplicando Maduro y Guaidó, a ciencia cierta no se sabe, cuál de los dos "presidentes" el real, y el virtual, en disputa es el que está cometiendo, el "error" en esta tragedia socioeconómica venezolana: no mueven un músculo, ninguno de los dos, mientras los venezolanos enseñan sus estómagos, para recibir los mandarriazos de la hiperinflación, y el hambre; junto al mundo político de disidentes, izquierdistas, ultrosos de izquierda, y de la derecha, soldados militares que parecen unos silbidos de culebra, por lo flaco que están, todos tranquilos mientras, todos los venezolanos corren como almas que lleva el diablo perseguidos por el alto costo de la vida, en el camino, los dos polos en disputa, van metiendo los pies hasta los tuétanos en el pantano de la muerte.
Toda la coñiza recibida por sus colaboradores más cercanos, incluyendo un tío suyo, lo mucho que ha llovido sobre las espaldas de Guaidó, parece haber convertido al actual "interino" en todo un estratega del arte de la guerra, especializado precisamente en montar shows como su reciente arribo del exterior en el aeropuerto de Maiquetía. Lidiar con todo un aparataje militar-paramilitar, policial, colectivos, claques violentas, obstáculos puestos en contra suya, donde esto parecía más bien un viacrucis de espinas, que un camino perfumado de rosas, cuando salió de ahí ileso sin que le pusieran los "ganchos". Pero, como el mismo presidente Maduro refleja en sus "mensajes", las dificultades en el PSUV, y en el gobierno, parece que lo hizo darse cuenta que su capacidad para hacer preso a Guaidó era muy débil. Ya que se podía haber enfrentado con situaciones muy traumáticas, y pensaba muy bien cómo reaccionaría en esas condiciones de acoso, presión, agitación y, finalmente, de una forzada intervención de los Navy SEAL de USA, que liquidaron a Osama Bin Laden en su bunker de Pakistán, en un hipotético rescate de Guaidó en el aeropuerto de Maiquetía.
En los 'manuales de las estrategias militares' de Maduro y Guaidó, no dudan ante el sufrido habitante de este país, el paganini de este peo, en presentarse los dos "presidentes" como una especie de superhombres.
De hecho, la narración de la peripecia de la gira interplanetaria de Guaidó, una maroma política, que describe muchos los rasgos del catedrático Joseph Campbell, cuando analizó en su obra ya clásica: 'El héroe de las mil caras'. Donde establecía las pautas que siguen todas las historias de los héroes, desde Ulises, hasta Maduro, y Guaidó. Porque, desde que la historia, y la información existen, así como la literatura, y el periodismo para narrarla, el viaje de cualquier héroe debe llevar una separación (de la AN-Guaidó), una iniciativa, y un regreso, y es precisamente la superación de estas pruebas el ingrediente esencial para determinar el carácter del líder, ¿Lo cumple Guaidó?
Analizando los posibles resultados de las próximas elecciones parlamentarias del segundo semestre de este año 2020, no podemos evitar preguntarnos dónde estará la clave del éxito de los dos polos en pugna, qué es lo que ha hecho tan bien Guaidó, para que las encuestas le sonrían de la manera (manipuladas o no) que lo hacen. Si son las estrategias de los asesores, y expertos en campañas electorales, los de Maduro también manejan electoralmente su estrategia sobre esta crisis. ¿Por qué se eleva de esta manera Guaidó con su regreso triunfal, sin ser detenido, si su breve paso por el hemiciclo de la Asamblea Nacional este año 2020, está dejando malos recuerdos de descalabros, y traiciones, por el otro presidente de la AN, Luis Parra, con mas desaciertos que aciertos, a favor de Maduro?, sin ir muy lejos, la nefasta negativa de televisar las curules para que el pueblo venezolano verifique la real (quórum reglamentario) presencia de los diputados en un candente debate televisivo.
Sobre las causas de la hiperinflación, del gobierno lo que sacan a relucir son los refritos, y falacias, de las caducas, y chismosas teorías conspiratorias cubanas, hablando siempre la misma bazofia de la manipulación yanqui.
