No podemos bajar el respeto debido a las medidas de prevención al peligroso coronavirus, somos afortunados de no estar entre los primeros veinte, ni siquiera las cuarenta naciones con número elevado de contagios del Covid 19, gracias a haber decidido por disposición gubernamental las medidas de confinamiento, en todo el territorio nacional.
Solo el descuido irresponsable de los que, en actitud de rebeldía politiquera inducida, transitan desafiantes sin tapabocas y opinan que es mentira lo que dice el gobierno, ensombrece como país ejemplo mundial al enfrentar a tiempo la pandemia, y ser fronterizos con 2 naciones presididas por gobernantes nada amigos de nuestra tierra bolivariana.
No nos alegra que Brasil y Colombia asciendan en el número de decesos por coronavirus, y los contagios elevadísimos reportados, tampoco que lo mismo ocurra en Chile, Ecuador y Perú, poniendo en peligro a venezolanos mal ilusionados, que hoy retornan a su patria venezolana, luego de haber sido vejados y víctimas de tratos xenófobos.
La estadística mundial, revelaciones que son noticia en América, Europa y Asia, indican que aquí se tomaron medidas de confinamiento en alerta, cierre de fronteras y prohibición de circulación de un estado a otro o inter municipios, al aparecer "focos" de contagio, mientras en otras partes ejecutan tardíamente las reglas que acá salvan vidas.
Otra lección de responsabilidad sanitaria pública acaba de anunciarse, oficialmente hacemos acá, es decir "made in Venezuela", respiradores artificiales, ratificando la potencia emprendedora de la nación que supera el ataque inmoral destinado a asfixiarnos, a no dejarnos respirar porque no somos obedientes al salvajismo mercader.
Ninguna nación donde el Covid 19 se ha enseñoreado, lleva a cabo pruebas y exámenes gratuitos a la población, aun cuando tenemos 2 vecinos con comprobada elevación exponencial de casos coronavirus. Un compromiso de atención eficiente casa por casa y en hospitales preparados para ello.
Ante la circunstancia, es inentendible ciudadanas y ciudadanos sin tapaboca, irrespetando la distancia al cumplir necesidades de compra de alimentos, diligencias bancarias, atención médica y odontológica y acceso al transporte, por no creer, no leer, e ignorar que la pandemia mundial no es política, y no respeta sexo, edad o clase social.