La pandemia está revelando como somos realmente y que haremos con los líderes si tenemos potestad de ratificarlos a colocarlos en cuarentena cuando en algunos países demuestren si hay o no democracias y se presenten elecciones presidenciales como el caso de Estados Unidos.
¿Cómo nos hace cambiar la conciencia el virus? Ya pasada una temporada será tiempo de evaluar y discernir que es lo bueno y lo malo, donde hay Estado y Gobierno y donde no hay.
Cuando se desplegó el corona virus se empezaron a caer mitos en América, se decía que en Venezuela no había gobierno, que el sistema de salud era inservible, que el desastre económico terminaría con el país y que era necesaria una ayuda humanitaria según el discurso de los voceros del Departamento de Estado repetidos por la oposición extrema venezolana. Nada de eso pasó y Venezuela resurge de las cenizas mediáticas donde las grandes agencias noticiosas la intentaron quemar viva, la defenestraron y aún intentan llevarla al borde del abismo ahora en otro ciclo de agresión, pero todo parece indicar que los pronósticos previstos por el gobierno de los EEUU, están revertiéndose hacia su territorio.
Estados Unidos, ni en los peores momentos de la Guerra de independencia, ni de Guerra Civil ni de la Primera y Segunda Guerra Mundial había experimentado un estado de conmoción catastrófica tan severa como el que vive ese pueblo, a quienes, por humanidad, debemos ayudar. Nunca un presidente de EEUU estuvo tan severamente cuestionado como ahora lo está Donald Trump, ni siquiera Nixón por el caso Water Gate que fue obligado a renunciar o Clinton por sus andanzas eróticas incontroladas.
Colombia con un empresario presidente como Ivan Duque que diseño la Política Naranja y señaló en marzo de 2020, que "una de las tareas más grandes que tenemos en la Alianza del Pacífico y que pensamos liderar durante la presidencia pro tempore es que las industrias creativas estén en la conversación entre los países y que podamos consolidar ese mercado". Ese sigue siendo un objetivo difuso, aunque la pandemia a decir de él y de la economía de mercado es temporal. Sin dudas es un temporal catastrófico que ha acabado con miles de colombianos infestados que no podrán hacer "teatro, artes plásticas, cine, danza, música y la gastronomía" prometida por Duque para la industria del turismo, tal y como señala la intensión del programa Naranja, hoy desteñido a gris por los 4.561infestados y 215 fallecidos que crecerán en espiral exponencial una vez que después del 27 de abril de 2020 suspenda la cuarentena en el país, para dar paso a la economía de mercado "naranja" y a un aumento de la curva infecciosa del corona virus que pone en alerta "naranja" y en riesgo a su población y a sus vecinos.
A ello se agrega, el exponencial crecimiento de la producción de cocaína, que alcanzó niveles históricos según datos de la ONU, de 1,200,000 de kilos producidos, las autoridades colombianas incautaron solo 400 mil kilos, es decir que el 64% sigue salió hacia EEUU, México y Europa entre 2018 y 2019. Al parecer ninguno de los programas de eliminación o sustitución de cultivos ha tenido efecto, ni tampoco las medidas represivas contra la industria del narcotráfico porque "47 por ciento de la coca que inunda los campos del país se encuentra en zonas de manejo especial. Es decir: Parques Nacionales, Resguardos Indígenas y Consejos Comunitarios"…"esas cuentas permiten inferir que 1 hectárea productiva durante un año tendría una producción potencial de entre 8,2 y 9,6 kilogramos de base de cocaína" según un reportaje de la revista colombiana Semana.
Para poder sostener ese ritmo de producción de clorhidrato de cocaína necesitan diluyentes (gasolina, tinner, y urea) derivados del petróleo que es contrabandeado desde Venezuela a través de una economía criminal que les ha jurado la guerra a las autoridades venezolanas en tanto estas han asestado duros golpes al paramilitarismo que funciona como recurso defensivo y resguardo del narcotráfico en la frontera común.
Si el mercado del tráfico de estupefacientes colombiano se ha incrementado, paralelo a la incapacidad del Estado Colombiano por controlar la situación, tal y como indican las estadísticas, pudiéramos inferir que hay una asociación silenciosa e invisible de este con las mafias del contrabando de extracción de narcóticos, en tanto que esas estadísticas se han mantenido a lo largo de 2020. Lo que resulta en otra "enfermedad social" tan grave como el COVIC 19, solo que la primera al parecer es estructural y se comporta en los límites de un narco Estado.
