El perdonavidas y el perjodavirus, son casos límite contradictorios borrosos tocantes, en que el perdonavidas, es la persona que se cree superior al otro y a la otra, y, que se la sabe toda, la persona que se presume de valiente la persona que se comporta con arrogancia y menosprecia a los demás, la persona que se jacta de utilizar la fuerza y la violencia, la persona fanfarrón, la persona balandrón, la persona jactanciosa, la persona bravucona, la persona engreída, la persona petulante, la persona presumida, la persona que te ve por encima del hombro al otro y a la otra.
Sustitúyanse los entes definidos por sus definiciones decíanos Blaise Pascal, y, los atributos didácticos escolásticos, son las discusiones dialécticas demostrativas argumentadas razonadas, llevadas por los aspectos límbicos antagónicos difusos tangenciales, las definiciones y los conceptos, el género próximo y la diferencia específica, la sustancia y el accidente. Y, de conformidad con lo pascaliano y a lo escolástico, el personaje perdonavidas en cuestión ha de ser el Pato Donald Comiquita Trump, asina asín así, los principados arábigos prosternados a EEUU, y, no de otra suerte que como cuando, la Unión Europea Ebria Melopea, al igual que la Latinoamérica de la genuflexión al imperio gringo go home. Y, con la pandemia del coronavirus, hanse quedado en la vera del camino, junto a su patrono superior de su religión, USA, que les usa, en legítima legión.
En tanto que el perjodavirus, es la persona que sabe que no sabe, la persona no menos modesta que inmodesta, la persona que ni sentimental ni sintiéndose superior a otros hombres y a otras mujeres, la persona que ni alejados de ellos ni alejadas de ellas, la persona que no degrada al otro ni a la otra, la persona que no acepta nada que no sea ofrecida a los demás en iguales condiciones, la persona de los derechos de aquellos y de aquellas a quienes oprimen los otros y las otras, la persona de los derechos de los deformes y las deformes, la persona de los derechos de los triviales y las triviales, la persona de los derechos de los simples y de las simples, de los tontos y de las tontas, y la persona de los derechos de las despreciadas y de los despreciados whitmanianos. El perjodavirus, no ve por encima del hombro a su hermano y a su hermana, que ama y responde responsable con sus dos manos solidarias.
Sí, ahí, están los aspectos límbico antagónicos difusos tangenciales, que devienen de la Gran Moral Aristotélica, del exceso y del defecto, del tercio excluso y del tercio incluso y, por la calle de en medio, el medio, esto es el tercio incluso aristotélico profundo. Sustitúyanse los entes definidos por sus definiciones decíanos Blaise Pascal, y, los atributos didácticos escolásticos, con las discusiones dialécticas demostrativas argumentadas razonadas. Y, de conformidad con lo pascaliano y a lo escolástico, los personajes en cuestión han de ser el presidente de China, Xi Jumping, el presidente de Rusia, Bladimir Putin, el presidente de Cuba, Miguel Días Caney, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, han sido ejemplos palpables tocantes tangenciales ante la pandemia del coronavirus. En que la solaridad consciente inteligente voluntaria liberadora responsable social sensible es la cura ante la locura del coronavirus, bumerang de la CIA, en que en magistral juego de pin pon pequinés, ha sido devuelto el virus imperialista gringo go home a Nueva York, con la maestría de Mao Tsetung, en recobro milagroso de su población, y, la medicina gringa fisher, quedósele fría, y que no han encontrado cómo comercializarla, puesto que, los comercios y los negocios, los maneja la medicina pequinesa de la free solidaridad asiática. Tú, gringo go home, no puedes comprar la vacuna moral voluntaria categórica autorreflexiva, la vacuna de la cuarentena que está en mi propio yo, en mi yo interior autorreflexivo, en mi propia cuna, que todavía no ha sido conquistada, la vacuna de la cuarentena de la Rusia, Cuba, Venezuela y China (RUCUVECH), por sus siglas en Cojedes, despreciadas e ignoradas por el imperio miserable gringo go home envuelto en sus harapos de la desgracia y de la maldad, menosprecia cuánto ignora, a la cuna de una vez, RUCUVECH.
