Guerra es Guerra

Domingo, 07/06/2020 09:45 PM

Sería bueno que terminemos de comprender que estar en guerra es estar peleando con alguien que no nos quiere y que tampoco nosotros queremos, que ese que no nos quiere tratará de hacernos la vida imposible utilizando todos los recursos a su alcance, sin piedad ni humanismo alguno, ni respeto por ningún derecho humano. Es entonces cuando nos asiste a los agredidos el legítimo derecho a la defensa, acción en la que debemos aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten. Sabemos o deberíamos saber, que desde el primer momento en que decidimos no acatar las órdenes del imperio y sus administradores, llámese Bush, Obama, Trump, etc. Ellos buscarían todas las formas para atacar a nuestro país de todas las maneras que les sea posible, política, económica, militar, cultural, etc.

Venezuela, una nación enfrentada a países que no aceptan que ejerzamos nuestro derecho a ser independiente, tiene la necesidad de construir una fuerte resistencia ante unos enemigos que han mostrado la capacidad de salvajismo y cinismo con que actúan, al margen de todo derecho y consideración civilizada. Esta resistencia tiene que comenzar con la preparación de la población venezolana en cuanto al momento que estamos viviendo, cual es la esencia y basamento político que mueve y justifica la posición del país en este enfrentamiento político, tanto en lo nacional como en el aspecto internacional. Esta pelea por la soberanía nacional no es una pelea nada más del gobierno de Nicolás Maduro, ni del PSUV, ni del polo patriótico; este conflicto es un problema de todos los venezolanos que se sienten dueños de su territorio, identificados con su pasado, su presente y que sus más hermosas esperanzas las tienen puestas en su futuro. Algo hemos avanzado en este campo pero no podemos desmayar, hay que continuar trabajando sin descanso para incorporar al pueblo en forma protagónica activa y presencial en todas las tareas y misiones encaminadas a la defensa de los principios y valores patrios, objetivo que solo alcanzamos concientizando a todos los hombres y mujeres, que sufren las consecuencias de la acción criminal del imperio, nada más por que no aceptamos ser sus vasallos y sumisos servidores. Necesitamos hacer de este pueblo un ejército homogéneamente compenetrado con la realidad del país, identificado con su posición política y su visión de lo que son las prioridades y las metas, principalmente en lo político, en lo económico y social, que sea capaz de sufrir con dignidad y moral revolucionaria las dificultades de unas groseras y arbitrarias medidas, que tienen como fin caotizar nuestra existencia, y el normal desarrollo de nuestras vidas, para doblegarnos y humillarnos como imperialistas que son. Con principios y conciencia de clase hagamos de las dificultades las más claras razones para que el enemigo sepa que nada de lo que hagan nos llevará a cambiar de opinión en cuanto a lo que significa el capitalismo para los pueblos pobres, menos en época de coronavirus, en la cual vemos como actúan, y cuales son sus prioridades. Que no nos sorprendan más las medidas de quienes no son más que unos asaltantes con la razón de la fuerza, el atropello y la violación de todas las normas que rigen las relaciones humanas. Nos alarmamos cuando se robaron CITGO, cuando nos quitaron el oro en el banco de Inglaterra, cuando nos prohibieron las relaciones comerciales con el resto del mercado mundial, ahora nos sorprendemos porque nos quitan la llamada DIRECTV. Que no nos sorprenda nada de lo que hagan quienes a falta de argumentos válidos y justas razones tienen que acudir al chantaje, al robo y a las acciones propias del criminal desalmado y ruin asaltante de la comarca. Tengamos claro que nuestro enemigo se ha preocupado por ser poderoso en lo militar, en lo económico, y en lo político, con la finalidad de someter y dominar a los demás países del mundo. No se preocuparon por ser fuerte en salud, educación, en humanismo, en cultura etc. eso no les sirve para actuar como dueños y señores del mundo, atropellando y violando todos los derechos que supuestamente existen para la convivencia y las buenas relaciones entre los pueblos. A los venezolanos lo que nos corresponde es continuar el trabajo para ser cada día mas independiente, venga lo que venga y crear las condiciones para que nuestro pueblo entienda que es lo que está en juego, y que además esta guerra y sus consecuencias, no es algo pasajero, es decir que un buen día despertaremos y ya no habrá bloqueo, ni presiones, ni las ilegales medidas, y sin más ni más nos devolverán los miles de millones de dólares robados a la nación. No, así nunca será, es importante tener pleno conocimiento como afectados que somos de que la situación del pueblo venezolano es algo para rato, porque no es algo en donde llegamos a un acuerdo y se acabó, o que vamos a tranzarnos o negociar, menos a rendirnos. La dignidad no se negocia y los principios y los valores patrios están por encima de cualquier acuerdo, por eso preparémonos todos para una lucha de larga resistencia, porque estando conscientes como lo estamos de que nos asiste la razón y el derecho, vamos a resistir y pelear ese derecho, que sepan que estamos dispuestos a defendernos como históricamente lo han hecho los patriotas venezolanos, que al grito de primero muertos que de rodillas, derrotaron a quienes pretendieron hacernos sus esclavos en nuestra propia tierra. Hay que hablarle al pueblo para construir opinión y criterios sobre todas estas medidas injerencistas, que no son juego, las sanciones no son un mito, forman parte de una agresión por ser rebeldes, por querer ser autónomos y dueños de nuestro destino y futuro. En toda batalla la mejor arma es la conciencia del soldado, y el pueblo venezolano necesita saber por qué lo hacen pasar hambre, por qué le quitan las medicinas, por qué le roban sus reservas y sus empresas en el extranjero, por qué le sabotean el suministro de su gasolina. etc. Es verdad que somos un país petrolero, pero el petróleo no es gasolina; ésta necesita más de 200 hidrocarburos, compuestos químicos que la conforman, la mayoría producidos e importados por EEUU. La política implementada para confundir al pueblo es difundir los efectos sin hablar de las causas, eso sabemos que no lo harán porque las causas son ellos, su odio, su racismo, su mentalidad colonialista y su naturaleza imperialista. Saber por qué, y de donde vienen los ataques a la patria, nos dota no solo de conocimiento, también de espíritu patriótico, dignidad y principios revolucionarios, así como de la moral y los valores suficientes para hacerle frente a quienes solo los mueve un interés mercenario, una mentalidad servil, cipaya y apátrida en esta batalla.