Lo agravante de esta situación es la proliferación de la violencia fronteriza, un mal "orgánico" que en tiempos de pandemia empeora la situación de la población fronteriza tanto urbana como rural, sin perspectivas de control ni de disminución.
Similar situación de descontrol ocurrió con la pandemia. En Colombia como en muchos países de la región como Ecuador, Brasil e incluso los Estados Unidos: la cuarentena fue convocada tardíamente y se comprobó que los sistemas de salud no funcionaron a cabalidad y en la dimensión necesaria para controlar la infección, lo que generó situaciones catastróficas de salud como señalan las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
ACNUR como "actor político" fronterizo
Mientras en la frontera colombo venezolana se agolpan miles de venezolanos que desean regresar a Venezuela huyendo de la situación pandémica al sur del subcontinente, los ministerios de sanidad de Venezuela y Colombia acordaron protocolos para ingresar un promedio de tres mil venezolanos semanalmente, quienes ahora buscan refugio, reciben atención médica y apoyo de las autoridades venezolanas ante la amenaza de la pandemia. Ahora más que nunca se impone un diálogo entre ambos países.
Resulta sospechoso y paradójico que la agencia Acnur encargada de velar por los "refugiados" ahora publiquen una cartilla "para los migrantes que están retornado a Venezuela. En ella se plantean los escenarios, riesgos y consideraciones que debe tener el venezolano que tome la decisión de retornar a su país...hace un llamado de atención por las estafas que se han presentado con el tema del retorno y los servicios prestados por líneas de autobuses que no cumplen con el traslado, que no poseen los permisos correspondientes y que nunca llegan al destino establecido….hace énfasis en que los migrantes deben informarse sobre las condiciones en las cuales llegarán a Venezuela, las rutas para llegar hasta las ciudades finales de destino y la estadía transitoria de aislamiento que se puede tomar una vez lleguen a territorio venezolano…también hace un llamado a los venezolanos de cómo podría impactar su retorno en los procesos de solicitud de refugio en Colombia"
Sin embargo, en el portal de Acnur informan oficialmente la necesidad de más recursos para sostener el programa de apoyo a los refugiados venezolanos que "la emergencia mundial actual de salud pública ha agravado la ya difícil situación de muchas personas refugiadas y migrantes de Venezuela y de sus comunidades de acogida. Se necesita con urgencia financiación para prestarles ayuda."
Lo paradójico y crítico es que no destacan el desplazamiento de miles de venezolanos a su país e insisten en denunciar la crítica situación económica, de seguridad, salud, alimentos y medicinas en Venezuela, como si se tratare de un actor político de la posición extrema venezolana y usando las mismas claves del discurso de los voceros del Pentágono.
Resulta muy grave que una agencia dependiente de la ONU, emita estas "advertencias" de Acnur Colombia que parecen más bien amenazas a los refugiados venezolanos quienes regresan a su país. De ser cierta esta información, está en proceso un chantaje a estos refugiados venezolanos , entonces procedería una investigación y de confirmarse la especie, proviene una sanción a los promotores de tales desmanes propios de farsantes y no de una organización internacional seria que procura la paz, el diálogo y la defensa de los derechos humanos.
En la frontera colombo venezolana se han presentado los límites de la verdad y la mentira, durante cinco años un tinglado de organizaciones no gubernamentales han tratado de crear un escenario de crisis humanitaria para pedir "ayuda humanitaria" y han pasado a la lista de sospechosos de fraude, entre estas ACNUR y en el que lamentablemente los gobiernos de Colombia, Ecuador, Brasil y Chile, igual que el Secretario General de la OEA, Luís Almagro, han sido cómplices de una tramoya funesta montada por el Departamento de Estado Norteamericano para hundir a Venezuela en la incertidumbre y el abismo. Parece que no calcularon algunos asuntos estratégicos y la pandemia les ha complicado los planes, pero sobre todo la organización y disciplina del pueblo venezolano que puso a prueba su sistema defensivo masivo ante la amenaza del Corona Virus.