La dialéctica de un tanque de guerra frente a civiles o el silencio de l@s maduristas

Martes, 10/03/2020 12:57 AM

Las calles de Caracas se llenaron de tanques de guerra el día de ayer, su acero de muchos centímetros de espesor está lo suficientemente inclinado para detener cualquier palabrota que se nos ocurra ante el despliegue de semejante poder disuasivo, están ahí demostrando lo frágiles que pueden ser nuestras cabezas, nuestros brazos, nuestras entrañas, ahí están los francotiradores con fusiles de largo alcance son fusiles ruso con gran alcance, gran potencia, gran calibre e inigualable precisión.

Las tanquetas están allí para que no pequemos de pensamiento, palabra, obra u omisión, imagino que el sargento Viloria (el maracucho) estará aplaudiendo a sus colegas, el sargento ya es un hombre viejo (viene del PRV) siempre fue limitado, un señor de órdenes y consignas, mal lector y se sabe poco apreciado por Los valencianos, por lo menos los círculos culturales de esa ciudad lo ven extraño. Si hablamos de José Rafael Pocaterra, el hablara del FAL, si conversamos de Arturo Michelena, el dirá fuego a discreción, si invitamos un café el exigirá orden cerrado, si nos despedimos, el gritara dispersión. Y si gritamos libertad, sabemos que nos anotara en una lista que le entregara al doctorcito ch/Farías y sentirá que cumplió con su deber.

El tanque avanza por las calles de Caracas, pone el megáfono a todo volumen, enciende sus reflectores y una con acento argentino se escucha a 3 cuadras, parece ser una de la Madres de la Plaza de Mayo, habla de un ejército que libera, que golpea a los traidores, que persigue a los apátridas y luego se oye “Viva Maduro” , las orugas del tanque se escuchan, levantan el pavimento, unas tanquetas vienen detrás las ametralladoras calibre cincuenta apuntan a todos, se colocan frente a tu edificio, un colectivo te amenaza, monta y desmonta el fusil delante de un chico, delante de una madre, les muestra un proyectil y dice en voz alta “para los escuálidos”.

Pedro el de Valencia sigue soñando con su base rusa en Puerto Cabello, tiene una lista de médicos que va clasificando según sus estudios, sus comentarios, asiste a un bar situado en la Candelaria en Valencia/Venezuela y llama desde sus mesas a un solo numero, se reporta y mira a los lados, se embriaga y se le cae la lista en rojo los nombres de quienes hasta hace poco estuvieron haciendo chistes del gobierno. Pedro escribe sin faltas de ortografía, escribe con estilo y su pluma es una extensión de su cerebro y de su abyección.

El Dr Ch Farías va intentando darle contenido dialéctico la propuesta presidencial de a parir y a parir, alguna feministas del proceso, intentan discutir acerca de parir o no parir, una chica que declama intenta argumentar, pero la gana la disciplina, intenta discutir pero la derrota la obediencia, intenta argumentar pero la gana el espíritu de cuerpo. No discute, no analiza, no razona la gana la fe.

Las calles se llenan de personas, de civiles un tanque se impone es un tanque ligero, parece un tanque francés y los colectivos vienen en sus motos, pistolas relucen. Una amiga argentina murmura “estoy contra la represión, pero esta es represión revolucionaria” vamos caminando y grita y vuelve hacerlo “Viva Maduro, muerte a los traidores, viva Tarek William” los fusiles apuntan la multitud camina, un hombre con muchas medallas esta frente al edificio, una vecina lo saluda, ella saluda a ella. Pero apenas da la espalda la señala y la arrestan. Yo camino por una calle que está sucia, solo el acero de muchos centímetros de espesor parece brillar.

Entramos por Táchira y no le dijimos a nuestros familiares, estamos en Caracas, haciendo imágenes, haciendo fotos, dando testimonio visual del militarismo en Venezuela. Las cosas están así y la Izquierda latinoamericana guarda silencio o apoya un régimen militar, persigue la disidencia y entrega a los cuerpos de seguridad. La vida es así los militares están en las calles y los civiles están en los cuarteles, presos en los cuarteles y la izquierda latinoamericana aplaude. Por cierto algo interesante: https://www.elmananerodiario.com/plantea-dirigente-morena-mexico-se-integre-la-revolucion-bolivariana/

No necesitamos invasión ya estamos invadidos, si y Padrino lo sabe. Yo prefiero seguir en Caracas y ver las cosas desde esta distancia, veo a la dirigencia del PSUV gorditos, rellenos, habladores y temerosos, combaten a civiles desarmados como lo hicieron los milicos argentinos o chilenos. Nosotros solo registrando y vamos conociendo quienes son, solo eso.

Mañana 10 de marzo estaremos en la calle, tu estarás y el estará y la izquierda latinoamericana aplaudirá a los verdugos revolucionarios, a los Gulag de Stalin, a los Jemeres de Camboya, a los Nicolás de Rumanía, en fin saben que es el de Venezuela es un gobierno de terror, pero es su terror.

El tanque avanza intentando aplastar a unos puntos concretos que no son dialécticos, Christian aplaude como espectador en el Coliseo de Roma, Pedro apunta y escribe nombres de personas conocidas, la señora Russian se molesta porque la sangre de un civil mancho la oruga de un tanque, correr y dispersarse no es la opción el padrino toca la lira y canta, mientras Roma arde… Perdón Caracas arde…

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