Auditórium
El Gobierno nos trata como becerros: ¡Prohibiendo todas las libertades!
Por: Edgar Perdomo Arzola
Sábado, 11/04/2020 12:06 PM
A diferencia de todos los países con poco impacto del virus chino, el Gobierno ‘total-comunista’ nos ha quitado por decreto todas las libertades: circulación, reunión, información, educación, de culto. Incluso el derecho a la vida es negado a los de la tercera edad, como se veían en los terroríficos “protocolos de la muerte” de los soviéticos del estalinismo, verdaderos “protocolos de guerra” de algunas zodis, donde comisarios ‘político-médicos’ deciden quién vive, y quién muere, quien echa gasolina, quien circula etc.
Ay los que dejaron el covid-19, lejos de Venezuela, ya que aquí en pequeña escala solo se han reportado 175 casos, según el ultimo parte del gobierno bolivariano el 10 de abril, y ahora se alborota buscando posibles infectados en los venezolanos que regresan por la fronteriza Cúcuta colombiana, a bordo de buses contratados presuntamente por el gobierno de Iván Duque, entre los más jóvenes impera el sentido común: son jóvenes, están sanos, los buses quedaron libres del virus chino según pruebas realizadas. Los que entraron fueron puestos en cuarentana en instalaciones habilitadas por el gobierno venezolano.
En países como Alemania se implementaron con enorme éxito el despistaje masivo y, en más de un millón las pruebas de detección del coronavirus realizadas. Donde: se diagnosticaron, aislaron, atendieron de manera temprana un gran número de casos, evitándose con ello una mayor propagación del covid-19 en esa nación, y manteniéndose allí la tasa de mortalidad, por esta enfermedad, en el nivel más bajo verificado hasta hoy, sin militarizar, reprimir, y dejar de producir a su población.
En Italia, con el más elevado índice de personas infectadas, y fallecidos, los científicos en epidemias entendieron que la atención hospitalaria de todos los casos detectados, solo servían para convertir los centros de salud en los principales focos de contagio, por lo que limitaron la atención de los casos más graves mientras que a las demás personas infectadas se les daba orientación medico científica, con facilidades, y apoyo para el cumplimiento de la cuarentena en sus hogares, siendo la mayoría de ellos objeto de periódicas evaluaciones a distancia, con la ayuda de las tecnologías de la información, y la comunicación, por no ameritar intervenciones terapéuticas de gran complejidad. El resultado: se ha comenzado a ver, al descender el incremento de la tasa de mortalidad por covid-19 en ese país gracias al efecto combinado de estas, y otras medidas.
El ejemplo de Alemania aquí expuesto es un ejemplo cuando la actuación es oportuna, y transparente, guiada por la ética, y con las evidencias disponibles. En Italia con los altos mas índices del corona virus, donde el responsable reconocimiento de la falibilidad, en una situación en la que las evidencias eran muy escasas, y de la capacidad, y disposición tanto para la autoevaluación como para una continua mejora que se han traducido en cada vez más vidas salvadas.
En Venezuela, es todo lo contrario, y no es por criticar, ni de fobia alguna contra el gobierno, las acciones, y propósitos de militares reprimiendo en las calles, van en dirección opuesta. La opacidad, la seudo cientificidad, y la irresponsabilidad general como la falta de gasolina para trasladar enfermos a los centros de salud, constituyen aquí una peligrosa norma establecida por el cálculo de la opresión, y del enmascaramiento para la perpetuación del peor de los experimentos totalitarios-comunistas, y la verdad, y la vida apenas si les importa cuando la gente se debilita, y muere por hambre ante la imposibilidad de salir a trabajar para subsistir, son consideradas como matices de una retorcida instrumentalidad estalinista totalitaria.
