La división de Acción Democrática y el arrepentimiento de Henry Ramos Allup

Miércoles, 17/06/2020 10:29 AM

La política suele ser cruel, terrible, dramáticamente injusta o imprevisible, con muchos hombres nobles y capaces. Pero la política también requiere de una visión amplia, ajustada a los hechos claves que constituyen la realidad, que no se pierda en los intereses limitados de la fracción ni en los odios que luego sólo serán causa del arrepentimiento. La evolución más honda a veces es invisible porque contiene el silencio de la paciencia y la convivencia.

No se pueden retratar las divisiones de Acción Democrática sin tomar en cuenta el costo político de su Coalición a Juan Guaido y la aventura del Golpe de Estado.

Acción Democrática ha visto reducido sus apoyos electorales desde que a apoyado el golpe, del magnicidio o de la intervención militar. Esto no se ha producido de manera homogénea, sino más bien que se acentúa a medida que avanzamos del ámbito local al nacional; así mismo se observa una disminución progresiva de sus militantes y simpatizantes. Por otro lado, la percepción ideológica del partido, por parte de los ciudadanos, se orienta a considerarlo como un partido de derecha. Estos hechos, en el marco de una estructura partidista que limita la participación de sus bases al espacio de los Comités Locales, dan cuenta del carácter estructural de la crisis por la cual atraviesa Acción Democrática en la actualidad.

la formación simbólica de la socialdemocracia venezolana, en el partido Acción Democrática la revuelta interna a causa de la designación del nuevo CNE.

El actual secretario general de la organización, Bernabé Gutiérrez, pidió que el partido adeco por referéndum interno debía asistir o no a las elecciones parlamentarias, en un claro desafío al caudillo de la tolda blanca, el diputado Henry Ramos Allup.

 

La rebelión Bernabé Gutiérrez contra el caudillo Ramos Allup, de no asistir al evento electoral, pero un grupo de diputados, gobernadores y alcaldes contradicen al caciquismo de Ramos Allup quien a sido cuestionado por su apoyo incondicional a Juan Guaido .

El hermano de Bernabé Gutiérrez, José Luis Gutiérrez, ha sido uno de los nuevos rectores designados por el TSJ, un hecho que activó la crisis en Acción Democrática tras presumirse que Ramos Allup lo había postulado a espaldas del G4 (PJ, AD, VP y ....Aunque ha negado su vinculación con el nombramiento, las dudas no se disipan del todo.

La metástasis de las organizaciones antichavistas alcanza a Primero Justicia, una formación que tiene varias tendencias internas irreconciliables: la de los diputados Luis Parra y José Brito, ambos en guerra contra Guaidó, y la de Julio Borges y Henrique Capriles, ahora enfrentados por la postura abstencionista de cara a las parlamentarias por parte del canciller fake de Guaidó.

La subordinación política a las directrices de Washington ha sido clave en el desmantelamiento de la coalición antichavista. Y el uso de mecanismos de represión institucional (sanciones) contra quienes se salgan del carril y decidan ir a elecciones, ha generado un comportamiento autoritario en la élite política del G4 (PJ, AD, VP y .... conectada a los flujos de dinero y respaldo publicitario que viene desde Washington.

En este sentido, las divisiones del antichavismo es una consecuencia lógica de la campaña de "máxima presión" de Estados Unidos, orientada a destruir cualquier iniciativa de diálogo político que relaje el clima de confrontación.

La repartición de dinero y protagonismo siempre ha sido un factor divisivo en el antichavismo. Pero no es único elemento que deriva en las intensas oleadas de guerra política interna.

Existe también un problema de fondo y tiene que ver con la propia naturaleza de la coalición. El pegamento que mantiene unido al G4 (PJ, AD, VP y ....es la confianza ciega en la estrategia estadounidense para derrocar al chavismo, lo que a su modo de ver se traducirá en la toma de posiciones de gobierno en reconocimiento a su fidelidad.

Pero como esto no ha ocurrido, las diferencias de fondo suben a flote: cada sector tiene una idea distinta sobre la ruta para la toma del poder.

Y en este sentido las elecciones parlamentarias suponen un desafío: la disputa electoral requiere de organizaciones partidistas bien aceitadas con presencia política en decenas de circunscripciones en todo el territorio nacional.

Sin organización, referentes políticos y cuadros dirigentes con capacidad de arrastrar votos en la periferia del país, la demografía electoral es un factor que juega en contra frente a formaciones políticas, como el PSUV, con un apresto mucho mejor diseñado y una militancia mucho más activa y organizada.

La desnacionalización de la élite de la derecha venezolana y su propia anulación como actor político frente a las directrices de Washington, ha contribuido al desmantelamiento de su capacidad para disputar la política en el terreno legal.

Debido a esto han huido hacia adelante: esperar un golpe de gracia que favorezca su regreso al poder político por la vía rápida del golpe, del magnicidio o de la intervención militar. Mientras tanto, los partidos excluidos buscan conquistar el espacio vacío que ha generado la parálisis del G4 (PJ, AD, VP y ....

Si se diesen las condiciones ideales, un nuevo CNE, ya constituido, creando condiciones básicas de confianza , si eso se hace y se hizo la oposición radical y golpista terminara de perder más espacio político y desaparecerá.

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