Diario de una Cuarentena: Capítulo Treinta y Siete: 8 de junio de 2020, el Día de mi nuevo nacimiento a una nueva vida

Martes, 09/06/2020 10:48 AM

En esta entrega, además del resumen internacional y nacional de la pandemia del Covid-19, voy a revelar un testimonio personal nuevamente. Algunas revelaciones que tenía con respecto a la avanzada de una posible intervención en Venezuela de EEUU bajo el argumento de humanitaria espero, si las circunstancias y la dinámica lo permite, dejarlo para la entrega que seguirá a esta.

Creánme que he meditado mucho lo que a continuación quiero relatarles, pero primero lo primero, como siempre.

Importante es recordar, como se ha hecho en entregas anteriores, que llevamos 86 días de cuarentena social y colectiva en Caracas, La Guaira, Táchira, Miranda, Cojedes, Zulia y Apure, y 85 en el resto del territorio nacional, para no perder la continuidad y dejando testimonio a la posteridad de cómo desde Venezuela sorteamos la pandemia del Covid-19, en un período histórico muy particular para la humanidad, y testimonio para las generaciones futuras.

También para el momento en que escribo estas líneas, estamos cumpliendo nuevamente 7 días de cuarentena radical, preventiva, social y voluntaria. Y con el testimonio personal que espero dar párrafos más abajo, espero conmover a esa franja de la población que aún no ha tenido conciencia de la posible y eventual letalidad de este virus, que así lo hagan, si no por ellos, por lo menos por los seres que dicen querer y amar.

Pero, no perderé la costumbre de proceder a la actualización del avance del Covid-19 a nivel mundial y en Venezuela, colocando primero a los diez países con más casos de esta pandemia, luego Venezuela y las consideraciones y reflexiones que formularemos al día de hoy.

Para el momento en que escribo esta entrega, van 6.931.000 casos a nivel mundial, 891 casos por cada millón de habitantes, 3.400.000 personas curadas (49,05%) y 400.857 personas fallecidas (5,78%).

Este es el top ten de los países con mayor número de casos de Covid-19 en el mundo:

País

Casos

Casos x millón de hab.

Personas recuperadas

% recuperados

Personas fallecidas

% fallecidos

EEUU

2.001.334

6.073

531.808

26,57

112.597

5,63

Brasil

710.887*

3.364*

325.602*

45,80*

37.312*

5,25*

Rusia

485.253

3.307

242.397

49,95

6.142

1,27

Reino Unido

287.399

4.326

No publica**

No publica**

40.597**

14,13**

India

266.598

196

129.215

48,47

7.466

2,80

España

241.717

5.132

150.376

62,21

27.136

11,22

Italia

235.788

3.905

166.584

70,65

33.964

14,40

Perú

199.696

6.215

89.556

44,85

5.571

2,79

Alemania

186.233

2.240

169.549

91,04

8.792

4,72

Irán

173.832

2.086

136.360

78,44

8.351

4,80

*El presidente Bolsonaro y el instituto de estadísticas de Brasil han decidido dejar de publicar las cifras y el número de fallecidos por covid-19, lo que dificulta el seguimiento de la pandemia y lo que sin duda afectará a los países suramericanos, incluyendo Venezuela. Ojo con esto.

**Las cifras pueden ser superiores, de acuerdo a las consideraciones realizadas por este servidor en la entrega anterior.

En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, hasta el lunes 8 de junio tenemos 2.473 casos confirmados, 77 casos por cada millón de habitantes, 487 personas recuperadas (19,69%) y 22 personas fallecidas (0,88%). Lo que hace que haya 1.964 casos activos solamente y que vienen siendo tratadas por el Gobierno Bolivariano. Ocupando el puesto 90 de más países en el mundo con más casos de Covid-19 de los 193 que están inscritos en la ONU.

Importante es de señalar que ahora el estado más afectado por la pandemia es el estado Apure, que ahora pasa al primer lugar, con 556 casos, Táchira 355 casos, Miranda con 310 casos, Bolívar pasa al cuarto lugar con 300 casos, Zulia 183 casos, Distrito Capital con 178 casos, Nueva Esparta 150 casos, Aragua con 103 casos, La Guaira con 80 casos, Lara 42 casos, Falcón 34 casos, Mérida 26 casos, Barinas 23 casos, Anzoátegui 20 casos, Sucre y Trujillo 19 casos, Amazonas Y Portuguesa 14 casos, Delta Amacuro 10 casos, Yaracuy 9 casos, Carabobo 7 casos, Cojedes y Guárico 6 casos, Monagas 5 casos, Los Roques 4 casos.

