En teoría existe la voluntad de Dios y el soberano expresada en la elección universal y secreta de las autoridades ejecutivas y legislativas en todos los niveles que tienen la primera obligación de cumplir y hacer cumplir La Constitución y las Leyes.
En la práctica es la asociación de gobiernos foraneos, bajo la jefatura del gobierno norteamericano y con la operatividad de grupos antinacionales de extrema derecha los que imponen la política económica, incluso hasta el uso del dolar como signo de "ocupación" territorial en una acción premeditada para empobrecer nuestra moneda y el agravante del impacto negativo en el costo de bienes y servicios caracterizados por ser los más altos del planeta.
Pero no sólo es el problema de fondo la injerencia extranjera y la traición a la Patria lo que nos conduce a un callejón sin salida porqué también los enemigos del pueblo operan desde el campo revolucionario y en muchos casos, desde las instituciones del Estado ejerciendo cargos importantes pero dedicados a negocios particulares con bienes y servicios que deberían estar destinados para garantizar el bienestar de nuestro pueblo.
Así se han materializado la corrupción y descomposición de la estructura política y social construida por nuestro Comandante Hugo Chávez para crear las condiciones y dar el salto hacia lo productivo.
Todos vimos nacer y morir experiencias para nuestra independencia económica, Chávez visualizo todo lo que nos venía encima y no fuimos capaces de cumplir su voluntad desde los conucos, los gallineros verticales, las centrales azucareras y hasta desde nuestras empresas básicas hoy convertidas en escombro industrial del país.
Recientemente tuve una conversación con un amigo Cubano de esos que le rinden honores a Fidel y al gentilicio de su país y me dijo que tenía ganas de volver a su país y me hizo una comparación con el periodo especial vivido por el pueblo cubano en los 80 antes de la caída de la URSS y nuestra situación actual; primero me dijo que Fidel preparo al pueblo y al Gobierno para dar el salto hacia la producción, cuando les trataron de imponer precios sobre la base del dolar el asumió que quien mandaba en Cuba era él, lo dijo y lo hizo, impuso la voluntad del Estado que al final era para proteger al pueblo y otro dato curioso: me dijo mi amigo que en medio de la crisis no se veía, aunque pudo existir expresiones clandestinas, de "cubanos jodiendo a cubanos" como lamentablemente si se ve aquí.
Entonces el problema más grave sin tiempo y espacio por resolver es el problema moral y ético.
Tenemos al enemigo foráneo respirando en nuestros hombros pero tenemos al peor enemigo dentro de las instituciones con poder haciéndose más rico a expensas del bienestar de nuestro pueblo.
La última locura de Donald Trump será quizás venir por Maduro como lo hicieron con Noriega, veamos que pasó en Panamá después de aquella invasión, la política actual no la podemos evaluar con cálculos matemáticos pensando en lo electoral porqué más asesino que el coronavirus es el hambre y siempre recuerdo las palabras del último presidente de la cuarta República: "democracia con hambre no dura".
Por eso es importante analizar que somos y hacemos para bienestar de nuestra gente, saber si es el imperio o Maduro quien manda aquí servirá para entender que hacer.
¡Hasta la victoria siempre!