Opinión reflexiva número mil a la que da cabida Aporrea, agradecimiento a los colegas y a los lectores, 166 meses desde Junio 2006, complacido por las respuestas y comentarios de aliento, y también por qué no, a las acervas expresiones a veces de excesiva vulgaridad en mi contra, imposible considerarlas argumentos sino simplemente procederes fanáticos. A todas y todos gracias por leernos y parodiando la frase "te lo he dicho una y mil veces", persisto en el propósito que enmarco en la buena fe, manteniendo principios ideológicos iniciados hace 60 años, sin filiación partidista tradicional en venezolanos de mi edad. Mil veces y las que sean necesarias a futuro, argüiré que el socialismo enfrenta la barbarie del capitalismo internacional, dañino e ineficaz.
Ni en los momentos más peligrosos de persecución a gente de izquierda, realizada por quinquenios en gobiernos que presidieron figuras adeístas social demócratas, o copeyanos social cristianos, bajé la guardia de pensamiento protestatario revelando la pantomima de la supuesta democracia representativa, la que hoy avala una infeliz conciencia bachaquera de explotadores, irrespetando la horrorosa pandemia, elevando precios sin compasión. Al indiscutible fracaso capitalista bestial, lo desviste el 2020 en las peticiones de la ONU, que incluyen condonar la deuda a países subdesarrollados, y reactualizar la economía mundial, evitando cobros salvajes que alcanzan un billón de dólares, es decir un millón de millones con los que mediante préstamos, han neocolonizado al mundo con la influencia perversa de EE UU y sus vasallos del orbe.
Si he escrito mil "críticas ácidas" en una nación pluralista y de verdadero respeto a la diversidad de ideas, pese a la falsa imagen que nos han montado los capitostes de la comunicación corruptocrática, bajo la égida del capitalismo bendecido por un periodismo venal, condeno en compañía del colectivo mayoritario nacional, tanto a negociantes del oficialismo, como a cacócratas opositores, mantenidos por intereses extranjeros. Me complace hacerlo con igual vehemencia bolivariana, socialista y esencialmente antiimperialista.
Mil rechazos al bachaquerismo criminal, que trabaja por una explosión social justo cuando por fin el gobierno asoma medidas fuertes contra la hipocresía de los dolarizantes falaces, los pervertidos de conciencia homicida. Por supuesto que no le va a parecer razonable a nadie de buen juicio aceptar que mientras el dólar se descalabra en el mundo, en Venezuela nos padrotee esa moneda colocada como indicativo principal para encarecer la vida diaria. Póngale gasolinoctanos al socialismo bolivariano ciudadano Presidente, tiene quien le apoye, con sus oportunas intervenciones diarias y el legado Chávez, continúe en lucha permanente, por mi parte reclamaré igual que ahora lo que considere pertinente. Venezuela vencerá.