De los 1.964 casos, 636 vienen siendo tratados en Centros Diagnósticos Integrales (CDI) (32,38%); 1.228 en hospitales (62,53%) y 19 en clínicas privadas (0,97%).

También es importante destacar que de los 1.964 casos activos, 1.775 son personas asintomáticas (90,38%), 181 están recluidos por insuficiencia respiratoria aguda leve (9,22%), 7 personas recluidas por insuficiencia respiratoria aguda moderada (0,34%) y ninguna a la fecha por insuficiencia respiratoria aguda grave.

Importante es de destacar que en los puestos de atención fronterizos (PASI) se han recibido hasta la fecha de ayer 55.924 connacionales, los cuales han dado positivos al Covid-19 1.609 casos (65,06%), discriminados de la siguiente manera:

1.- 5.938 connacionales ingresaron por el Zulia con 80 casos positivos.

2.- 34.258 connacionales ingresaron por el estado Táchira con 780 casos positivos.

3.- Apure 12.900 connacionales ingresaron con 163 casos positivos.

4.- Amazonas 137 connacionales ingresaron con 14 casos positivos.

5.- Bolívar 2.483 connacionales ingresaron con 288 casos positivos.

6.- Lara 182 connacionales ingresaron y 96 casos positivos.

7.- La Guaira 300 connacionales ingresaron y 117 casos positivos.

8.- Nueva Esparta 82 connacionales ingresaron y 71 casos positivos.

Pero no podemos desdeñar aquellas personas que hayan podido ingresar por los pasos ilegales (trochas), pagando un buen dinero, y llegado a varios estados, y de ahí que esto pueda ser la explicación al incremento de los casos comunitarios en estos últimos días. Sobre todo por la parte occidental y sur del país.

A la fecha, Venezuela se mantiene como el país con mayor número de pruebas en América Latina y El Caribe con la aplicación de un millón 39 mil 506 test, lo que representa 34 mil 650 pruebas por millón de habitantes.

Pero un importante dato a considerar dado por la vicepresidenta Rodríguez es que Venezuela, por primera vez en estos 86 días de cuarentena y 88 del decreto de estado de alarma, que en un 99,99% será renovado, ha registrado por dos días consecutivos 0 casos por transmisión comunitaria. Primera vez que se hace cuando los casos pasaron a medirse de esa manera por instrucciones del presidente Nicolás Maduro, pero a lo largo de esta contingencia, los días 23 de marzo (día 8), 11 de abril (día 27), 28 de abril (día 44), 7 de junio (día 84) y 8 de junio (día 85) han sido días que no se han registrado casos, por lo menos no de tipo comunitario. Elemento y punto a favor para el Gobierno de Nicolás Maduro en el manejo de esta contingencia.

Sin embargo, como ya lo señalé párrafos arriba, y luego de dados datos como los señalados acá, quiero dar este testimonio personal de lo que viví ayer 8 de junio de 2020, porque esto me ha sensibilizado mucho más con respecto a la pandemia, y le dio un nuevo significado a la vida. Creo que los que de alguna u otra manera nos ha tocado enfrentar situaciones difíciles, incluso a riesgo de perder la vida, valoramos más el sentido del amor, del afecto y de la amistad.

Como lo dijo Hugo Chávez aquel 30 de junio de 2011, citando a Bolívar: "Yo espero mucho del tiempo, su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser superiores a los pretéritos".

El tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus designios como esta señalado en el Eclesiastés me llevan hoy a contar este testimonio, esperando conmover y tocar, más que la conciencia el alma de la nación, para rectificar sobre nuestra conducta ante un flagelo que podría volverse letal, y que ya de por sí es bastante peligroso por su altísimo nivel de contagio.

En la institución en la que me toca laborar, y que es muy importante para la Administración Pública, alerte en su momento y con respaldos fotográficos, que esta institución podía convertirse en un potencial foco de Covid-19, por muchas cosas que ya venía observando. Desde hace 86 días, apenas 3 han sido los que he permanecido confinado, producto del trabajo que realizo.

Mi sorpresa mayúscula fue, que siendo las 6:15 am del lunes 8 de junio de 2020, uno de los efectivos de seguridad me informó en la entrada del sótano de dicha institución, que lamentablemente no podía darme todavía de momento el acceso, ya que el máximo jefe de la institución, que sólo puedo señalar que es uno de los vicepresidentes sectoriales del actual Gabinete ministerial y a quien conozco personalmente, había dado la orden inmediata de hacer un despistaje de covid-19, antes de ingresar al personal mínimo que estamos laborando en la misma. Esta noticia en las primeras de cambio, me alegró mucho, porque fue las advertencias que le formulé el viernes 5 de junio del presente año.

