Las bombas son una mina

Jueves, 04/06/2020 10:55 PM

Todo está adaptado a la realidad forzada en los últimos años y es justo lo del nuevo precio en la lógica del capital y para que no nos engañemos se ve viable, ya que abiertamente se aceptó la dolarizacion (yo no) a favor del opresor, no del oprimido.

Lo grave de todo ésto es que la estructura montada en los últimos meses, no va a dejar que se mantenga la intención de querer solucionar el desastre que nos causó el ataque montado por el gobierno norteamericano con el bloqueo económico y la falta de control nos lleve a qué las necesidades (recuerden que aún estamos en capitalismo) de la fuerza laboral más humilde, entre ellos, pesca, agricultura y otros rubros de la producción; no estén censado, registrados y controlados por los ente encargados.

Y sabemos que después vendrán los productores dueños del capital a solucionar como siempre lo hacen y recarguen ese costo a los productos de primera necesidad: recordamos que hay empresas que gestionan materia prima por cantidad industrial para poder producir, no es solo el parque automotor.
Lo que quiero decir, es que la estadística, la contraloría social, la geometría del poder y muchos detalles, tiene que estar incluidos en los estudios de distribución que están planteando con el combustible, donde el capital no prevalezca sobre lo social y no se convierta en conflicto que nos haga arrepentirnos; cuando en desesperación el PUEBLO descubra, que no hay de la gasolina subsidiada, ni la de 0'5 de $ para las necesidades más urgentes y solo encontremos la de "precio internacional" y la solución se nos convierta en un foco eterno de violencia.

Una de las inquietudes más desarrollada en revolución debería ser analizar, planificar; evitar en lo posible el apuro. aunque el ataque planteado por el imperio, no ha dejado tiempo sino para defenderse; pero como complemento de la defensa, hay que desde la trinchera revolucionaria (si es que la hay) planificar.

Cada decisión tiene que ser madurada, pensada para evitar en lo posible no empezar otra vez cuando nos demos cuenta que la prisa nos hizo equivocar; en capitalismo es así y hay tiempo y dinero para hacer determinados desgaste.

En socialismo el dinero se llama recurso y el tiempo es la inversión más honrosa que se puede hacer, en beneficio del futuro.

No podemos darnos el lujo de hacer las cosas COMO SEA, en revolución, todo tiene que ser en la medida de lo posible, COMO ES.

Es comprensible que por la prisa no se haya montado una estructura para evitar los desmanes que estamos presentando; pero el esfuerzo revolucionario tiene que forzar el tiempo, para que en el menor posible tengamos una estructura que mantenga la mayor suma de felicidad posible en el PUEBLO llamo, que no maneja ni tiene dólares; aunque hayamos reconocido que estamos en una gestión dolarizada y aceptada, dónde nos fijamos por la taza del banco central.

No podemos seguir creyendo que las mafias de la gasolina cederán ante la perdida del privilegio que práctico en la emergencia del Coronavirus.
Tenemos que estar alerta para poder adaptarnos a lo que evidentemente se ve como la transición hacía otra cultura, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.

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