Pero siempre el argumento se les cae por indemostrable, y, ya todos los sondeos, vaticinan una victoria de los opositores en alianza con el chavismo descontento, que solo puede verse enturbiada, si se da un escenario donde la GNB, PNB, y los colectivos, se atrevan a dispararle a la multitud, sería el hundimiento catastrófico del PSUV, y su alianza con el Gran Polo Patriótico, y las milicias politizadas, esa fuerza extrema con la que se resisten a participar pacíficamente, y solo se hace, cuando se aplica el uso de la violencia extrema.
Resulta difícil realizar un listado de los aciertos de Maduro, parece que la clave está en ver por qué se hunden, hasta el punto, que mantenerse bajo el agua, y sacar esporádicamente la cabeza para respirar puede, suponer para el PSUV, obtener la victoria parlamentaria este 2020. De ahí que el presidente Maduro, opte por elegir una campaña de bajísima intensidad, que además, incentive la abstención en las filas opositoras.
¿Cuáles son las claves de un posible descalabro de los opositores a Maduro? En este análisis no conviene separar a la derecha de la izquierda en este pugilato electoral parlamentario del 2020.
El gobierno con la hiperinflación, la corrupción, la destrucción de PDVSA, y la pérdida de calidad de vida del pueblo venezolano, se hunde por méritos propios, y no necesita a ningún (imperialismo yanqui) externo que tire de la formación hacia abajo. Ellos solos bastan para hundirse, y es posible que en los próximos comicios toquen fondo. En el caso de los partidos situados a la derecha, María Corina, Leopoldo, Claudio, Felipe, Henry, el pastor que convirtió la sopa en guiso, ha sido el salto a la piscina sin agua, lo que ha venido a trastocar todas esas posiciones, por ponerse en el codiciado $.
La irrupción de Claudio Fermín ha sido como el giro loco que nadie esperaba en este guion impredecible. Porque una cosa era presentir que no existía la oposición, por sus últimos actos minoritarios, y sus slogans trasnochados (cese de la usurpación, elecciones libres, y gobierno de transición), y otra muy distinta ver que pueden organizarse como fuerza política en un 2X3, poner el negro sobre el blanco con un ideario, convenciendo con propuestas creíbles a la mayor parte del electorado, de que vamos a salir de la crisis, y echar el país hacia adelante, para que regresen los que han huido de su patria querida
Ni el PSUV, ni estos neófitos militares atorrantes, han sabido permanecer firmes ante la onda expansiva que ha provocado la dolarización de facto de la economía, mientras el pueblo trabajador percibe ingresos en bolívares devaluados. Quizá no tengan donde agarrarse, sobre todo cuando Guaidó, los reta sin complejos, y con contundentes propuestas que antes esbozaba con timidez.
Que la revolución se haya visto acosada por el regreso de Guaidó sin ser detenido, y empujando hacia adelante, tiene sentido, pero que Maduro haya movido tanto su posición hacia la derecha con la neoliberazacion de la economía, con los oprobiosos bodegones, como el de la "Bodeguilla De Lecherías" esto vaticina que le pueden pasar factura, en el próximo evento electoral parlamentario, salvo la sorpresa de los muchos ninis. ¿Era este viraje de la revolución (dolarización de facto e importación de chucherías) hacia la derecha necesario? ¿No le iba mucho mejor a Hugo Chávez cuando los votantes le situaban en el centro, con capacidad para ser una especie de bisagra ideológica? Parece que uno de los errores estratégicos de la revolución bolivariana de cara a los próximos resultados parlamentarios 2020, puede haber sido el de descartar, de forma innecesaria, y gratuita, cualquier alianza con los disidentes presos, y en el exilio.
Con la ultra izquierda descompuesta (colectivos y Faes), y el centro solitario, Maduro se encontrará con un espectro político amplío, muy complejo, y despejado que le impedirá, continuar su viaje hacia la cubanización de Venezuela, como se viene haciendo desde la muerte de Hugo Chávez, y su proyecto político, y la posterior ascensión de incompetentes militares a las direcciones de las empresas del estado. Los demás líderes revolucionarios hoy olvidados, y desplazados, cuyo reino sí era en esta revolución, ven como se hunde sin remedio en las encuestas el gobierno bolivariano.