Esto de buenas a primeras no me preocupó, ya que gracias a mi amistad con la misión diplomática de Cuba en Venezuela, he sido objeto de pruebas de covid-19, las cuales han salido todas negativas (no menos de 5), pero acá hay un detalle que fue cuando comencé a preocuparme.

Estaba de primero en la cola para ese despistaje, y poco a poco comenzó a llegar el personal. No sólo es el hecho de tener que lidiar con gente que políticamente adverse a la Revolución Bolivariana hoy liderada por Nicolás Maduro. No, eso no es lo más importante. Lo grave de esto es que haya gente tan tóxica, tan negativa y tan falta de conciencia que se moleste porque les vayan a hacer un despistaje, que de hecho ES GRATUITO, para descartar esta terrible enfermedad, que está azotando al mundo.

Y en esa conversación fue cuando pude enterarme, de que uno de los trabajadores de seguridad, el día viernes 5 de junio en horas de la tarde cuando inició ese despistaje (confieso que yo ni me había dado por enterado), dio positivo a la prueba de Covid-19, por lo que hubo que trasladarlo a eso de las 7 de la noche a un centro de salud para atenderlo. Y esto extremó aún más y restringió relativamente los mecanismos de acceso a la referida institución.

Y señaló relativamente, porque el día sábado ya se me hacía sospechosa la situación de que salvo efectivos de la GNB, no estaba personal de seguridad custodiando el acceso, antes bien, estaba la puerta del sótano abierta y yo pasé como perro por su casa, lo cual constituye una terrible falla y una vulneración de la seguridad en un organismo tan importante. El domingo no tanto, pero igual pasé sin mayores novedades.

Pero lo cierto es que un trabajador de esa institución dio positivo, y resulta que además lo conozco y he tenido algún trató con él, ya que toda la seguridad de la institución prácticamente me conocen por mi diaria cotidianidad en la misma. Casualmente el jueves 4 saludé a este nuevo infectado por Covid-19, pero como a 10 metros de distancia.

Ahí si fue cuando empecé a preocuparme un poquito y a plantearme la posibilidad de que, después de casi tres meses cuidándome, y a pesar de no sentirme en lo absoluto mal de salud, de que podía estar infectado. Y en esta sexta prueba, por primera vez en mucho tiempo, sintiera algo de nervios y hasta miedo.

Importante es de destacar que los responsables de hacernos ese despistaje fueron los hermanos de la misión médica cubana. Realmente nunca tendremos palabras para honrar la deuda de gratitud que tendremos con el pueblo de Martí y Fidel.

Pero el susto no había pasado, ya que una vez que nos realizaron la prueba, en la que noté, a pesar de la buena voluntad, órdenes y contraórdenes, mucha desorganización y hasta pánico. Me tocó vivir una cuarentena de 15 minutos, ya que no podíamos movernos del área donde estábamos hasta no conocer los resultados de la misma. Vivimos un pequeño confinamiento, si así lo podemos llamar.

Y fue ahí, cuando el responsable del más alto funcionario de dicha institución, de acuerdo a los números que habíamos entregado para hacernos la denominada prueba rápida (que determina, si da positivo, que tienes un virus, por lo que te haces acreedor a la famosa prueba nasofaríngea o pcr que es la que realmente determina si tienes o no Covid-19, y si en esta segunda das positivo también, es cuando eres aislado o aislada totalmente y trasladado al hospital centinela o CDI) mencionaba los números y permitía el acceso a las instalaciones y al sitio de trabajo. Si en la prueba rápida sales negativo, no hay problemas, pero si sales positivo, por lo menos tienes algo y ahí la angustia crece.

Les confieso que en esos minutos sentí mucha angustia e incertidumbre como no las había sentido durante mucho tiempo, debido a que dos personas que me antecedían fueron llamados por el responsable del operativo, y muchos de esos empleados tóxicos gritaban de que tenían covid-19 y debieron hacerles el pcr. El resto debíamos sentarnos y esperar.

Este escrito y este testimonio lo hago fundamentado en dos grandes razones: La razón médico científica y de sumarme al llamado de atención y de conciencia del presidente Maduro, porque en este caso él tiene la razón y en esto hay que ayudarlo y acompañarlo, y obviamente y aunque algunos no les gusta mucho, pero especialmente cuidada desde mi alma y mi conciencia, la razón humana y profundamente amorosa que me circunda en estos momentos y que quiero compartir con todos y todas ustedes.