El perdonavidas y el perjodavirus, son casos límite contradictorios borrosos tocantes. Aquí, no estamos descubriendo el agua tibia, aquí, lo que hemos hecho, solo y sólo, gimnasia de Perogrullo con el puño y con la mano cerrada la perogrullada, ampliando y complementando todo lo referente al concepto matemático de límite, a las contradicciones tocantes en el medio, ya no el cero, ya no de tendencia, ya no de exclusión, ya no de aprender, y, sí de aprehender y de entender, y sí de trascender, y, sí de equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso diabético diplomático, en trecho estrecho arrecho del hecho y del Derecho, pues, mas y más moscas cázanse con miel que con vinagre. Entender la guerra es el primer paso para ganarla, y, eso lo ha entendido Venezuela entera ante el cerco amenaza pandemia del gringo go home. Es la filosofía irónica cervantina contradictoria borrosa tocante, el medio, y, en su entorno torno contorno, el entendimiento y la estética ética espiritual, sin preponderancias de aspectos, pues, el equilibrio está en la verdad cortazariana profunda, en la fe hebrea profunda, con su perfecto enunciado, de aceptación de la paradoja, en el tercio incluso aristotélico profundo, de la voluntad moral propia y la sensibilidad lingüística profunda, entre la teoría lógica del pensamiento correcto y la teoría consciente del pensamiento verdadero, a cuya sensibilidad tienden y de cuya sensibilidad trascienden los aspectos ambiguos borrosos tocantes. Ahí, sí ahí, ríndese el repentino Aquiles griego ante el tranquilo morrocoy paueño cojedeño. Si, ahí, en el medio tercio incluso aristotélico profundo, resuélvense todas las paradojas del mundo, y, sí, ahí, está la solución del paradójico virus de la CIA, que la China, supo resolver con la filosofía milenaria budaiana, en que el mundo está repleto de contradicciones, y, es en las contradicciones, raíz de toda manifestación y movimiento hegeliano marxista, la solución de las mismas problemáticas dialécticas, y, que una contradicción lo implica todo, y, que a partir de ella puede resolverse lo que sea, puede solucionarse cualquier cosa, en la filosofía hegeliana marxista en el socialismo contra el capitalismo, que es de la quijotesca ironía cervantina y no de la gracia de Pepe Mujica, a lo pascaliano y a lo escolástico de lo didáctico y de la definición, en lo dialéctico entre el perdonavidas y el perjodavirus, en que el socialismo, al capitalismo, ha estado dándole lecciones, atajando al coronavirus con socialismo y solidaridad, ante el capitalismo e la insolaridad, y, véase el desprendimiento de la China y de la ayuda humanitaria en más de centenares de países, aun y aún, en los EEUU de Norteamérica, en donde en el Brown Neoyorquino los ataúdes hacen fila para enterrarlos en fosas comunes, como en La Peste de Venezuela del 1989 del CAP y su cagá, y, que con la medicina cubana eso no hubiera ocurrido. La Cuba de Fidel dando lecciones de nuevo al mundo, tanto como la medicina China. Y, a lo que tanto teme Eliot Abram es a Venezuela, teme a la solidaridad, teme a responsabilidad autorreflexiva de Maduro con el pueblo de Bolívar y de Chávez y con los de América y del Caribe, incluso e inclusive la solidaridad con el pueblo de EEUU. Témele Abram a la curva plana venezolana del covid19 y no a la exponencial y mala de la norteamericana. Y, asina asín así, Abram, teme a la responsabilidad y a la solidaridad de la de Rusia de Putin. Y, témele al movimiento real de la historia sinusoidal ludovicosilvaiana, eterna noria notoria, en la constante lucha de contrarios del socialismo y del capitalismo, tal como el perdonavidas y el perjodavirus. Y, para lo que mal barruntara Barak Obama, y, decretara, que la política económica social socialista venezolana concluiría, a según él, en una amenaza inusual extraordinaria, en el insólito peligro mayor inusitado, al Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, a sabiendas que, es éste, la vulgar amenaza al Derecho Usual Ordinario Romano de los venezolanos, y, pese al cerco amenaza y pandemia del imperio gringo go home, la Venezuela de Bolívar y Chávez, no se amilana ni se quiebra, "¡nojó!", como dice la chamita de cinco, la muchachita de Miguelángel.
Si el perdonavidas y el perjodavirus, que no perjudasvidas, son casos límite contradictorios borrosos tocantes. Entonces sea dicho que de las definiciones de Pascal y de la Escolástica, la lucha de contrarios es entre el socialismo y el capitalismo. Ergo vergo sea dicho que el socialismo es solidaridad responsable y el capitalismo es insolaridad sin respuesta a los moribundos por el virus, mas y más allá de la fila de los muertos en las tumbas comunes en las que van los ataúdes. Ergo vergo sea dicho que la salud medica pública solidaria venezolana es la cura contra el coronavirus, respuesta a la medicina y salud privada norteamericana fracasada, entre los caos límite contradictorios borroso tocantes, el perdonavidas y el perjodavirus, que no perjudasvidas.
Otrosí: Hoy, Sábado de Gloria, en que escribía, fuese la luz mas de cinco veces, en Cantaclaro de San Carlos, y escribir asina asín así, es azaroso, que no riesgoso, pese a que todos los artefactos eléctricos de la casa de Zenobia, mi compañera muerta, ya no muy bien andan como este cura ignaro raro cleuasmo asno.
Otrosí: Cumpliéronse este último de marzo 2020, seis años del robo de la camioneta samuray 1971, como la del Comandante Chávez, cuando salió de Yare, y, se la llevaron del estacionamiento del Liceo Eloy G Gonzáles de San Carlos, y, el MPPE, comandado por el camarada Aristóbulo, y, han pasado varios ministro de allá de la fecha del robo, y, hele notificado, y, en una de las últimas guarimbas, MRW, que entrara también en guarimba, devolvióme el último envío al Ministerio de Educación, y, ese sobre no lo he destapao, esperando que el profe Aristóbulo me lo pida, y, yo se lo doy, de prisa y corriendo y a uña de caballo, sin tapaboca y covid19 al carajo que me callo y no me caigo. Y, no me han dado respuesta solidaria. A sabiendas, que eso fue lo único que pude adquirir con las prestaciones sociales de 2001, y de un periquete, se fueron mas y más de treinta años de servicio como maestro, tanto como maestre de hacha y machete. ¡Qué cosa, doña Rosa, bella mariposa! Asina asín así, llamaba a la camioneta de color amarillo ladrillo, full equipo.