"Detrás de cada gran fortuna hay un delito". HONORÉ DE BALZAC.
El cielo luce encapotado, y de terror, al momento de levantar el estado de alarma, que tiene a Venezuela patas arriba por la cuarentena debido al covid-19, nadie en el gabinete económico del alto gobierno bolivariano, dan explicación alguna, de cómo va a ser el procedimiento para la recuperación económica, sobre la base de la reducción radical del gasto público burocrático innecesario, con la transformación del presupuesto nacional que se chupan el clientelismo: cívico militar, colectivos, milicias, ubches, comunas parasitarias, activistas del psuv en las nominas de las empresas del estado etc.
Esta coyuntura de la pandemia dejará en clara evidencia, que los países que lograron, con esfuerzo, y trabajo sostenido, generar crecimiento económico, ahorros, y solidez financiera serán los primeros en salir de esta terrible crisis, aunque muchos de esos países industrializados, son los que tienen las cifras más altas de contagio y muerte. Más temprano que tarde, esos países que cuentan con suficientes recursos económicos, y de políticos con capacidad de estadistas de verdad, no de politiqueros de oficio, en el más corto plazo saldrán adelante de esta desgracia: ya que los sistemas financieros de esos países sobreviven con ínfimos grados de solidez, y podrán financiar a las empresas del sector público, y privado, que más empleos generen, y mayor producción cubran en sus mercados.
Esto amerita, además, que esos gobiernos deban modificar las estructuras de gastos, para que los recursos ahorrados no sean malbaratados en la demagogia de financiar proyectos ideológicos locos de países totalitarios arruinados, y fracasados con el único objetivo de mantenerse en el poder.
Esto sin dejar de reconocer, y aplaudir el manejo temprano de la cuarentena del covid-19 en nuestro país por parte del gobierno de Nicolás Maduro, al César, lo que es del César, y Dios lo que es de Dios, nada de esto hubiera servido si nuestros ciudadanos sanos, y en edad productiva, esta vez caigan en la otra pandemia que reemplazará al actual virus chino… y que no es otra que si da miedo de verdad, como lo es la pobreza, y la miseria.
En este sentido, el gobierno venezolano no inspira confianza alguna, por la destrucción y paralización de todas las empresas públicas, encabezadas por pdvsa. La revolución bolivariana no tuvo los cojones de frenar la hemorragia de recursos despilfarrados, y botados a la basura por las gigantescas decisiones corruptas, de los verdaderos, vende patria. Que dejaron obras inconclusas tres ejemplos nada más: como el Metro Caracas-Guarenas-Guatire, el sistema ferroviario Anaco-Centro y Occidente, el tercer puente sobre el Rio Orinoco etc. No hay que olvidar esto. Esta sola trama de corrupción más de 100 mil millones de dólares en "obras" absolutamente chucutas, fantasmas e inservibles y, encima, se boicoteó, y destruyó la producción petrolera, donde se arrasa la Amazonia venezolana con el Arco Minero. No pueden seguir frente al estado mentes enfermas, que desechen, literalmente, la pérdida de miles de millones de dólares en unas refinerías inútiles, que no producen ni un litro de combustibles ni lubricantes, cuando se gastan millones de dólares en armamentos obsoletos, y otras exquisiteces faraónicas revolucionarias.
Hoy no extraña cuando el pueblo mayoritario al borde de la locura que causa el hambre, y la ansiedad de estar sin trabajo para comprar los alimentos, burócratas-parásitos del actual gobierno pretenden que estos hijos de dios se coman su propio dolor, cuando lo que deberían haber aprobado es la recuperación de la economía productiva y hospitalaria, para así abatir la hiperinflación, con la asignación de esos recursos para la construcción de nuevos hospitales, y facilitar el crédito de las pymes, que son las que generan más empleo. Pero vienen con la demagogia barata e ignorante que, en realidad, es la que le mete la mano al bolsillo de la gente, como lo son los comerciantes especuladores árabes y chinos, y la plaga de revendedores, y bachaqueros de todo tipo de insumos, mercancías, alimentos y medicamentos. Venden el cuento del bloqueo yanqui, cuando la economía en manos de incompetentes militares para ejercer esos cargos, están ganando miles de dólares, con choferes, cachifos, gasolina, exquisiteces, camionetas de lujo, celulares de ultima gama etc. Toda cortesía del pueblo venezolano a cuenta de pasar hambre, y vivir en la miseria.
Es verdad que la propuesta de rectificar de ciertos amigos cercanos a las alturas del poder, que me han llamado, y escrito, cuando juntos iniciamos la lucha para que Hugo Chávez llegara al poder, y luego lo heredera Nicolás Alejandro Maduro Moros, sea de verdad para bajarle 2 a la crítica, y tomarme un merecido descanso, y exista la buena intención de solucionar todos los problema, que nos afectan a todos; pero sí hay que destacar que esos gestos deben poner el dedo en la llaga: empezando por dotar a los hospitales, que de estar equipados con todo el material e insumos médicos quirúrgicos, la lucha contra el COVID-19, fuera como darle una patada a un borracho. No se puede pretender que los venezolanos se coman su tragedia hoy, y sigan con hambre y pobreza mañana.
Moraleja: Todo esto se parece más a él: "¡Abajo cadenas!" "¡Que el yugo lanzó!". De quienes tomaron la iniciativa en la gesta independentista en Venezuela, que fueron los "señores", y las incipientes clases medias. Sus dos prohombres más ricos, el Marqués del Toro, y Simón Bolívar, dirigieron la gesta ante la dominación española. Las masas populares que Marx calificó de "lumpen", y algunos ultrosos llaman "pueblo" rara vez miran más allá de la inmediatez en su lucha por la subsistencia. "¡Que el yugo lanzó!". Esta frase que dice: "Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó" rinde homenaje y evoca a Caracas, la ciudad donde se fraguó y culminó el movimiento revolucionario que inició el fin de la dominación extranjera, a la vez que glorifica a su gente. Es por eso que el pueblo venezolano grita en la calle y lo que más escucho, ante esta tragedia, en un paroxismo desenfrenado, no al "corona pobreza".