Auditórium

Maduro Y Guaidó: ¡Con la ‘corona’ virus de Sísifo!

Jueves, 26/03/2020 06:48 AM

"Todo lo que se puede decir es que este mundo, en sí mismo, no es razonable. Pero lo que resulta absurdo es la confrontación de ese irracional y ese deseo desenfrenado de claridad cuyo llamamiento resuena en lo más profundo del hombre. Lo absurdo depende tanto del hombre como del mundo. Es por el momento su único lazo". Fin de la cita. Albert Camus.

Hoy traigo a colación por esta otra sumatoria, de esta nueva mega desgracia que vive la Venezuela paralizada por un virus. Y nos trae a recordar el mito de Sísifo, fundador, y rey de Éfira, una metáfora que Homero en la Odisea, le dedica al esfuerzo inútil, y a la venganza de los dioses: quien fue condenado por Zeus a empujar por toda la eternidad una enorme roca hasta la cima de una montaña del Tártaro para que en cada intento, esta se devolviese, y caer rodando cada vez que intentaba subirla, el Sísifo de esta obra representa la fatalidad de las cosas, que se enredan cuando se tiene la osadía de contrariar las acciones que se toman en el Olimpo sobre nuestras vidas. Es a partir de ahí, cuando el remolino de las desgracias queda servido, siendo muy difícil, según manifiestan los griegos, y más que imposible escaparse de ellas.

Ante la imposibilidad de un entendimiento entre un Maduro, y un Guaidó que se niegan a entenderse con la patria llamada Venezuela, que desea para su pueblo una coalición de verdadera paz social, Ahora ante este ataque del virus chino, que amenaza con terminar de destruir, la ya alicaída economía venezolana, en este "laberinto venezolano" a lo Agatha Christie en que lo ha convertido nuestro escenario político, con el consiguiente retraso de levantar mediante un pacto político de altura, que elimine esta tragedia que viene a darle la estocada final a las esperanzas de este sufrido pueblo. Los opositores no se ponen de acuerdo, pero: ¡que, sorpresa! Pero la izquierda ‘revolucionaria bolivariana’ tampoco se aviene a una concordia en Venezuela.

El presidente en funciones Maduro debe ofrecerle al ‘interino Guaidó’ un "proyecto común progresista" y dejarlo entrar en las "estructuras del poder", para tratar de resolver este desastre de la economía venezolana, ahora con este virus, lo que salta a la vista es una indefinición que viene a ser mucho, como el no decir nada para salir de este atolladero.

Vetada la oposición de izquierda, centro, y derecha, en el alto gobierno por medio de los hilos invisibles que llegan hasta los pensadores más progresistas de la política venezolana, La élite en el poder, el país con esta pandemia-desgracia que destruye aun más la economía, empujará una vez más esta pesadilla, hasta la cima de la montaña, donde está esperando abierta la urna, para asistir a un sepelio idéntico, una y otra vez mas. Seguirá aconsejando, la voz de la isla caribeña que susurra en el oído presidencial, y decide los destinos de nuestra patria para descender a los infiernos una vez más.

Maduro y Guaidó, claros ‘barones’ del gobierno, y la oposición, a fin de evitar la hecatombe del país, deben proponer un acuerdo, y un arreglo programático revisable en la Asamblea Nacional, a cambio de que la oposición apoye el final de esta tragedia. Los ultrosos de la izquierda, cuyos colmillos tratan de morder con denuedo a los barones, no resuelven con su intransigencia supina la gobernabilidad de Venezuela, ni los 5 millones de venezolanos que han dejado su país, en la búsqueda de ingresar en unos empleos precarios, para sobrevivir en las economías de otras naciones, que están más colapsadas por la incertidumbre que reina en Venezuela desde hace veinte años.

Antes de que Luis Parra hiciese su entrada triunfal en el hemiciclo de la Asamblea Nacional con el apoyo de la GNB, con una parte de la huestes que habían abandonado a Guaidó, inflándoos en casos de corrupción: caso clap´s,… hasta que el 5E del 2020 unos cuantos evitaron arder en las hogueras de la justicia, un mal signo de estos tiempos: el no tratar de combatir la crisis de Estado, y de los partidos. A Parra todo le salió mal. A Maduro, y Guaidó también se les está poniendo el rictus ojeroso del desgaste, uno a la espera de la investidura, el otro de los aplausos, los besos. ¿Y los pactos de gobernabilidad, qué es algo muy difícil?

Mientras, la hiperinflación, y la especulación, se frotan las manos, a la vez que siembran su particular vomito negro en el firmamento venezolano. Nos esperan unas contundentes tormentas: habrá que abrocharse bien. Los dos, sin saberlo, se han convertido en un Sísifo con barretina empujando la roca fruncida del juicio al "proceso revolucionario": si se descuidan, podría arrastrarlos a los dos en su caída. La emigración de venezolanos a países democráticamente más razonables es una opción que no se descarta de continuar esta tragedia, amor con hambre no dura. Porque en pleno siglo XXI, aquello de seguir el ejemplo de Sísifo, va camino de convertirse en una eterna tragedia.

Percasita11@yahoo.es


 

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