Madre, poemario de vida

Sábado, 09/05/2020 02:16 PM

Prueba de embarazo en sangre: Positivo. Felicitaciones, usted va a ser MAMÁ. Sentimientos encontrados recorren tu ser, te asaltan en cayapa miedos, temores pero también felicidad, confianza y esperanza trayendo instantáneamente profundas alegrías y piensas, todo saldrá bien.

Transcurre tu día a día. Náuseas matutinas, los olores te repugnan, le agarras fijación a algunas personas, se te antoja comer desde lo más raro y a destiempo, por ejemplo te quieres comer el hielo que hace la nevera de escarcha a la 1am porque tienes mucha sed y solo ello la saciaría, bueno y muchas cositas mas así por el estilo.

Continúas en tu estado de gravidez y un buen día aparece el inolvidable primer movimiento, uff, sensacional. Ese día lloras de amor, de fe, de ternura, de vida. Otro día te dicen su sexo, claro que independientemente tu le amas sin distinguir entre ella o el. Te cuidas lo más que puedes por mero acto de responsabilidad, entendiendo tu parte y el costo por no hacerlo…

Aproximadamente entre las semanas 37-38 ya no consigues acomodo al dormir, ni al caminar, ni al sentarte, ni al pararte etc., crece la ansiedad por conocerle, si al principio comías muy poco, a esta altura del partido quieres comerte todo y nada te sacia. He allí la importancia en el consumo de frutas, vegetales y verduras, los cuales tienen los nutrientes necesarios para ambos –tú y bebé- crece y crece tanto tu piel abdominal como tu relación única e intransferible, lo que vas sintiendo es algo así como que tus prioridades antes eran copadas por cosas tuyas ahora no, ahora todo lo copa bebé y tú te vas siendo desplazada pero como en una especie de retoñar.

He irrumpe ese día, el alumbramiento, generalmente con dolores –aunque hay excepciones por ejemplo mi mami nunca tuvo dolor- pero las que los tuvimos sabemos que tales superan lo que el cuerpo humano puede soportar, algunos expertos indican que sobrepasa las unidades de dolor llegando a sentirse como si te partieras 20 huesos a la vez. Si bien es cierto en casos específicos se programa una intervención quirúrgica y en otros –casi siempre- se da el parto natural, resulta impredecible, llega cuando tiene que llegar pues como lo reza el predicador en el Eclesiastés: todo tiene su hora. Y sasss llega, sí, llega y te cambia todo, te llena todo, le aceptas tal cual es y lo único que haces es amarle sin igual. Te atrapa y al abrazarle no quieres separarte jamás, tan pequeñín, tan único, tan tuyo. Le ofreces instintiva y exactamente lo único que busca en ese momento: tu pezón. Y transfieres millones y trillones de beneficios que la naturaleza te retribuye en bienestar mutuo. Crece en tamaño y en desarrollo, lo que logras podría decirse que es directamente proporcional con tu amor especial hacia el y/o ella.

Señoras agasajadas de este día, hoy más que nunca felicitaciones, no hemos nacido aprendidas en el arte de ser madres, al contrario vamos aprendiendo con más errores que aciertos, pero estableciendo que la diferencia la impone tu amor. Esa es la medida, no es que tus hijos e hijas sean los primeros en todo, prefiero que sientan que son lo primero y más especial en nuestras vidas y corazón, no es partiéndote el lomo para darle todo lo material que según el sistema te impone debe tener, lo que se traduce en, comprarle ropita cara y de marca que por cierto solo leen las personas adultas, nunca he visto a un niño o niña leyendo la marca del pantalón o vestido que carguen sus amiguitos, además de juguetes caros y aparaticos electrónicos "estimulantes" son tan estimulantes que en 5 minutos cubren sus expectativas y se aburre, y vuelves al círculo vicioso de comprar otro y otro y aburrirse una y otra vez fracasando en el intento.

Particularmente pienso que estimularles es a su vez, entender y traducir por ejemplo los balbuceos, convirtiéndolos en palabras, las miradas, convirtiéndolas en caricias, edificándoles en la fe, dándoles libertad, dejándoles palpar entre sus manitos la tierra, las hojas, la lluvia, enseñándoles el respeto por los mismos e instándoles a construir sus propios juguetes con palitos, piedritas etc. Para que descubran a partir de la curiosidad. En fin, dejarlos ser.

Hablando de curiosidades, Jesús de Nazaret se le perdió a su mama ¿habías pensado en ese episodio? Sí, se le extravió a María ¿erró ella acaso? No lo sé. En realidad no creo que haya errado y si lo hizo rectificó, como dice el dicho popular: errar es de humanos, rectificar es de sabios. Con respecto a esta historia, me viene a la mente un tema de nuestro cantor del pueblo Ali Primera: "Madre, déjame luchar, tú me enseñaste a compartir el pan, a compartir amor a compartir los sueños". Aprendamos la lección que nos refiere a la unión, a la lucha y al desprendimiento verdadero, no de lo que sobre sino dar aun lo que tenemos para nosotros.

Desde la sencillez y la modestia se hace un alma grande y fuerte, preparada para enfrentar las vicisitudes que presenta la vida. Mejor que los psicólogos o analistas mentales, las madres descubren, conocen y abordan nuestras debilidades para ayudarnos a crecer, nos potencian de manera tal que no hay cabida al vacio. Las madres observan, callan y al mismo tiempo son tan oportunas sus palabras. Su mano firme y tierna llega justo cuando la necesitamos y nos dice, calma todo va a estar bien.

Las debilidades que más conocen son las relacionadas con el paladar y así como dice la canción navideña "la mejor hallaca la hace mi mamá", uno dice que nuestra comida favorita la mejor preparación la tiene nuestra mamá, en mi caso la sopa de arveja que hace mi madre no tiene nombre de lo rebuena y rica que es, para otros la debilidad será una torta tres leches, un arequipe, un quesillo, un pasticho, es mas si uno dijera que quiere un fuagra –foie gras- hasta se atrevería a inventar hacerlo y de seguro quedaría de alta cocina, ¡divino!

Resumiendo, felicito a todas mis familiares y amigas por el privilegio de ser madres, a las que han tenido que luchar solas que dicen por allí son padre y madre, mas sin embargo a mi modo de ver vendrían siendo mejor, doblemente madres. Feliz día a las abuelas y es que considero que lo mejor de ser madres es que en un futuro seremos abuelas. Agradezco a Dios, por mis tres hijos, mi mayor aventura, mi mayor aprendizaje, mi mayor ternura, nadie nace con el manual de crianza debajo del brazo, pero al parecer lo vamos escribiendo día a día. Felicidades.

*Profesora de Música. 

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