Distanciamiento social para un acercamiento a la agenda de lucha popular

Vencer el Coronovirus con el cuidado de las mayorías desde lo público

Lunes, 23/03/2020 07:28 AM

Primera vez que salgo de casa para comprar alimentos desde que el gobierno nacional decretará la cuarentena y el distanciamiento social, asumiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, medida que la gran mayoría respalda al tener presente lo que ha significado para muchos países el impacto del COVID - 19.

Salí a la calle con el tapabocas puesto, como es la obligación (no sólo por instrucción de la autoridad sino por asumir la responsabilidad del cuidado propio y de tercerxs, lxs amadxs, la comunidad), lxs pocxs que transitaban la calle cómo lxs que estaban en el transporte público y en el lugar de la compra de alimentos también lo tenían. Seguramente más del 95% de las personas que vi los portaba.

Sin lugar a duda lo primero que sentí fue un gran orgullo, no pocas cosas hemos vivido en estos años, han sido tantos los acontecimientos que sólo enumerarlos daría para otro escrito, y por eso mismo, aquí estamos, movidos por la fuerza de la vida y su cuidado, andamos demostrando gallardía y dignidad en cada paso.

Y orgullo es lo menos que puedo sentir, orgullo que se expresaba en una sonrisa oculta bajo el tapabocas, que se había convertido en símbolo de comunidad, existían de todos los colores, diseños y materiales, los industriales, los que se hicieron con retazos, zurcidos a mano, algunos con detalles para embellecer, otros construidos de manera precaria, con las claras limitaciones de muchos hogares populares.

Esos hogares que tienen muy claro lo que podría significar enfermarse en estas circunstancias y que asumen ese cuidar - cuidándose con la entereza que le ha permitido llegar hasta aquí, con duras pruebas y difíciles situaciones por superar a diario, donde resolver lo más sencillo se convierte en proeza a vencer, y venciendo seguimos, no con pocas carencias pero con la fuerza necesaria, seguimos zurciendo a mano lo exigido para continuar.

A muchxs de ellxs la cuarentena le representa una difícil prueba a superar, el resolver el sustento que se gana a diario, por cuenta propia, lo que tendrán cuesta arriba en esta nueva situación. Es justo el sector que viene quedando excluido del apoyo anunciando en muchos países a lxs trabajadores(as), por ser las victimas claras de dos mecanismos extremos de explotación neoliberal que llamamos con los eufemismos de "flexibilización laboral" y "trabajo no formal precarizado", que en el país quizás tenga otras causas pero que describe situaciones similares, que claramente se han profundizado en los últimos años.

En el paquete de medidas que el gobierno debe asumir de seguro serán considerados de forma prioritaria, uno de los instrumentos para ello será el Carnet de la Patria como se ha adelantado en algún anuncio. Pero se debe responder integralmente, no sólo el gobierno sino la sociedad toda, más allá de la emergencia es necesaria una respuesta estructural que además debería ser global. Porque entramos a la emergencia del COVID - 19 con una economía y sociedad que ya portaba una clara enfermedad.

Es parte de lo que toca resolver mientras damos respuesta a la emergencia, respuesta que asumimos con la responsabilidad necesaria y con el compromiso de seguir las recomendaciones que se han hecho, entre ellas, mantenernos en casa, ir a los centros de salud sólo en los casos necesarios y continuar utilizando el tapabocas el tiempo que sea necesario en los momentos recomendados. También toca decir, haciendo un buen uso del tapabocas, algunxs andaban con parte del rostro descubierto, o con tapaboca en mano, ni hablar de algún fumador empedernido que saciaba su vicio como prioridad. Aquí el gobierno debe seguir insistiendo, tanto en el llamado de su buen uso como de recomendaciones para su elaboración.

Cuidado colectivo y reclamo popular

En el camino para la compra de alimentos, ya en el transporte público y sin querer caer en idealizar la situación, debo decir que la gran mayoría se dirigía al mismo centro de compra de alimentos, es decir, era una salida necesaria, e incluso, toca decir que el conductor no sólo mantuvo el precio de los últimos días sino que por lo menos subió a un par sin pago ante el pedido de la cola, en un claro gesto de solidaridad que fue compensado con un "Dios me lo cuide". Extraño para la referencia en que se han convertido "los choferes", personajes odiados por muchos por sus continuos cobros excesivos y abusos.

Debo aclarar que esperaba que cobrara más por las limitaciones para el llenado de gasolina, lo que hace más difícil su trabajo, sólo están surtiendo en un par de estaciones de servicios en Barquisimeto, a autos de personas vinculadas con los sectores que están fuera de la cuarentena (vehículos institucionales rotulados, trabajadores de salud, transporte de alimentos con guías de movilización, servicios esenciales y medios de información), parece que sólo cargan a algunos transportes públicos si llegan muy temprano, lo que me hacía presumir que el servicio se prestaría para la especulación, como ya ha sido costumbre.

