La cuarentena: un mal necesario

Martes, 26/05/2020 07:26 PM

Ayer camine desde el Golfito rumbo al centro cívico a buscar
provisiones, con los precios dolarizados es una tarea un poco
estresante. Hoy camine desde el Golfito hasta el Centro de Acopio, no
hay señales de jornadas por el bloqueo y las medidas coercitivas del
imperio contra el pueblo de Venezuela para provocar un estallido
social.

De regreso fui caminando a visitar a mi hijo Eulices en el Barrio
Isabelino Palencia, a la altura de la avenida 32 con carretera G vi a
mucha gente cargando agua desde la 34 hasta sus hogares, unos lo
hacían con pipas, cuñetes y botellones de agua mineral en medios de
transporte rudimentarios como carretillas, carruchas, bicicletas y
hasta en moto.

Escuche algunas personas exponer su visión sobre la llegada de los
barcos iraníes con la tan esperada gasolina.

Todo transcurre en una carrera contra el reloj porque a las 2pm
cierran los expendios de alimentos en una cuarentena que nos ha
golpeado a todos sin distinción, hasta el más incrédulo se acordó de
Dios y ayer antes de acostarme pensé que en esto de la pandemia, la
voluntad de Dios había sido equitativa porque nos está golpeando muy
duro a todos.

Ayer escuche en las noticias que solo en Estados Unidos suman 30
millones de desempleados por la recesión económica y paralización de
las empresas.

Nuestra realidad refleja lo que pasa en el mundo, unos gobiernos
optaron por proteger la economía y otros por proteger a la población
en medio de una situación apocalíptica que amenaza la existencia de la
especie humana.

En nuestro país se venía flexibilizando y un leve repunte obligo al
gobierno a radicalizar las medidas con la aplicación de toque de queda
e municipios fronterizos ya que los gobiernos vecinos han sido
negligentes de la adopción de medidas para proteger a sus propios
conciudadanos y a los nuestros, después de recibir financiamiento para
atenderlos por razones humanitarias, los están repatriando por la
fuerza generando condiciones para que se masifique la expansión del
Covid 19 en nuestro país.

Cuando comenzó la cuarentena le escribí a la compañera Lesbia
Rodríguez para alertarla sin ánimo de caer en fatalismo y negativa
para restringir el acceso al cementerio municipal teniendo en cuenta
que todas las patologías causantes de muerte están presentes como
vectores y sobre todo, porque en los últimos años y por la experiencia
que viví como director del campo santo, se incrementaron las cifras de
fallecidos por tuberculosis, paros e infecciones respiratoria que
agravan la situación por la profanación de tumbas que liberan
bacterias, poniendo en riesgo la salud y la vida de los trabajadores y
visitantes del cementerio, incluso como sugerencia le dije que
debíamos prepararnos para la inhumación de 2000 difuntos tomando en
cuenta las estadísticas nada confiables del éxodo de familiares y
amigos que hoy están siendo expulsados de países vecinos donde ya el
brote, contagio y muerte supero la capacidad de las instituciones para
atender.

La temprana adopción de medidas sanitarias del gobierno nacional en
sintonía con la Organización Mundial de la Salud logro contener, en
una primera etapa la expansión del virus pero nuestra verdadera
emergencia comienza con el levantamiento de la cuarentena en países
como Perú, Chile, Ecuador, Colombia y Brasil donde la negligencia de
sus gobiernos y su inclinación por proteger más a las empresas y
economía que a sus propios pueblo los convierte en el próximo
epicentro mundial de la pandemia.

La situación de nuestros hermanos en esos países donde son violados
los derechos hermanos, la salud es un negocio y como consecuencia de
la campaña de xenofobia son víctimas por el inhumano cobro de
servicios, de arrendamiento y encima de esto tienen que arreglárselas
para cubrir las necesidades fundamentales de alimentación y salud sin
ingresos.

Nadie es experto en situaciones como la que vivimos y a cada uno nos
ha tocado aprender y crear soluciones a partir de la austeridad.

He visto como mi barrio, en otrora populoso y bullicioso al llegar las
6pm se convierte en un pueblo fantasma, muy pocos vehículos circulan
porque una mafia de funcionarios encargados de la custodia de los
expendio de gasolina cobran en dólares a los pocos que se pueden
surtir.

Lo mismo ocurre con el gas, se supone que si no hay gas no hay para
nadie pero es irónico que la empresa pública encargada del suministro
de gas no tenga pero los comerciantes inescrupulosos que expenden el
cilindro de 43 kilos si tengan en 10 dólares cada uno, por esa razón
cada día se llenan los bolsillos con la necesidad de nuestra gente.

Y así mismo ocurre con el agua potabilizada, estaba por enviarle un
mensaje al alcalde para decirle que, "me parece una obscenidad", el
uso de camiones cisternas para desinfectar calles, aceras y plazas
mientras no hay agua en nuestros hogares, se supone que la prioridad
es llevar el agua a los barrios pero en el Golfito y lo tomo como
referencia: desde que gano las elecciones el compañero alcalde Pedro
Duarte, nunca han realizado una jornada de suministro de agua con
camiones cisternas ya que nuestro sistema de distribución fue
saboteado por mercenarios para crear la necesidad y con ella el
negocio de la pipa de agua en dólares, algunas familias hacen el
sacrificio de comprar agua mineral para poder realizar el aseo
personal y otros asuntos importantes como la preparación de alimentos.

Y no hablemos de alimentos porque todos sabemos que por un lado Donald
Trump con el bloqueo económico y las medidas coercitivas conspiran
contra nuestra cotidianidad, el bolsillo y estomago pero también lo
hacen los comerciantes bajo la mirada permisiva de los funcionarios
que deberían ejercer control para exterminar este crimen de lesa
humanidad.

No solo se trata de controlar que los comerciantes cumplan con el
expendio de alimentos de calidad a precios justos, también se trata de
producir y crear fuentes alternativas de suministro para que nuestra
gente no padezca hambre.

El debate que se dio en el extinto Congreso de la Republica dejo
expresiones para la historia sobre las causas que crearon condiciones
para la rebelión militar y en una frase en su discurso que lo llevo
nuevamente a Miraflores, Rafael Caldera dijo; "democracia con hambre
no dura", esa frase es la justificación de la derecha fascista porque
tienen más de 20 años tratando de crear las condiciones para un
estallido social o un golpe de estado contra el chavismo.

La cuarentena es un mal necesario, nos ha tocado aprender en solitario
y colectivo como hacerle frente, nos viene el desafío del retorno
masivo de nuestros hermanos y nuestra preparación para mediano y largo
plazo porque todavía no existe vacuna y esto hace suponer que para
mediados del próximo año todavía estaremos en cuarentena y las cifras
de Venezuela serán los titulares de la gran prensa mercenaria.

Quizás algunos de nosotros no vivamos después de la pandemia pero en
vida tenemos que luchar y contribuir para que las generaciones futuras
continúen con la preservación de la especie humana y sean mejores que
nosotros en todos los sentidos porque no solo habrá cambios como
consecuencia de la pandemia sino que esta influirá en rebeliones
populares que derrocaran gobiernos, en resultados electorales donde
perderán los favoritos del status cuo y el surgimiento de un nuevo
sistema de relaciones humanas entre países.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!


 

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