Este Covid-19 como todo virus es una estructura simple compuesta de proteínas que tiene un triz de vida latente que solo nosotros activamos al dejarlo entrar a nuestro cuerpo.
Cada persona, si es consciente de algo tan simple, puede y debe actuar para impedir que ese virus entre a su cuerpo. Esa es la parte esencial.
Su tiempo de vida latente fuera del cuerpo humano es más o menos de 8 a 9 horas, dependiendo de la temperatura, clima y humedad.
Así, si somos conscientes de algo tan simple, podemos convertirnos en Agentes de Salud, auto-protegernos y cuidar nuestro entorno, empezando por las personas más cercanas.
Y si sabemos comunicar esa simplicidad a los demás, nos convertimos en Agentes Educativos y Políticos, porque colocamos el eje de la Acción (que a la vez es una "INACCIÓN") en cada persona, y al reproducirse esa comunicación, será una Acción Colectiva basada en el conocimiento científico.
Por eso, la acción principal no está en el Estado o en el gobierno, o en un remedio, o en una vacuna (no hay vacuna porque todo virus muta en la interacción con nuestros genes), sino en cada persona consciente que debe hacer lo posible por evitar el contacto con el virus, con otras personas que lo pueden portar sin saberlo, o con superficies donde pueda estar.
Y claro, estar lavándose las manos por si inconscientemente se ha contaminado.
Por ello, lo fundamental es lograr que la gente entienda el problema. Cada uno de nosotros es un agente de Salud y Educación, y así, somos agentes políticos de Acción Individual y Colectiva.
Claro, cuando no funciona la prevención (por falta de información sencilla y veraz, y por toda la carga de negacionismo que tenemos en la cabeza), se necesitan medidas urgentes de contención, pruebas o test para detectar enfermos o contagiados, camas de hospital, máquinas para respirar, cuarentena, etc.
Pero lo central, lo urgente, le necesario, es la acción de cada uno de nosotros.