Por cierto, es una medida que debe ser mejor evaluada, comprendo que la misma incide directamente en la capacidad de aumentar los contactos sociales pero también debe asumirse que las emergencias se presentan, para ello no hay hora y la movilidad puede ser la diferencia, o incluso si el servicio de transporte público (que en realidad lo realizan personas como negocio privado en la gran mayoría de los casos) disminuye o deja de trabajar, limita la posibilidad de que la gente pueda ir a abastecerse de alimentos (más allá del importante aporte que pueden hacer los CLAPS) o incluso ir a realizarse una prueba de despistaje del COVID – 19.

Conozco directamente casos de personas que deben ir cada par de días a un centro de salud para realizarse curas y que ahora tendrán seriamente limitadas las posibilidades para hacerlo, o el caso de un camarada que debe ir tres veces a la semana a la Unidad de Diálisis del Hospital Pastor Oropeza, que el día de ayer además de informarles que aún no llegaban de Caracas los materiales necesarios para su tratamiento, le comentaron que era posible la reducción de las horas del servicio por el problema que significará la movilidad para el cuerpo médico, de enfermería y el resto del equipo.

Espero que por lo menos la situación de los pacientes de hemodiálisis hayan sido atendidas hoy, una vez anunciado por parte de la Gobernación de Lara un transporte exclusivo para lxs trabajadores de la salud con recorridos por toda la ciudad y municipios foráneos, que también puede ser usados por los pacientes de diálisis. Los familiares de los pacientes también solicitaban sostener el suministro de agua a la Unidad de Diálisis en tiempos de emergencia. Imagino que son las situaciones que se generan a raíz de la medida y que toca ajustar en el marco de la contingencia, como se hizo hace ya un año, cuando el gran apagón.

Por cierto, el servicio de agua es una exigencia que se repite en varios escenarios y que se dejaba escuchar en la radio que sonaba en la buseta, en el recorrido fueron varios los reclamos que los oyentes realizaban al aire y con toda razón. Podría decir que el domingo pasado en casa el agua (único día que últimamente tenemos el servicio por algunas horas) llego con tan poca presión que sólo se pudo llenar algunos recipientes, aunque al escuchar las denuncias que la audiencia hacía casi que me asumía como un privilegiado, la mayoría ni siquiera tuvieron nuestra suerte, son muchas las comunidades en esta situación, pero sólo comentare un ejemplo: Villa Trabsider en Cabudare, tienen 2 años sin suministro por tuberías del servicio.

Una ciudad que históricamente ha tenido dificultades para la distribución de agua potable, que se ha profundizado de una manera importante en los últimos años, en meses de una dura sequia además, con pocos camiones cisternas trabajando por la falta de gasolina, y muchos de los que lo hacen están cobrando una exageración en dólares (como también señalaban en la radio), exige un plan urgente para garantizarla, sobre todo en tiempos de lucha contra el COVID – 19, y la necesidad del lavado frecuente de manos y aseo en general para derrotarlo.

En la radio suena también reclamos por el gas, sigue la escases, cocinar a leña en los barrios populares es otro tema a resolver, es causa de posibles dificultades respiratorias pero para muchas familias es la única opción posible para poder preparar sus alimentos. En el CLAP de mi sector ya anunciaron que en poco será distribuido gas doméstico, las famosas bombonas de 10 kilos, espero que sea parte de una ofensiva para abastecer a la ciudad, realizadas cumpliendo las recomendaciones de cuidado conocidas.

Son recurrentes los reclamos populares sobre el estado de los servicios públicos en general, también en los últimos tiempos aparecen en las discusiones desde el planteamiento "deben cobrar lo que sea para que aparezcan, para que funcionen", la matriz que genera la justificación para privatizarlos. El que era un himno permanente en la oposición y que hoy se escucha entre algunos del gobierno, quizás aún de manera disimulada o, peor aún, sin decir nada lo hacen sin mucha explicación, como sucede con la distribución del gas o la red de instalaciones para la distribución de alimentos, por colocar sólo dos ejemplos.

Estoy totalmente consciente de las grandes amenazas, dificultades y limitaciones que enfrenta el gobierno, incluso del giro que ha significado la gestión económica reciente, alejándose de las formas básicas de los últimos 20 años en este campo. Pero es necesario en tiempos en que el mundo se estremece por un virus que lleva cientos de miles de afectados y un número cada día en aumento de muertes, exigir la defensa de lo público como vía para el bienestar colectivo, como incluso algunos gobiernos de derecha están siendo obligados a reivindicar por las graves situaciones de salud en sus países.

