El chavismo es una realidad socio política en Venezuela. Esta afirmación es la constatación sociopolítica de una investigación que realizamos en comunidades de lecturas/discusión/acción que nos agrupamos en el proyecto "Topofilogogía del socialismo territorial", que agrupan a activistas comunitarios que estamos en distintos espacios de vitalidad en el quehacer articulador del proyecto histórico bolivariano.
Esta realidad constatativa es una concurrencia de procesos continuos/discontinuos en la historia en la que estamos; oscilaciones de esta dinámica que nos coloca en este momento ante unos procesos sociopolíticos moleculares, pequeños, atómicos, micros que se reacomodan desde sentidos y sensibilidades en organizaciones que van surgiendo como germen de semillas que constituyeron potencialidades como concreciones históricas.
Desde distintos consejos sectoriales y territoriales pasando por frentes, movimientos, colectivos, mesas técnicas y otras, superaron cuali/cuantitativamente la otrora configuración de ong, comité, fundaciones sablistas de instituciones nacionales y extranjeras, que por su condición conservadora y reaccionaria no permitían desenlaces revolucionarios.
De modo que vamos dando cuenta de muchedumbres y multitudes que van constituyendo conciencias sociopolíticas en esa emergencia sociológica que tiene un sustantivo que adjetiva y que se viene conociendo como chavismo.
El chavismo entonces no es un partido, no se reduce a semejante institución, ha venido dejando de ser esa experiencia política de la contemplación representativa que existe en los partidos, tengan el signo ideológico que sea, la vitalidad organizativa de esta realidad chavista no permite que una institución heredada como esa (el partido), resista la dinámica chavista como potenciador de un proyecto que se escribe con calor de pueblo diariamente, con una agenda que da horizontes de rebeldía y de atrevimientos audaces, en un mundo hostil a lo innovador y al pensamiento que se rebela, con seres estudiando desde la condición geohistórica de pueblo las configuraciones de la relación pensamiento/mundo, esto es, de la cognición social, de la mirada chavista.
El chavismo no es una clase social, no reúne las características de esta categoría socioeconómica del marxismo, el chavismo tampoco es la coexistencia pacífica poli clasista, pues esto, no se da. En el chavismo a pesar de que existen los que se agarran a cristo, los que creen en el dios de Spinoza, los que somos ateos, los que nos es indiferente el religar teológico, los que están en congregaciones disímiles y otros, porque siempre los hay, el chavismo lo que es, es una novedad sociopolítica en el campo de la teoría política clásica y nos la presentó Chávez fundamentalmente, al traernos para digerir y asumir la historia inconclusa de un proyecto en construcción, que con Rodríguez, Bolívar y Zamora enraizaron un modo de ser y de acontecer.
El chavismo no podemos decir que surgió por la voluntad de un hombre o mujer, pero si que las voluntades concurridas en un proyecto del cual hemos venido asimilando y del que somos protagonista por participación y por historia, van dando fisonomía y rostro, teniendo en el Comandante Chávez el ícono y el líder, que permitió desde la narrativa bolivariana, del relato emancipador, de la acción y pedagogía política, posibilitar una transformación que no por dejar de ser biológica es irreal cuando Chávez en una metempsícosis sociopolítica se configuro en pueblo.
De modo que al chavismo la representación sociopolítica como concepto que más se le acerca es, el de movimiento de lucha por el proyecto histórico bolivariano, enraizado en los combates independentistas, fundido en un ayer y hoy con horizontes de potencia en autoctonía, autonomía y soberanía, por el acompañamiento de valentía, esperanza y liberación que le son concurrentes, en una ontología que se enuncia desde la definición que da el Libertador en 1815 en su documento epistolar de Jamaica; "somos un pequeño género humano" por nuestra práctica histórica, religiosa , política, social, cultural que nos solidifica como cuerpo en la América meridional, en un apresto de unidad en la diversidad.
El chavismo hoy no es huérfano en el campo de fortalezas, por ejemplo en imaginarios de nación potencia por la felicidad de su pueblo, en metodologías que le permitan vencer las grandes dificultades como pueblo alguno, en alcances y metas en los conflictos jamás vivido como república, en proyectos que cartografían relaciones para el estratego desde la condición de pueblo, incidencias decisorias de buró, multitudes de masas (agitadores/as) en construcción de sujetos y conciencias, muchedumbres en nomadismos territoriales, en red de organizaciones populares territorializados.
