Reflexiones materialistas en medio de la pandemia

Martes, 21/04/2020 08:11 AM

Los virus no son una creación del hombre, ni creaciones de laboratorios en alguna conspiración por el control del mundo; aunque puedan ser usados como armas.

Los virus son parte de la naturaleza, existieron millones de años antes que los humanos, caminaran por las sabanas del centro de África; y seguramente vivirán millones de años con nosotros o sin nosotros en el planeta.

Los virus están sujetos como todos nosotros a las mismas leyes que rigen el comportamiento de la naturaleza al cambio, la evolución y la transformación; por esta razón en algún momento los virus pudieran ser un riesgo, muchas veces lo han sido, para nosotros los humanos, la historia una es parta de la historia de la naturaleza y no podemos disociarnos de ella, pues somos parte de ella.

"toda la concepción de la histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico, Esto hace que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada fuera de ella; la producción real de la vida como algo protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo separado de la vida usual, como algo extra y supra terrenal. De este modo, se excluye de la historia el comportamiento de los hombres hacia la naturaleza, lo que engendra la antítesis de naturaleza e historia". Marx. La Ideología Alemana. 1846

Hemos recibido un mazazo de historia natural, somos parte de la naturaleza y los virus pueden ser una amenaza para nosotros de la misma manera en que la vaca y la gallina están "amenazadas" por el hambre humana.

Hemos retornado, así, a la concepción de los grandes fundadores de la filosofía griega, según el cual la naturaleza toda, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde el grano de arena hasta el sol, desde el protozoo hasta el hombre, se halla. Existe, en perenne proceso de nacimiento y extinción, en flujo incesante, en un estado continuo de movimiento y cambio. Pero con una diferencia esencial, y es que para los griegos solo era una intuición genial, constituye para nosotros el resultado de una investigación rigurosamente científica y experimental, razón por la cual cobra una forma más definida y clara. Engels. Dialéctica de la Naturaleza.1886

 

Es necesario reivindicar la concepción materialista y dialéctica, tanto de la historia humana como de la naturaleza; para parafraseando a Marx hacer menos traumáticos y más rápido los dolores del parto que nos lleven al triunfo contra la pandemia.

 

Materialismo supone la centralidad de la materia del concreto y realmente existente, como la base del funcionamiento tanto de la naturaleza y el universo como de la sociedad humana, que al fin y al cabo es naturaleza humanizada.

En época de tribulaciones, el oscurantismo, la charlatanería, las visiones fantásticas, mágico-religiosas, brujos demagogos y estafadores suelen alimentarse de las "almas temerosas", y con lógica razón, de un flagelo viral como el COVID 19, que ha puesto en jaque momentáneo a la ciencia médica. ¿ si la ciencia falla entonces es la hora de dioses, magos y "curas ancestrales"?

La ciencia y los materialistas no debemos temer nuestras limitaciones y desconocimientos, sobre todo a un virus que era desconocido. Pero armados con las herramientas de la ciencia, la investigación y el desarrollo científico-técnico la humanidad puede crear, y está creando, los únicos mecanismos reales para combatir la pandemia.

Es preocupante ver a altos funcionarios del estado promocionar "curas ancestrales" o a pseudocientíficos como herramientas validez para el combate de una enfermedad que hasta hace unos meses para la ciencia y la humanidad no existía; esta recomendaciones influyen en el temor lógico de una población que puede escoger equivocadamente entre una cura ancestral o acudir a la ciencia médica; y el tiempo que se pierda en las "curas milagrosas" pueden ser decisivos. La población debe comprender firmemente que no se puede escoger entre el "malojillo" o la ciencia, y las recomendaciones "gastronómicas" tendrán otros momentos. Es ciencia solo la ciencia.

Materialismo es saber cuál es la capacidad real de instalada en el país para producir mascarillas certificadas y funcionales, no es la artesanía de mascarillas la salida, esto puede ser muy loable que las costureras cosan mascarillas, pero están deben responder a criterios científicos y técnicos que le dan a esa mascarilla las propiedades reales de protección. ¿Se puede elevar la capacidad de producción de mascarillas en el país?, ¿se pueden reconvertir industrias textiles para la elaboración de mascarillas, trajes y batas para el personal sanitario? Y si allí las personas interesadas en colaborar pueden trabajar en un esfuerzo mancomunado de producir material sanitario eficiente y de manera masiva.

