Si la ANC aprobara la pena máxima de prisión a los especuladores, con una mínima de 5 años sin salir ni por buena conducta, dicha ley sería aplicable a los grandísimos hijos de la auto aflicción buscada, que abandonaron la conciencia de tolerancia y entendimiento, cubriéndose con bachaquerismo mental deplorable, explotador y bastardo, con el perdón de quienes, no reconocidos por uno de sus progenitores, lógicamente les molesta la bastardía de la que no tienen la culpa, y algunos deciden pagarla con la sociedad. Esa anomalía conductual tiene tratamiento psicológico, pero es imperdonable en los neoespeculadores reptilianos.
Individuos que desde la derecha capitalista desprecian y discriminan a sectores de menores recursos y de acceder al poder nos regresarían a los desgobiernos padecidos entre 1959 y 1999, serían administraciones similares a las de políticos que obedientes al capitalismo salvaje, activan medidas como las dictadas por el presidente de Ecuador, que ha sometido a dicha nación bolivariana a desmanes sugeridos por el imperio de los USA, y organismos acreedores internacionales, que en nombre de la democracia mercantilista perjudican a las mayorías de escasos recursos.
Ecuador sufre ajustes económicos que eliminaron subsidios a los combustibles en escala bien mesurada, dictados por la administración de Rafael Correa, que no rebajó sueldos y por el contrario ordenó beneficios a la masa laboral. Lenin Moreno redujo el 20 % de contratos, recortó el tiempo de vacaciones del sector público y les bajó el sueldo, permitiendo que en materia de salud se perdieran disposiciones del economista y revolucionario de izquieda Rafael Correa, a su sucesor el renegado Lenín Moreno no le importó perjudicar a sus paisanos de menores ingresos, hoy víctimas del coronavirus.
Los vende patria que sueñan con desestabilizar en Venezuela y ansían estallidos sociales por el aumento en la gasolina, se quedaron con su inflamable proceder, no solo por lo acertado de las medidas gubernamentales, sino porque el pueblo bien sea socialista o pro capitalista, quiere paz, y acepta la elevación del costo energético, que incluye gratuidad inicial a transportistas de carga y de pasajeros, evitando aumentos especulativos en pasajes y los fletes por la carga.
Me adelanto a murmuradores de costumbre para decirles que, si les duele Venezuela no necesitan ser tan obtusos, cesen de repetir posibles obstrucciones haciendo interrogantes y chismes antes de ir a cargar su automóvil con gas o gasolina. Entérense de lo que hacen en las colas opositores que van a quejarse de fallas en el suministro de gasolina, y aprovechan el descontento provocado por otros adversarios contrarrevolucionarios, que solicitaron medidas coercitivas ilegales a gobiernos extranjeros, contra el pueblo venezolano.
Y si usted es de quienes cierran los ojos y no les parece que existe el bloqueo naval y aéreo contra Venezuela, no pierdo más tiempo en comentarle, sin embargo, considerando que nos lee gente consciente sin autoflagelarse con la amargura de no haber comido hallacas hace unos cuantos años esperando las multisápidas sin Chávez y sin Maduro, encuarenténese, lea y Dios permita le baje dos a lo que le mantiene en desilusión peligrosa.