Trincheras de Ideas

El Camarada Jesús María Pacheco se fue a sembrar Revoluciones en el universo

Jueves, 09/04/2020 06:44 AM

Desde Madrid, España, ciudad europea donde residía desde hace un año con su hija, nos llegó el 6 de abril de este 2020, la infausta noticia del deceso, en la madrugada de ese día, del legendario camarada Jesús María Pacheco. Lo mató el coronavirus, creado en laboratorios de los Estados Unidos del Norte y llevado a China por soldados de ese país y que luego se esparció por el mundo, llegando con mucha agresividad a Europa, particularmente a Italia España.

Jesús María Pacheco fue, desde su época juvenil, un incansable luchador antimperialista y socialista. En su militancia clandestina en AD, en la década de los años 50’, asumió, con el liderazgo juvenil de ese partido, el ideario marxista-leninista del que nunca más se apartó. Precisamente su trayectoria en las luchas políticas, obreras y sindicales se remonta a los años 50’, en la lucha contra la cruel dictadura de Maros Pérez Jiménez, donde tuvo destacada actuación.

Derrocada la dictadura el 23 de enero de 1958, por la alianza del PCV-URD y la izquierda de AD, y sectores populares, Pacheco se alinea junto a líderes de la talla de Domingo Alberto Rangel y los sectores juveniles que se enfrentaron a la dictadura, y que ahora se enfrentan a las poderosos corrientes derechistas lideradas por Rómulo Betancourt, que ya ha cerrado una alianza política con el imperialismo norteamericano en la persona de Nelson Rockefeller, durante su exilio en los Estados Unidos.

El 1° de enero de 1959 se produce uno de los hechos políticos más trascendentales en Latinoamérica, el triunfo de la Revolución Cubana que dirige Fidel Castro. Ese triunfo incidirá de manera directa en las luchas que en Venezuela presentan las fuerzas progresistas del PCV, de las corrientes de izquierda de AD e incluso en los sectores revolucionarios de URD que lideran José Vicente Rangel, Fabricio Ojeda, Amilcar Gómez, entre otros.

La lucha interna se agudiza dentro de AD. La derecha betancourista persigue a los sectores juveniles y sindicales del partido y en abril de 1960 se produce el sisma en el partido socialdemócrata y de su seno surgirá un nuevo partido, socialista, que se asume marxista-leninista, con enorme fuerza política, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), dirigido, entre otros, por Domingo Alberto Rangel, Simón Sáez Mérida, Jesús María Casal, Américo Martín, Moisés Moleiro, Rómulo Enríquez, hijo; Jesús María Pacheco, entre otros. Los aires frescos de la Revolución Cubana se dejarán sentir en la naciente organización.

Con el nacimiento del MIR, comienza una nueva etapa en las luchas sociales, sindicales, políticas de Jesús María Pacheco al lado de los sectores oprimidos y explotados de Venezuela. Como dirigente del MIR, y se inscribe en una dinámica del país en donde todos los sectores progresistas, avanzados y revolucionarios, a cuya vanguardia está el Partido Comunista de Venezuela, comienzan a enfrentarse a la brutal represión gubernamental con grupos de autodefensa armada.

El gobierno betancourista de AD y Copei da un giro total hacia la derecha, abiertamente anti comunista y de defensa total de los intereses de los Estados Unidos. URD ya se ha salido en ese año de 1960, de la coalición gubernamental, con la renuncia del Canciller Ignacio Luis Arcaya, quien denunció en la OEA las agresiones a Cuba por parte de imperialismo yanqui, contrariando la línea entreguista del gobierno de Betancourt de apoyar la expulsión de Cuba de la OEA. Esa valiente acción de Arcaya significó la ruptura de URD con Betancourt y su salida de la coalición de gobierno. Cambia todo el cuadro político y las masas se radicalizan ante la embestida represiva y criminal del gobierno y se preparan los primeros grupos armados de las fuerzas de izquierda.

Un hecho que destacó a Jesús María Pacheco en aquel período represivo del gobierno adeco de inicios de la Cuarta República, fue su disposición militante en la defensa de los derechos humanos de los revolucionarios e hijos del pueblo, muchos torturados en la siniestra Digepol o en centros de torturas militares como Cachipo o La Pica. Era la defensa de perseguidos, desaparecidos en un verdadero e interminable estado de terror. En cada caso, Pacheco, como diputado del pueblo, estaba presente enfrentando los sicarios del régimen con valor inusitado, más de una vida salvó de ser asesinada. Los revolucionarios contaban invariablemente con él, con su valentía y dignidad en el Comité de Defensa de los Derechos Humanos, del que era uno de sus principales líderes.

La vida tiene sorpresas o da giros inesperados; nunca imaginamos que un hombre de la talla gigantesca del camarada Jesús María Pacheco muriera, menos en un país que no era el suyo, de una enfermedad insólita creada por la mente criminal de científicos norteamericanos y esparcida por el mundo con miras a disminuir la población "vieja", y allí cayó o se contagió este magnífico luchador, peleó por una semana contra el mal hasta que sus fuerzas cedieron y falleció. Pero por si eso fuera poco, no podemos despedirlo como se merece; sus camaradas, sus amigos posponemos el homenaje al gran revolucionario hasta que pase la cuarentena que nos tiene a todos apartados, que cese el confinamiento.

Estoy seguro que en su lecho de enfermo, Jesús María pensó, primero que nada en su amada patria, Venezuela, por la que siempre luchó como gran patriota contra las dictaduras de Pérez Jiménez, de Betancourt, de Leoni, de CAP, Lusinchi y Caldera en la Cuarta República; su incansable lucha por el pueblo venezolano, sobre todo por los trabajadores, los obreros, los campesinos, las mujeres y los estudiantes. Estoy seguro que se despidió de sus camaradas revolucionarios de 70 años de luchas ininterrumpidas. Los que siguen en la lucha, los que partieron, incluso los que se cansaron y se plegaron al sistema y algo aportaron cuando eran sinceros luchadores.

Desde esta tribuna le damos un último adiós al amigo y camarada entrañable de las luchas sociales y políticas de todos estos años, de las luchas contra MPJ, de la lucha armada de los años 60’ y el enfrentamiento a Betancourt y CAP, las luchas legales, el apoyo a José Vicente Rangel, la creación de la Nueva Alternativa, la creación de sindicatos y mil luchas más. Su ejemplo se replicará en las nuevas generaciones de luchadores que hoy levantan las banderas del socialismo, del bolivarianismo y el chavismo. ¡Hasta siempre camarada!


 

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