Lo que "El Libertador" con las manos construyó; Páez, con los pies lo desbarató

Domingo, 19/04/2020 09:29 AM

"…Entonces podría hablarse de concordia y reconciliación cuando los Venezolanos, sintiendo por suyos los méritos de los otros Venezolanos, consagren a la exaltación de sus valores, la energía que dedican a la mutua destrucción (…)".

(Mario Briceño Iragorry, 1897-1958).

Nuestra hermana, de una misma madre, "Colombia"; debe sentirse enorgullecida, cuando en las estrofas de su Himno Nacional, lleva cantos de nuestra geografía territorial; versos que corren en una misma partida de nacimiento, como la savia que nutre los árboles:

III XI

"Del Orinoco al cauce "Ricaurte en San Mateo

se colma de despojos en átomos volando

de sangre y llanto un río ‘Deber antes que vida’

se mira allí correr con llamas escribió".

En Bárbula no saben

las almas ni los ojos

si admiración o espanto

sentir o padecer". (Letra: Rafael Núñez)

Después de este prolegómeno no trato de señalar el endiosamiento de uno, ni la execración del otro. Sólo pretendo colocar la justa dimensión de ambos personajes, en el momento histórico que les correspondió actuar. Histórico que quedó sellado en el tiempo, para la posteridad. Soy del pensar que, si no se conoce el pasado, al menos, intentar de escudriñar un poco, considero, se hace difícil entender el presente. El pretérito no aconteció, como un hecho casuístico, como generación espontánea. Tuvo una relación lógica de causas y efectos que estamos sintiendo, los que nos corresponde vivir estas horas de incertidumbres, dudas, desafíos ante la contemporaneidad. Como es obvio, cada mortal con su capacidad de comprensión e intereses, lo desentrañará deductiva o inductivamente. Todo esto forma parte del pensamiento complejo.

En concordancia con fuentes históricas, en Angostura, Bolívar embiste la liberación de América. Frente al caudaloso Río Orinoco, patrocina la creación de Colombia. Aquí, en este lugar, vuelven a echarse las fundaciones institucionales de la República. El 07 de Noviembre de 1819, parte para Angostura a solicitar del Congreso, una medida política para la influencia de Venezuela y la Nueva Granada, para la derrota final del Ejército Español: la reunión de las dos Naciones en un solo Estado. -"La reunión de la Nueva Granada y Venezuela es el único objeto que me he propuesto desde mis primeras armas; es el voto de los ciudadanos de ambos países, y es la garantía de la libertad de la América del Sur"-. (Indalecio Liévano Aguirre, pág: 264). En síntesis, da entender, que lo que pretendía Bolívar era, que fuéramos una gran Nación monolítica.

Aparece el fantasma de la contrarrevolución. Sin menoscabar sus proezas épicas, Páez (Ya no el Centauro, sino el político), se convierte en un caudillo; so pretexto, de reconciliarse con España, abolió las confiscaciones que Bolívar había decretado. Se oligarquizó. -"Desposeyó a la viuda del Gral. Anzoátegui, de los predios con el cual atendía a la subsistencia de su familia, para ser devuelto a los herederos de un realista connotado"- (J.L. Salcedo Bastardo. Historia Fundamental de Venezuela). En su afán de desunir; Páez se encaminó a sublevar a casi toda Venezuela contra Bolívar y el gobierno de Bogotá, bajo la Vicepresidencia de Santander. El otrora paladín de las "Queseras del Medio", lanza un decreto, cuyo objetivo sería mandar la definitiva separación de la Nueva Granada. El resto de la historia es conocida "ad populum".

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