Discurso de la Descolonización desde la "Colonialidad del Poder"

Viernes, 12/06/2020 08:25 AM

"Si quieres saber quién soy, si quieres que te diga lo que sé, deja momentáneamente de ser lo que eres y apártate de lo que sabes". Con estas palabras de Amaduo Hampate Ba, de Mali, uno de los más grandes sabios del África-subsahariana, comienzo esta reflexión sobre la descolonización; un tema que está en el tapete desde las ciencias sociales, donde académicos, centros de estudios universitarios y movimientos sociales, lo han convertido en una moda; ya que, se está abordando en todos los espacios. Hasta los partidos políticos que se hacen llamar progresistas o revolucionarios, no han escapado de colocarlo en su discurso y temas de agenda.

Los gobiernos, por consiguiente, lo tienen como línea de trabajo en algunos de sus ministerios, en las áreas de cultura y poder popular. El problema se presenta, cuando escogen los referentes ideológicos e intelectuales, históricos, sociales, políticos, culturales, y el modelo del sujeto descolonizado, y al que van a descolonizar. Sin hacer una revisión de quién o quiénes, fueron o son, los descolonizados por naturaleza; como también, el pretender descolonizar una sociedad con los referentes del colonialismo, con las herramientas del colonizador.

La colonización dejó unas estructuras que continúan vigentes en nuestras sociedades, no solo en el discurso, sino en la práctica. Avivadas en símbolos, héroes, libros, en las artes, la literatura, en centros de estudio, en la música, en los pensadores, los escritores y hasta en la religiosidad. Todos, temas impuestos por la hegemonía colonial. Un ejemplo sencillo, es que todavía realizamos efemérides, fiestas patronales. Cualquier pueblo tiene su fecha para la fiesta, con su santo patrón y todo. Así como también, conmemoramos la edad de cualquier pueblo o ciudad de Venezuela, partiendo de la supuesta fundación: la fecha en la cual la fundaron los españoles, sin considerar que dichas celebraciones históricas, se hacen, olvidando el exterminio de los pueblos originarios, los asesinatos, muertes, violaciones, el robo , y demás fechorías.

El otro problema es el desconocimiento sobre los históricamente descolonizados, que ahora el sistema intenta recolonizar, a aquellos quienes fueron víctimas del neocolonialismo, con la imposición de sus valores, a través del sistema educativo y el modelo cultural colonial. Sin pretender restar méritos a ciertos personajes importantes en el país, los referentes para descolonizar que se utilizan, van más allá del sentido común revolucionario, como por ejemplo, enaltecer a los padres de la modernización de los estados; hecho político, social y cultural, implementado en el siglo pasado, que tuvo como objetivo, lo que ellos llamaron: el blanqueamiento de la sociedad, porque con "indios y negros", no se podía construir un estado moderno.

Esta práctica o línea discursiva no ha desaparecido. Si quieres ser un artista plástico, tienes que pintar como Miguel Ángel, si quieres ser músico tienes que tocar como Beethoven, si quieres ser escritor o novelista, tienes que ser como Cervantes -y "por ahí morena" como decía mi mamá-. Tanto así, que ahora, imponen a las comunidades Afrovenezolanas, núcleos del sistema nacional de orquestas sinfónicas, en detrimento de nuestra música local. Es decir, están enseñando a tocar y hacer música, descolonizándonos de nuestra herencia cultural africana.

La invención de ciertos y determinados patrones occidentales, para clasificar las diferentes disciplinas del hacer y el ser de nuestro pueblo, son el resultado de esa estructura colonial vigente en la mente y pensamiento, que prima en las relaciones sociales y culturales de la sociedad y sus instituciones.

Mi abuela nunca renunció a sus creencias, ni a sus conocimientos heredados y transmitidos a través de la oralidad, de boca a oído, por sus padres y abuelos. Tampoco en llamar las cosas con el nombre, como ellos se las enseñaron. Por estas razones, el propio Amaduo Hampate Ba, nos deja esta otra reflexión, que nos permite entender elementos sociales y culturales, de los cuales somos portadores conscientes e inconscientes que inobjetablemente, definen la identidad cultural Afrovenezolana. Cito:

"¿Quizás algunos de ustedes se preguntan si nuestros padres tenían una cultura, ya que no dejaron un libro? ¿Acaso aquellos que durante tanto tiempo han sido nuestros maestros de vida y pensamiento casi han logrado hacernos creer que un pueblo sin escritura es un pueblo sin cultura? Pero, es cierto que el primer cuidado de cualquier colonizador (en todo momento y de donde sea que haya venido) siempre ha sido despejar vigorosamente el suelo y desarraigar las culturas locales para poder sembrar sus propios valores a gusto."

