-
Vivo en un conjunto residencial terriblemente opositor, con unos opositores, ¡válgame Dios!, que como diría el tipo aquel de la cachimba, don Rómulo Betancourt, que nacieron adecos y que morirán adecos. Aunque los adecos de los andes son verdes…
-
El otro día, en plena cuarentena y desolación de la ciudad, y en una soledad absoluta, cuatro enfurecidos manganzones salieron a quemar cauchos, destruyeron cuatro vallas, y luego se fueron a dormir cuan largos son…
-
Para estos señores opositores las sanciones son falsas, aquí nadie provoca atentados ni sabotajes, los de Los Rastrojos no es cierto, como mentira que don Juan Guaidó se cogió CITGO, sino que Trump busca liberarnos de la "tiranía" y que en yéndose el chavismo del gobierno todos volveremos a ser tan felices como cuando aquí gobernaban Carlos Andrés Pérez, Caldera o Luinchi…
-
Muchos de esos que cacerolean son también los primeros en hacer las colas para recibir los CLAP’s.
-
Ayer en el sector donde vivo, formaron un horrible berrinche, y cacerolearon a rabiar, golpeando postes y haciendo resonar vuvuzelas, entonces me asomé al balcón y les grite: "¡Huyamos! Vámonos a Colombia, vámonos a Ecuador", y luego siguió un silencio abismal.
-
Les puedo asegurar que a muchos de esos opositores que con tanta rabia protestan por todo en este país, no se irían ni por el carajo para Estados Unidos, aunque les regalaran las visas.
-
Ahora bien, todos aquellos, que por doquier, con tanto orgullo mentaban que algún hijo, o su hermano, o su primo, o su tío se habían ido a Chile, o a Ecuador, a Perú o Colombia, o al propio imperio gringo (buscando la buena vida y la "libertad"), ahora viven en medio de un doloroso y terrible pánico. No es para alegrarse tampoco ni mucho menos, pero lo cierto es que no aprenden, ni nunca aprenderán… lástima…
Cacerolearon porque se fue la luz y les grité: "Vámonos a Colombia y a Ecuador!"…, y se acabó la vaina…
Por: José Sant Roz
Jueves, 16/04/2020 10:23 AM