Esto mismos criterios sirven también para la elaboración de maquinas de respiración artificial y otros recursos sanitarios urgentes para el momento, a su vez si la necesidad lo requiere el estado venezolano debe requisar material sanitario e instalaciones medicas si así las condiciones los requieren, la sociedad no debe temer poner bajo su control total los capitales y la propiedad. Los recientes acontecimientos sucedidos en Turquía donde se requiso material médico comprado por España, hacen pensar que no es muy conveniente la dependencia de la importación de suministros médicos. Es necesario el desarrollo urgente de las fuerzas productivos y de los medios de producción en las aéreas médicas y farmacéuticas bajo control obrero y popular, es momento de usar la plusvalía generada por la clase obrera en salvar a la mayoría de la población , que casualmente son obreros y masas desposeídas.

Hasta el momento las autoridades nacionales afirman tener los stocks necesarios de materiales sanitarios para enfrentar la pandemia y pareciera ser así, aunque la gravísima situación del sistema de salud pública venezolana es evidente, hasta ahora las cifras de la pandemia tanto en contagiados como fallecidos en Venezuela, América Latina y África de contagio y enfermos se mantiene baja, salvo el caso de Ecuador, en comparación de las cifras en Europa Y Norteamérica; China parece haber contenido y reducido los efecto de la pandemia. África y América Latina han tenido tiempo para establecer cuarentena y medidas sanitarias, pero el tempo ganado, no nos debe hacer bajar la guardia ni postergar medidas urgentes de reactivación de las industrias vinculadas a los servicios sanitarios y farmacéuticos y de mejoramiento de los servicios sanitarios.

El virus ha seguido el camino del dinero y los capitales, no porque se transmita por los billetes, sino porque ha seguido la ruta de los grandes flujos de viajeros que están en relación directa con los grandes corredores económicos del mundo China-Europa-EEUU; América del Latina, África y parte de Europa Oriental no tienen los altísimos niveles de movilización de personas que se desplazan entre la Unión Europea y los EEUU, y China rápidamente bloqueo sus fronteras , eso ha hecho que las personas contaminadas del virus que llegaron a América latina o África lo hicieran en números mucho menores que las que arribaban a Europa O los EEUU y eso también influyen en los números de la pandemia.

Es notable la poca presencia hasta los momentos, en los medios de comunicación venezolanos de personal especializado en las aéreas médicas y epidemiológicas. Indudablemente es importante que la jefatura de estado de la cara en estos momentos, pero a su vez es necesario que la sociedad venezolana sea informada y educada en el rigor científico y materialista sobre la naturaleza y comportamiento del virus, de los protocolos médicos de prevención y esto solo puede ser hacerse de la manera más eficiente si los médicos, bioanalistas, biólogos, bioquímicos, virólogos, epidemiólogos, enfermeros y científicos venezolanos y de otras confines están permanentemente investigando sobre el virus y educando a la sociedad.

Quedarse en casa y esperar que milagrosamente todo se resuelva, es casi igual que rezar y esperar el "Dios Proveerá". Ojo no se niega la cuarentena, esta es una vieja, medieval y eficiente manera de evitar la propagación.

Pero la política debe ser crear distanciamiento físico más no social, que aquellas personas no directamente involucradas en el combate del virus y al mantenimiento de los elementos más esenciales del funcionamiento de la sociedad se queden en sus casas, los que deban salir por que su trabajo es vital, cuenten con la debida protección.

La consignar debe ser QUEDATE EN CASA, pero que toda la sociedad se reorganice en función de luchar contra la pandemia, control social y popular de todos los elementos y recursos necesarios para luchar contra la enfermedad, si hay que expropiar al capital y a la burguesía para salvar a la humanidad, no se debe dudar ni por un segundo.

Sin tu poderoso brazo nada se mueve, decía aquel dramaturgo Alemán. La solución no es parar el brazo poderoso de la clase obrera, es ponerlo en función de salvar a la humanidad y no para ser explotado por el capital.

La pandemia ha demostrado que la burguesía como clase, no nos sirve para mucho; ¡En cambio los millones de proletarios de la ciencia y la salud libran una heroica batalla por el humanidad y el género humano ES LA INTERNACIONAL!

Profesor de historia Wladimir Abreu

vladimirabreu@hotmail.com

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