El chavismo tiene su lugar de enunciación, tiene sus coordenadas, es una realidad vital e inmanente a su historia, de allí hay una férrea voluntad de lucha, de cooperación, de afectos que se demuestra en los actos diarios que en Venezuela se realiza en razón de su supervivencia como nación y como ejemplo, necesario en una región cuyos gobernantes han arriado las banderas de la valentía, la dignidad, lo ancestral, la vergüenza, etc como la vecina Colombia, que tiene en su oligarquía y su ejecutivo el paradigma mas claro de soez cobardía, sumisión, obediencia, genuflexión al más cínico de los poderes, el ya milenario sentido de maximización por explotación que representa el capital y que se expresa en el imperialismo.
El chavismo navega tendencialmente en rizomas (Deleuze-Guattari) a lo interno, esto es, en cepas sociopolíticas ascentrados, multiplicados, diferenciados, heterogéneos y tejidos, dejando de ser arbóreo (institucionalidad) o de una tradición de jerarquía que ya no da cuenta del fervor chavista, territorializados en redes como el sistema patria, en movimiento que territorializan como cuerpo social de afectos y de política, los CLAP son expresiones, que tensionan con las instituciones herederas del capitalismo, burocratismo que atrofian el papel de la política, como por ejemplo la estructura del formal sistema educativo y la academia con sus corpus legitimados por el capital. (ejm.CNU/ zonas educativas/claustros)
Toda la dinámica apunta a un chavismo que está para quedarse con un proceso revolucionario que le es inmanente, que le lleva a decantar, depurar, sanear y a darle salud biopolítica ante las amenazas internas que están desde ministerios y responsables de los poderes públicos hasta voceros en el entramado institucionalizado.
El partido como estructura de organización, sería uno de los instrumentos institucionalizados a revisar, pero no desde una comisión o algo así propio del burocratismo que se niega a desinstalarse, sino por la misma dinámica de este proceso, nuevamente hay una contienda de uno de los aspectos de la política, el parlamento nacional. En la medida que sea considerado como el aspecto fundamental de la política, es señal de poco avance, es síntoma de insuficiente consistencia, indicio de falta de consolidación del proyecto histórico, que debe devenir en procesos asamblearios de real poder popular, donde lo sustancial estaría en ese sujeto de transformación, que es el pueblo en sus organizaciones de base territorializadas y no en las instituciones con cuyas estructuras arbóreas, jerárquicas, escalonadas le hacen flaco favor a los desenlaces revolucionarios que son socialmente moleculares, de sensibilidades en una piel que invoca la condición de pueblo y en una estética de un gusto por el quehacer del trabajo y la producción liberadora.
La condición chavista es hoy de sacudidas y olas que rompen la zarandeada geopolítica y estremecen a los considerados dueños de los destinos planetarios, que en consecuencia decidieron decretar y ejecutar acciones ante lo que han llamado una "amenaza inusual y extraordinaria". Con ello una misma destinación en el proyecto que en la iconografía de Bolívar y Chávez se almidona como proyecto liberador de las naciones de la América Meridional con la participación y el protagonismo del pueblo como movimiento/fuerza/gravitación orgánica en sus acciones.
Referencia:
Gilles Deleuze y Félix Guattari (1972) Capitalismo y Esquizofrenia. Pretexto. España.
Postdata: Javier Vivas santana, es una persona que conozco de trato y de amistad, fue mi tutorado en su tesis doctoral. Hoy se encuentra arrestado. No abro la discusión de su posible delito, eso le corresponde sancionar a las autoridades competentes. No obstante, él es una persona con una situación de salud que requiere estar medicado y cerca de atenciones. El Estado tiene allí una responsabilidad que no puede omitir. En mi condición de venezolano, chavista, bolivariano y revolucionario, manifiesto desde lo más hondo de la condición humana, mi preocupación y solicito en nombre del amor y del afecto propio de los revolucionarios, que al ciudadano en cuestión, se le garanticen sus medicinas, se le traslade al lugar donde pueda tener la visita familiar y se vele por su integridad en el proceso que vive.