Aquí contamos, con una demostración más, de como el colonialismo y el neocolonialismo con sus viejas estructuras y modelos, ha intentado e intentan, borrar los símbolos, códigos y elementos auténticos y originarios de nuestras características sociales, culturales, espirituales y ancestrales. Y cuando no lo han logrado las folklorizan, las subestiman y las exponen como rarezas exóticas, expropiando su valor esencial, como dadores y forjadores de vida, de una nación. Ya nos lo alertaba, Kwame Nkrumah diciendo (cito): "Tomar nota del hecho de que la colonización ha falsificado y despersonalizado las formas de pensar de los pueblos colonizados. Por consiguiente, la autenticidad significa en parte, la reconciliación con nuestro propio legado y con nuestra realidad particular."

En estas palabras, se reafirma el esfuerzo que venimos haciendo, desde la perspectiva de reconocernos Afrovenezolanos, en recuperar la memoria histórica y colectiva. Cuestionando y poniendo en evidencia, el pensamiento hegemónico colonialista, que ignoró los horrores de la esclavitud, perpetuando con sus narrativas los estereotipos dolorosos provenientes de la trata de los blancos y la esclavización de nuestros ancestros de origen africano. Negándole además, las responsabilidades por estos crímenes de lesa humanidad, con la transmisión de modelos y referentes histórico-culturales impuestos, para continuar colonizándonos desde "la descolonización".

Es pertinente y obligatorio, reflexionar desde la nueva y vieja perspectiva histórica. Reflexionar y reafirmar -en el reconocimiento y la visibilización- de que los actos de cimarronajes, rebeliones insurgentes, libertarias, y los cumbes, fueron y son, hechos revolucionarios, anticolonialistas y antiimperialistas. Cuando reconocemos nuestra herencia cultural africana, cuando nos asumimos y nos auto-reconocemos como Afrovenezolanos. Cuando luchamos por el reconocimiento y respeto de nuestros derechos, por nuestra cultura e identidad de origen africana, con investigación, activismo, militancia y con conciencia crítica, siendo descolonizados desde nuestras subjetividades.

De tal manera, que invito a no caer en esa trampa colonizadora, disfrazada de descolonización.

Me niego a que me descolonicen, mi Funga o Cafunga, mi Cumaco, mi Malembe , mis Carreritas Luango, mi MojiNganga, mi Carabali, mi Gua, Gua , mi Lungu Lungu con Friki Friki, mi PerraNguinga, mi JuruNminga, mi Locho ,mi N-Unhjuuu, mi Aje, Mi Culo e Puya, Mi Guaricongo… Códigos, símbolos y elementos de origen africanos, que perviven y tienen un significado profundo, cultural y espiritual, como huella cotidiana de las comunidades Afrovenezolanas.

Cierro esta reflexión -por el momento- afirmando, desde mi consciencia de lucha y militancia afrovenezolana: Nuestros abuelos y abuelas, sus hijos e hijas, -de manera generacional, tuvieron y tienen la fuerza espiritual, la sabiduría y el conocimiento, esa relación cosmogónica con la naturaleza, de realizar en las haciendas, en sus conucos y potreros; como nos refiriera Amaduo Hampate Ba: "La vida humana es como un gran árbol y cada generación es como un jardinero. El buen jardinero no es el que arranca, sino el que, cuando llega el momento, sabe cómo podar las ramas muertas y, si es necesario, realizar juiciosamente injertos útiles. Cortar el tronco sería suicidarse, renunciar a la propia personalidad para respaldar artificialmente la de los demás, sin tener éxito por completo"

Finalmente, recordemos el dicho: "¡Puede flotar, pero nunca se convertirá en un caimán!". Así pues que a "los descolonizados" lleguen los aires que permitieron respirar a nuestros ancestros y reciban la invitación para desde una visión histórica, que hoy suscribe hasta la Unesco, descolonizarse desde la Afrovenezolanidad.

*Nota: La Frase "La Colonialidad del Poder" es del profesor Aníbal Quijano.*

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