De la primera, ya se ha dicho mucho, y entiendo ahora con mayor claridad el llamado enérgico y a veces desesperado del presidente Nicolás Maduro, quien nos cuida, nos protege y que no desea que se pierda lo logrado hasta ahora en la materia de contención del covid-19 en Venezuela. No voy acá a llover sobre mojado. Esto ha sido un proceso lento, cuidadoso, científico, no exento de improvisaciones y de fallas, y de mucha inconciencia de alguna gente nuestra, pero que si lo comparamos con otros países, son más los logros que los errores cometidos, y esto hay que reconocerlo sin complejos de ninguna especie. Y esta razón no acepta ni apresuramientos ni presiones de ningún tipo, bueno es acotarlo.

De la segunda razón, con la que quisiera detenerme con más calma. Y a señalarles, así como lo hizo Chávez aquel 30 de junio de 2011, desde lo más hondo de mi mismo, porque ayer nació una nueva persona.

En esos 15 minutos de larga espera, sentí casi que mi vida pasó delante de mí por un instante. Todos los dolores, los amores, las personas a las que pude haber hecho algún mal. Los momentos de amenazas de peligros que en lo personal y en lo colectivo me ha tocado afrontar, de alguna manera, por un instante de duda, sentí como un ocaso sobre mi alma y mis espaldas y desde un camino que me arrastraba hacia un abismo insondable, como desde una oscura caverna en mi alma, y que luego me hundía.

Y así otras horas aciagas, le tiempo pasaba como más lento de costumbre, y muchas interrogantes me inundaban en la cabeza, y sentía que el abismo me tragaba en su garganta y me hundía.

Pero es en los momentos de dificultades cuando se demuestra nuestro verdadero temple y de lo que realmente estamos hechos. Y me puse en las manos de Dios, al manto de la virgen, a los espíritus de la sabana y solamente dije, hágase tu voluntad.

Y a los pocos minutos me dieron mis resultados y gracias a dios, los resultados salieron negativos.

Y es ahí, que ahora quiero escribirles, no desde el abismo y desde a angustia, no de esa caverna insondable en la que por un instante me encontré, sino ahora desde ese camino empinado de donde salía de otro abismo, al igual que nos enseñó Chávez, a escribir con el sol del amanecer de los nuevos días que siento me ilumina ahora.

Confieso que la emoción no deja que algunas lágrimas no dejan de salir por mis ojos, porque gracias a Cuba y a esos hermanos por algunos medicamentos que me suministraron sin estar enfermo, a las medidas extremas de bioseguridad tomadas, puedo decir hoy que estoy sano. Cosa que no ocurrió con nuestro Chávez. A mi hermana, a mi madre, a mi amigo consejero de la embajada cubana que por razones obvias no mencionaré en este escrito, a mi querida rosa roja, a los nuevos amigos que hice y con los que conversé ayer a a todos aquellos y aquellas a los que les informé y pude avisarles la situación que viví, y que me hizo adquirir mayor conciencia de la infección, sin caer en pánico, pero indudablemente tampoco sin perderle el respeto. Nunca es igual como señala un dicho llamar al diablo, que verlo llegar.

Sobre todo cuando a un compañero de trabajo es afectado por este terrible flagelo.

Quise escribirles, porque siguiendo el ejemplo de Chávez, siguiendo en esta nueva escalada hacia el retorno, el eterno retorno del que habló Nietzche, ya no tiene que ver conmigo mismo, sino con ustedes que me leen, pueblo patrio, pueblo bueno.

No quería ni quiero, ha sido mi práctica que aprendí de los pocos años que pude conocer y compartir con el Gigante de Sabaneta, que me acompañarán y acompañen para nada por senderos que se hundan por abismo alguno.

Que nos acompañemos a escalar nuevas cumbres, pero para ello tenemos que atender las recomendaciones de bioseguridad de esta infección. A lo mejor pudieran parecer fastidiosas, pero necesarias para protegernos todas y todos. Si todos ponemos de nuestra parte, todo mejorará y saldremos de esta mucho más rápido.

Este es mi testimonio, que inspirado en Chávez, espero poder tocar su corazón y su conciencia y esperando que entendamos que esto del Covid-19 no es un juego.

Por eso ahora tendré dos cumpleaños: el 23 de mayo, fecha en la que Damaris Margarita me trajo a este mundo, y el 8 de junio de 2020, cuando en medio de una gran dificultad en la que pudo haber estado en riesgo mi vida y mi salud, he vuelto a nacer y a una nueva vida.

¡Hasta el retorno!

¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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