Ejercer el poder corrompe; someterse al poder degrada. Fin de la cita. Mikhail Bakunin.
Está suficientemente comprobado con los 60 años de miseria en Cuba, el derrumbe de la URSS en el siglo XX, y los 20años que lleva en Venezuela, que el totalitarismo comunista, es la peor perversión que le pueda caer a una nación, es el culto a la envidia, y al resentimiento. Entre las personas como especie, siempre existirán algunos que por naturaleza están más, y mejor preparados que otros, para enfrentar ciertos aspectos de la vida. Algunos serán muy inteligentes, y tendrán al culminar sus estudios, la mejor, y mayor oportunidad de llegar a obtener el anhelado ascenso social, y así salir de la pobreza. Sin embargo, quizá entre los que no estudiaron, o abandonaron los estudios en la llamada IV Republica, también lograron ascenso social a través del trabajo creador, todos los venezolanos tuvimos la oportunidad de estudiar porque la educación era gratuita.
Donde los estudiantes más brillantes que egresaban de las universidades eran cooptados por las mejores empresas, y corporaciones del mundo de la ciencia, y la tecnología. Quizá entre los llamados malos estudiantes, que no les gustaba estudiar, también coronaron, y hoy son exitosos empresarios, y otros brillantes, y excelentes en oficios como: carpinteros, zapateros, pintores, cocineros, cantantes, electricistas, mecánicos etc. La democracia, y la economía abierta les brindaban, a todos los venezolanos también todas las oportunidades. Eso si sería injusto, que una sola persona no echara pa’lante, porque era malo en matemáticas, física, biología, ingles, que el estudiante que mejor sabia, y comprendía las ciencias, y las tecnologías, aquí todos tenían igualdad de oportunidades para crear riquezas: así fuera el profesional más inteligente, el mejor músico, zapatero, cocinero, mecánico, electricista, maestro de obras etc. Esa diversidad en la oportunidad, es la que afirmo, es la esencia de la vida en democracia: nunca seremos iguales, y en consecuencia los proyectos de crear una sociedad igualitaria comunista con bonos, y bolsas de comida gratis, en los países donde se aplicó se empobrecieron, y todos fracasaron.
En la Venezuela de esta año 2020, la electricidad, y el agua son un desastre, el gas domestico es una tragedia conseguirlo, la gasolina escasea, los hospitales están en ruinas, la infraestructura publica destruida, pdvsa en la bancarrota, y aquí nadie protesta, por considerarlo injusto, que hayan sólo unos pocas ricos que compren en los bodegones, modelo importado de la Cuba que vive de las remesas gringas, en las colas para echar gasolina, y comprar una bombona de gas, nadie se queja, de que esto exista en un rico país petrolero, minero, con recursos hídricos, y buenas tierras, y que éramos muy ricos, y millonarios como país. Todos entendemos, y comprendemos que no somos tan buenos ciudadanos, como los holandeses, y los noruegos, ni tan buenos jugadores de beisbol, como los excelentes venezolanos que ganan muchos dólares, en el imperio norteamericano, no creo que existan imbéciles en este país pidiendo que los dólares ganados por estas estrellas venezolanas del deporte, les sean expropiados para repartirlos entre el resto de “rodillas en tierra de la revolución” que no saben jugar ningún deporte, sino el de hacer colas para todo.
La capacidad de convertir el trabajo creador, y las ideas en fortunas, como lo han hecho muchos empresarios emprendedores venezolanos, no ligados a la corrupción político-gobiernera, es equivalente a ser el mejor pelotero, y ser el mejor pagado en gringolandia, solo que la producción empresarial, no es un deporte, es un negocio, una empresa, una industria. Es igual como en el deporte, el arte, la poesía, y los negocios, los mejores en su oficio, y empresas productivas, ganan mucho dinero.
