Conocer los análisis globales de reputados personajes, o de quienes están en busca de notoriedad, tiene recompensas. Hacerlo es darse cuenta que en los informadores o analistas privan sus preferencias políticas, y me parece lógico, se dice que cada quien tiene su corazoncito. Lo primero que salta a la vista es la sempiterna manía de "dictatorializar!" las naciones donde ha sido exitoso el combate al Covid 19. Son muy pocos los países sin casos de coronavirus, casi todos islas de escaso número de habitantes, salvo el territorio correspondiente a Corea del Norte, país comunista gobernado por una familia desde hace muchas décadas y vecino del gigante asiático: China.
El comunicador social debe ser sincero en lo que dice o escribe, no dejar visibles costuras políticas incomprobables, si no prueba la opinión pierde credibilidad, la noticia debe ser de intención pedagógica desde todo punto de vista. Alguien me dijo meses atrás "a ti no se te puede leer porque eres chavista…", mi respuesta inmediata y sin vacilar fue, "tienes razón, soy bolivariano antiimperialista, pero te reto a que me rebatas y digas dónde estoy mintiendo". El amigo de muchos años prefirió entrar en el terreno de la duda, y nos despedimos con la normalidad cordial del trato respetuoso como debe ser.
Ese mismo día dejé en mis notas una observación que ahora sirve de tema para esta "ácida", se trata de la forma como presentan al mundo los partidarios de la democracia falsaria estadounidense, a quienes sean exitosos en su conducción política, sin necesidad de plegarse a las órdenes abiertas o encubiertas de lo que quiera Washington o como dijo el decepcionante Barak Obama, "hay que torcerle el brazo a quienes no estén con nosotros". Torcedura nada demócrata que sugiere presentar al mundo como "dictador", al presidente que se niegue a acatar el punto de vista geopolítico gringo.
Venezuela sigue exitosa día a día en el combate a la emergencia sanitaria declarada pandemia, algo que vence a los equivocados personeros de la oposición al bolivarianismo antiimperialista, y usted los ve cayéndole a pedradas verbales a los anuncios oficiales, sin encontrar pruebas para demostrar que supuestamente serían falsas las cifras de contagios y decesos en nuestra patria, pese a que tenemos vecinos peligrosos en cuanto al Covid 19: Brasil y Colombia, por donde transitan también miles de venezolanos en "retorno a la patria". Le solicito con seriedad que se atreva a ver las estadísticas nacionales sin esconderse en el cambio de canal de TV, o de emisora de radio al transmitir cada parte diario suministrado por figuras del Poder Ejecutivo.
Atrévase y le aseguro que sin perder su posición de adversario a la revolución bolivariana, al recuerdo imperecedero del gigante Chávez, y sobrepasando el odio inmaduro que le sembraron contra el Presidente obrero, su existencia diaria recibirá beneficios emocionales que le harán pensar de manera no obsesiva, y mucho más demócrata que a gritos argumentar frases vulgares como aquella de "Maduro c de tu ma…", con la que los niños se quedaron viendo a papi o mami, asombrados por la cara de loco o loca que les veían, al pronunciar tamaña barrabasada infeliz.