Que nuestro esfuerzo cada día sea mayor por la unidad, la preparación política y la organización del pueblo en torno a la convicción de que estamos en el camino correcto para la defensa de la patria hoy, al igual que ayer lo hicieran nuestros antepasados que enfrentaron a los imperialistas europeos, tan criminales y racistas como los que hoy nos toca enfrentar a nuestra generación.

Un pueblo consciente jamás será confundido ni mucho menos manipulado por el enemigo: Que ya no vemos más DIRECTV, está bien. Que ya no podemos beber whisky como antes, muy bien. Que ahora no conseguimos el queso holandés ni el vino francés, okey. Que ya no disfrutamos aquel bacalao con papas al vapor, no importa. Que tenemos que olvidarnos de la olorosa punta trasera a la brasa y la espumosa cerveza fría, perfecto. Que los zapatos de marcas, los originales blue jeans y las finas chaquetas ya no llegan, mala suerte. Bueno imperialistas Hijos de… la mala madre, sepan ustedes que tampoco se llevaran más nuestro petróleo al precio que ustedes pongan, que ya no dispondrán de nuestros recursos cuando y como ustedes decidan. Que ya no darán más órdenes ni cursos de dominación ni torturas a nuestros militares. Que no podrán seguir interviniendo en nuestras relaciones con otras naciones, ni organismos internacionales. Que no se meterán más en las negociaciones de nuestros productos con otros países. Bueno, sabrán entonces que ya les dijimos YANKYS GO HOME, entiendan de una vez que nada de lo que nos quiten se compara con la satisfacción de ver nuestra patria libre de la bota yanky, que tanta miseria ha ocasionado a los pueblos humildes, y tanta sangre inocente ha derramado en el mundo.

Ramón Blasco-Guameño. Mayo 2020

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