Ni espero ni aspiro trabajar para el obrero Presidente Nicolás Alejandro Maduro Moros en su gobierno. Hay múltiples testigos de mi rechazo a la posibilidad de cargos de mediana importancia en administraciones del gobierno regional y el municipio donde resido desde 1982. Las situaciones se produjeron desde hace 25 años, por directivos de izquierda en el Poder Ejecutivo. Solo acepté actividad profesional de Locutor, por varios años en La Victoria, Aragua, en audición radial dos veces a la semana.
Asi como me indignan opositores dirigentes ladrones que venden la soberanía patria y se han asegurado fabulosos ingresos, ayudando a desestabilizar la paz de su terruño natal, igual me escuecen los antimaduristas con complejo y cierta envidia hacia el Jefe de Estado, a cuenta de ser poseedores de titulo universitario, algo que no alcanzó el Presidente electo en el transcurso de la 4ta. República, donde se privatizaba la educación paulatinamente en forma disimulócrata.
A los adeístas me parece oportuno recordarles los Presidentes Bachilleres Rómulo Betancourt Bello y Carlos Andrés Pérez Rodríguez. Y en cuanto a Jefes de Estado copeyanos, un ligero estudio nos muestra que siendo doctores: Caldera y Herrera Campins, fueron obsecuentes al capitalismo internacional, y no dejaron huella social resaltante.
El chavismo abrió no solo los ojos del pueblo consuetudinariamente maltratado en sucesivos quinquenios completos, y un período de interrupción en democracia representativa, para deponer un mandatario y sacarle provecho propagandístico a la disimulocracia alternativa, que decía hacer mucho, aunque en el fondo culminaban períodos arrodillados al poder mercantilista mundial, con la comprobación histórica que no hicieron nada útil a las mayorías desatendidas.
Les gusta algo de Hugo Chávez y lo admiten, encumbrados escribidores junto a jefes opositores, o presuntos ni ni, entonces ¿por qué el complejo con Maduro Moros? El talento de opositores podrá iluminarles para preguntarse así mismos qué gobierno nuestro, y quizá en el mundo, en tan corto tiempo ha sido atacado tan ferozmente por capitalistas bestiales. Los antimaduristas que hacen de su opinión un pendón para ser aceptados, no son sinceros.
A opositores y revolucionarios, recomiendo la vida de la polaca Rosa Luksenburg; el 5 de Marzo se cumplieron 149 años de su nacimiento. Muerta a balazos a los 47, nos dejó en su carrera política su deseo porque no existieran fronteras en el trabajo obrero, y un manifiesto para la posteridad con la frase, "socialismo o barbarie". Ella era profesional graduada en Zurich, Suiza, pero sin complejos absurdos que en las luchas sociales son considerados deslices del capitalismo, hoy fracasado y atrasado.