Se puede considerar que el abordaje que se le ha dado a la pandemia, ha resultado ser, según mi modesta opinión, acertada y anticipada, dejando en claro ante la población los riesgos para la salud y la economía, con todas sus implicaciones. Desde el mismo momento en que el coronavirus hace su aparición, la reacción gubernamental fue la de asumir la gravedad de tal situación, lo que generó una serie de propuestas e indicaciones a la población respecto a las medidas de prevención y protección a tomar, en lo individual y colectivo.
Es de reconocer que, en los primeros días, después de las orientaciones y recomendaciones de cómo afrontar la pandemia, por parte de las autoridades encargadas de la salud y con el presidente a la cabeza del equipo, en cadena nacional, siempre se ha sostenido que la situación es grave por ser un virus letal y desde entonces, se ha venido manejando información a través de una estadística que contempla los casos diarios de contagios, los que han sido recuperados, los que permanecen en cualquier institución de salud asignada para chequeo, control y hospitalización de eventuales casos, y los fallecidos.
De manera relativa, y en comparación con otros países, inclusive los vecinos, se supone que la labor de los organismos de salud de Venezuela, siguiendo las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha hecho posible que hasta ahora se considere exitoso el trabajo cumplido, aun cuando no se puede cantar victoria, si aun no se termina de recibir a las personas que están regresando al país, que puede constituirse en un verdadero foco de contagio, si se descuida la rutina y el esquema a cumplir en relación a las pruebas a realizarse y la cuarentena obligatoria, a la que deben someterse.
Es por eso que a veces, es necesario contar con la conciencia del pueblo y el respeto que debe tener en relación a las normas a seguir para evitar males mayores. Se debe continuar con el relativo aislamiento social y conservar las distancias entre personas, aun con la protección del tapabocas que ha resultado una barrera eficaz para evitar contagios. No hay que vivir como si no pasara nada, hay un problema latente, del cual todos quisiéramos salir, pero…
Si se pudiera hablar del relativo éxito hasta el momento de la contención del virus, según las estadísticas que se manejan, se puede comentar que no ha existido contradicción entre lo que disponen las autoridades sanitarias y las orientaciones y recomendaciones del presidente de la republica con las autoridades regionales o municipales. Hay que tomar en cuenta que nuestras autoridades sanitarias, siguen las recomendaciones y medidas sanitarias establecidas por la Organización Mundial de la salud, la Organización panamericana de la salud (OPS) entre otras. Además de eso, se han tomado experiencias positivas de países que afrontaron primero que Venezuela, las consecuencias de la pandemia y que además de eso han colaborado con recursos e insumos útiles para el despistaje y control del virus.
Otro detalle importante y de acuerdo a lo anterior, es que no ha habido división de criterios que pudieran crear cierta anarquía, en la forma de manejar la pandemia. Debe ser por eso que en comparación con otros países, Venezuela, presenta según su estadística, números bajos en relación a los contagiados y los fallecidos; pero con un aceptable promedio de recuperados que implica la labor de vigilancia y atención de los casos reales.
Sin embargo, hay que estar atentos. Aun, y quien sabe hasta cuándo van a estar retornando al país, compatriotas desde países como Ecuador, Perú, Chile, Brasil y Colombia, que como se sabe viven situaciones críticas de contagio por coronavirus, y eso obliga a extremar las medidas de prevención sobre todo en la frontera y en cada vuelo que trae venezolanos en los viajes humanitarios, a fin de evitar posibles contagios, por lo que se cree indispensable enfrentar el coronavirus como si fuera la primera vez. Es necesario para eso, respetar la cuarentena, y seguir usando la protección adecuada sugerida para tal situación.
Por lo dicho anteriormente, las autoridades deberían ser cuidadosas y precavidas en la flexibilización de las medidas de aislamiento social, y eso implica crear conciencia en el pueblo, sobre el respeto por las normas y protocolos a seguir, para evitar el contagio. En fin, para tener normalidad en Venezuela respecto a las actividades económicas, laborales, educativas, entre otras, es indispensable ser cauteloso ante la aparición de casos positivos y en base a ellos y en algún momento después de la recuperación, tomar la determinación pertinente de regresar a las labores cotidianas del país.