Porqué, el comunismo-estalinista- es flojo, si insisten en odiar, y condenar a los mejores, y piden que las empresas productivas de estos emprendedores de los negocios sean confiscadas para quebrarlas, las empresas, y las industrias arrebatadas, fueron distribuidas entre el lumpen ideológico que no saben nada de negocios, de comercio, ni jamás han inventando, manufacturado, y vendido nada en lo absoluto, ni han sembrado una yuca, ni criado animales, como alimentos para el pueblo venezolano víctimas de esta hiperinflación hambreadora y especuladora.
A mí me tiene sin cuidado que me llamen ‘escuálido y traidor’, primero porque no soy un resentido social. Simplemente no me importa, solamente que al empresariado productivo, y emprendedor no los envidio sino todo lo contrario, quisiera que todos los venezolanos que no han huido del país los emularan para que sean también muy ricos. Me preocupa la pobreza en que está cayendo las familias de clase media, mis amigos, mi país. Para todos ellos quiero que haya trabajo, y oportunidades, muchos trabajos, y muy bien remunerados, y si para lograrlo hay que invitar al capital extranjero, y nacional para que invierta como lo han hecho los chinos, y así convertirnos en un país productor-exportador de todo para Venezuela, y el mundo, ojalá que así sea. Los chinos tienen años que dejaron esa paja loca de estar hablando “güevonadas” del imperialismo yanqui, sino que ahora producen de todo para el consumo de EEUU, y están muy felices ganando plática.
Y han logrado sacar a más de 1000 millones de ciudadanos chinos de la pobreza, y en lugar de expropiar a los ricos, la China produce dos ciudadanos millonarios por semana, debido a la gran producción que tienen para el mundo.
En la China de un gobierno, y dos sistemas, ya no hablan esa ‘culería comunista’ de la explotación del hombre, por el hombre, ni de plusvalía.
El Estado no fija salarios, ni precios; todo se mueve por la ley de la oferta, y la demanda. El éxito de los chinos fue el de asumir la economía social de libre mercado como sistema económico, mientras tanto los comunistas cubanos-venezolanos todavía siguen anclados en el siglo 19, hablando bolserías del imperialismo, de la plusvalía, de explotación, y envidiando a los ricos que trabajan, mientras ellos se hacen ricos a costilla de la pobreza del pueblo venezolano, y sobre todo, frenando el progreso, evitando que el pueblo se desarrolle, Venezuela ha retrocedido 60 años en pleno siglo XXI, evitando que se invierta en el país, y se creen empleos dignos . No quieren empleos porque creen, es en el control social, para mantenerse en el poder. No quieren la inversión del capital extranjero porque lo ven como perverso, malo, y explotador. El comunismo es definitivamente malo, egoísta y perverso.
Ludwig von Mises critico del comunismo sostenía: que el éxito del comunismo se debía al hecho de que prometía realizar los sueños, y los viejos deseos de la humanidad, pero era solo la vía para sacar a relucir resentimientos innatos. Prometiendo el paraíso terrenal, el sueño imaginario donde reina la prosperidad, y la abundancia, lleno de felicidades, y de gozos, pura muela comunista, nada más alejada de la realidad, vean como tienen al pueblo venezolano, comiendo orilla de casabe, y agua. La oferta más apetitosa del estalinismo- comunista está dirigido a lograr el empobrecimiento de todos aquellos que han surgido a fuerza de los estudios y trabajos, y son mejores que ellos como ciudadanos exitosos. La tragedia que vive el pueblo venezolano es la descripción exacta, y macabra de la peste del comunismo.
Desde su derrota global, con la caída del muro de Berlín, el comunismo significa la pérdida de la libertad, y la constante violación de los derechos individuales, así como la presunción de que las personas tendrán comportamientos, y valores que son irreales, como la aceptación de buena fe de las medidas represivas de los ‘colectivos, y jefes de calles’ por el bien de la comunidad. Por otro lado, el comunismo es técnicamente ineficiente en lo económico, y limita las posibilidades de desarrollo del país.
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Auditóriu
El estalinismo comunista venezolano es: ¿Bueno o mal
Por: Edgar Perdomo Arzola
Miércoles, 26/02/2020 02:53 AM