Y no es sólo una respuesta a la emergencia, es la bandera histórica la revolución bolivariana, dicho de mil maneras por el Comandante Chávez, lo que hoy nos toca honrar cuidándonos y cuidando, preservando la vida para seguir la lucha por recuperar el sendero que nos trazó. Es un principio básico que nunca dependió de tener el petróleo en alza, ni las arcas llenas, si no que lo diga Cuba, que en esta emergencia levanta la solidaridad y el derecho humano a la salud como una referencia, con medicamentos desarrollado por ellos, con cuerpo médico haciéndose presente en los lugares más afectados y abriendo sus puertos a los abandonados por el lucro y el desprecio.

La defensa de lo común como objetivo

Allí un reto tremendo para Venezuela, un país con una profunda crisis (con bloqueo, ataques permanentes, errores e institucionalidad debilitada), que además toca resolverla en el marco de una crisis global que inicia (que no sólo es económica, por cierto, aunque el impacto en esa dimensión será tremendo), que tiene la muerte asechando al mundo y que exige un entramado político/social que defienda una sociedad de justicia, garantizada por el Estado.

Ya los poderosos de siempre estarán calculando las ganancias posibles en base a la alerta mundial por el COVID – 19, allí si reclamaran ayuda pública para que la "mano invisible" mantenga sus privilegios. En ese marco ¿qué hará el gobierno que se asume socialista y bolivariano? Además de por su puesto seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la que se compromete también, a pesar del bloqueo, en contribuir con ayuda para la emergencia al país gracias a las gestiones del Gobierno Nacional.

Estas fueron algunas de las ideas que me pasaron por la cabeza mientras hacía con mi compañera la cola para entrar a la Feria de CECOCESOLA, miles de personas estábamos presentes para adquirir alimentos, como siempre, fuimos testigos del gran esfuerzo realizado por ellxs para garantizar el servicio al público de las comunidades populares que atienden, pero ésta no fue una jornada más, y lo tenían muy presente, así que de forma permanente repetían en el altavoz las recomendaciones para la prevención del coronavirus, al entrar en cada espacio tenían antibacterial para un lavado de manos obligatorio de lxs usuarixs y trabajadores(as), además de garantizar todas las cajas activas para que el tiempo allí fuera el menor posible.

Con un esfuerzo permanente para tratar de evitar aglomeración, con lo difícil que significa hacerlo en un sitio como estos, organizaron colas para acceso a sus distintas áreas, informando permanentemente sobre la distancia prudencial recomendada (aunque toca decir que debemos como usuarios cumplir esto, es nuestra responsabilidad), la que caminaba al ritmo que garantizara que los lugares de compra no estuviesen saturados, pidiendo que al terminar la misma debíamos retirarnos de inmediato, "no son vacaciones, es una cuarentena".

Todo en tranquilidad, sin muestras de agresividad, ni de conflictos por algún producto, como vemos en imágenes del "primer mundo", sin duda que este pueblo ha tenido enormes aprendizajes productos de las pruebas superadas, lo que nos permite asumir lo necesario para encarar los nuevos retos, que para ser cumplidos a cabalidad exige: garantía de servicios básicos para el cuidado, claridad en los objetivos, transparencia en los riesgos e información oportuna y cierta, por muy dura que sea. Consciente estamos que esto recién comienza y se pueden presentar escenarios muy difíciles para todxs, por ello estos días son claves y el producto de nuestros esfuerzos se verán en algunas semanas.

Algo de estas exigencias se han percibido, por ello el respaldo a la decisión del presidente Maduro de las medidas de aislamiento social por parte importante de la población, incluso por alguna que le adversa políticamente pero que asume la real dimensión del peligro y la necesaria contribución, no es el juego mediocre de intereses el que se debe imponer. El deber del gobierno es sostener el apoyo haciendo lo necesario para sortear la crisis pensando en las mayorías y el nuestro cumplir con la distancia social para cortar la cadena de transmisión del Coronavirus, además de asistir a un centro de salud en el caso de presenciar los síntomas del mismo.

Toca decir que son recomendaciones de la OMS pero impulsadas por el gobierno nacional, el comentario lo hago por el énfasis que hacia el locutor de la radio que sonaba en la buseta (una radio comercial, por cierto, las del Estado están con mucha dificultad para sintonizar, al igual que VTV) de que eran "recomendaciones de la OMS", omitiendo de manera interesada la firme decisión del gobierno Venezolano para su implementación, recomendaciones que no atendieron los gobiernos de Trump, Bolsonaro, Duque y Piñera, quienes antepusieron los intereses corporativos a los del pueblo.

El chavismo, en realidad la sociedad toda, debe asumir el reto de hacer viable, en las duras condiciones existentes, la defensa y el desarrollo factible de lo público (en el sentido amplio planteado en la revolución, desde lo Estatal pero también desde lo comunal) como opción para la superación de la coyuntura, si no la misma será aprovechada para terminar de cerrar acuerdos en sentido contrario, esta emergencia, con el distanciamiento social necesario debe significar de parte del gobierno el acercamiento a la agenda de las luchas populares, porque no sólo de FEDECAMARAS debe escuchar propuestas para implementar.

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