Jorge explícale a Diosdado que en la ciencia las divergencias no son peleas de pranes

Sábado, 16/05/2020 03:41 AM

El madurismo, en medio de esta crisis que es triple (crisis de gobierno agotado, crisis de gasolina y crisis de coranovirus), se desliza rápidamente al fascismo, muestra su verdadera naturaleza. En esta situación, el programa de televisión de diosdado funciona como una sala de ejecución, allí se juzga sin derecho a la defensa, se amenaza y se sentencia.

En el último programa, miércoles 13 mayo, se amenaza a la Academia de las Ciencias Físicas y Matemáticas por haber publicado un modelo matemático con el que pronostican un número alto de contagiados diarios en los próximos meses. Diosdado, con su mejor traje de juez y verdugo, amenaza con la llamada operación "tun tun", esto es que los cuerpos represivos arremetan contra los académicos que construyeron el modelo matemático, el juez verdugo considera el informe como un delito y sentencia. El hecho merece consideración. Veamos.

No es la primera vez que en el mundo se persigue la ciencia porque sus resultados irritan a los gobernantes, ejemplos abundan, destacan: Giordano Bruno, quemado en la hoguera por sacar a la tierra del centro del universo; Galileo y su Eppur si muove («Y, sin embargo, se mueve») refiriéndose a la tierra, que le costó casa por cárcel de por vida; Darwin, por hablar de evolución y postular que el hombre desciende del mono; Freud, por develar el inconsciente con su carga sexual; miles fueron los científicos que hitler persiguió. Estas persecuciones a la ciencia son señales nítidas de gobiernos dictatoriales y épocas de oscurantismo. La politización de la ciencia es mal augurio para la humanidad.

La verdad científica no puede depender de la política, no se puede determinar de acuerdo a los caprichos y conveniencias de los gobernantes. El criterio de veracidad en la ciencia no es un problema democrático. Por ejemplo, no podemos someter a referéndum aprobatorio la Ley de la Gravedad, no se puede negar en un tribunal, en el púlpito o la tribuna pública la relación entre cáncer del pulmón y el tabaco por beneficio a las tabacaleras. Mucho menos se puede establecer una verdad científica con los cuerpos represivos, o amenazando en salas de ejecución. Un informe científico se rebate con evidencias científicas, con resultados que refuten a otros resultados, esa es la esencia de la ciencia, la clave del avance científico. Pero esa conducta precisa de una altísima libertad de parte de los gobernantes y de la sociedad toda que deben tener la altura moral para aceptar cualquier verdad o refutarla con razonamiento científico. Se explica así la persecución de este gobierno a las universidades, a los Centros de investigación, este odio al conocimiento.

Jorge que es un conocedor de la ciencia, debería ir más allá de la bata blanca en sus informes diarios y enseñar a la cúpula los rudimentos de las reglas del juego científico. Claro que en esta pretensión se encontrará con un inmenso muro: el carácter represivo que prevalece en el gobierno, su carácter de pranato que todo lo pretende arreglar con mentiras o con represión, dos enemigos de la ciencia. El madurismo, diosdado, persiguen a la ciencia porque esa es su naturaleza, por eso acosan a los que escriben en contra, por eso reprimen, masacran, no tienen otro argumento que la violencia, ante cualquier disidencia usan la furia, sólo permiten adulación.

Jorge tiene un dilema cuando da estos informes del coronavirus: o se quita la bata blanca símbolo de seriedad científica, o se resigna ser actor de una farsa.

 

 

 

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