Pero jamás se pensó que para controlar, y someter a un odioso control social al pueblo venezolano, es tan erróneo el perverso cálculo (¿Que hace Jorge Rodríguez, un actor político de primera línea del gobierno, dando partes médicos-epidemiológicos con fines políticos intimidatorios?) Ante el carente parte médico-epidemiológico por parte de expertos en la materia, para la prevención de un daño mayor al pueblo venezolano, ya ocasionado por el hambre al no poder trabajar, pero cuyas consecuencias no son todavía manifiestas, de no levantarse este estado de alarma, para el lunes 13 de abril de 2020, donde la paciencia del venezolano a trabajar, para subsistir casi se agota.
Solo cabe preguntar: ¿Qué se hará cuando los cadáveres se empiecen apilar, no por el coronavirus, sino por hambre, desnutrición y otras enfermedades colaterales?
Los jardines de Miraflores, y Fuerte Tiuna para solo mencionar Caracas, serán lo suficientemente grandes para sepultarlos.
¿Y qué harán después con los de miles de dolientes de las víctimas para silenciarlos? ¿Y con los cientos de miles de dolientes solidarios, disidentes civiles, y militares, opositores y pueblo en general de victimas y dolientes? ¿Los van a matar o encarcelar?
Hoy en mi querida Venezuela, quien suscribe este articulo por ser un paciente oncológico de alto riesgo pero que he tomado mis previsiones de protección al máximo. Veo con preocupación cuando elementos militares, que saben de epidemias, lo que yo sé de sacerdocio católico, hablando de un exitoso control del covid-19, elogiando la actuación de los cuerpos de seguridad del estado, devenidos desde hace mucho en fuerzas represoras, y anuncian: ‘efectivas’ medidas para terminar de derrotar, al coronavirus, pero lo cierto es que la realización de confiables pruebas diagnósticas al pueblo venezolano han sido escasas para no decir nulas, estos esbirros solo han provocado con su violento proceder la efectiva comunicación de partes: ‘clínicos compatibles con el covid-19’, para ir levantando el estado de alarma progresivamente en los estados, y municipios libres de este mortal virus, y que vuelvan a la normalidad, con la debida protección sanitaria, y detectar los posibles casos asintomáticos que permanecen fuera del radar, con la participación plena de ‘Protección Civil? Con estas medidas más bien se vislumbraría como el certero golpe que terminará de demoler lo poco que queda del virus chino.
Lo más grave es que en esta autodestrucción del alicaído sistema económico venezolano, el mal cálculo podría causar en cuestión de semanas una destrucción incluso mayor a la que se produjo antes del estado de alarma del pasado mes de marzo. Y no se trata esto de alarmismo.
Claro que esta situación es solo comparable a los de los mayores violadores de derechos humanos de la historia, de esto seguir no se puede esperar algo distinto.
No somos pocos los que desde el inicio de esta crisis expresan en los medios de comunicación que no nos censuran o vetan, escribiendo, y hablando de esta crisis, muchos insisten en la necesidad de que el ‘liderazgo opositor, critico y disidente’ dadas las criminales acciones, y omisiones de los represores, tomen las riendas de la situación, y coordinen una labor auténticamente preventiva con lo poco que aquí existe de la palpable realidad socioeconómico disponible.
¿O se trata de incapacidad o de la simple posición acomodaticia frente al que los verdaderos estadistas, como las dimensiones de una Ángela Merkel de Alemania, no se enchinchorran? Con fe, y sin miedo al virus, pero si al hambre, y la falta de gasolina. Así celebran la Semana Santa muchos venezolanos unos en refugios en las fronteras patrias, otros encerrados en sus hogares con fe, y prudencia, sacando en humilde, la sobria procesión al Nazareno en estampitas. Acatando cual rebaño de becerros las ordenes represivas emanadas de los zodis. Si de esta no salimos a la protesta popular, nos mereceremos esto, y más.
La poca capacidad sanitaria para atender los 175 casos potenciales de coronavirus hasta ahora detectados, impulsó al gobierno bolivariano a decretar el Estado de Alarma Nacional, y utilizarlo para imponer la militarización de los 23 estados, e incluso restringir el paso entre ciudades y municipios.
Percasita11@yahoo.es