Teoría y práctica de alianza desde la experiencia de gobierno local de izquierda en Cabimas

Sábado, 27/06/2020 02:21 AM

Es prematuro analizar la gestión de gobierno actual desde cualquier
ángulo por las razones excepcionales que giran en torno al mismo pero
llegara el tiempo de evaluar en su justa dimensión.

El objetivo de mi modesta opinión es caracterizar lo que fue el
ejercicio de gobierno en dos periodos para tener una visión de donde
estamos y hacia dónde vamos, me refiero al periodo liderado por el
compañero Noé Acosta y el ex alcalde Félix Bracho respectivamente ya
que ambos fueron empujados electoralmente por las fuerzas de la
izquierda a pesar de la pasión local.

Noé Acosta llego al gobierno antes del proceso Constituyente, justo en
el periodo de transición que comenzó desde el 4 de febrero hasta la
victoria de Chávez, era un periodo muy convulsionado, caracterizado
por la represión y las actividades de calle en masa que reivindicaban
cambios profundos en la estructura de gobierno.

Noé venia de formar parte de la Fuerza Armada, era un abogado militar
retirado con el grado de Teniente Coronel y militante de la Causa R,
partido que lo postulo.

Cabimas era una de las ciudades más movidas primero porque existía un
movimiento estudiantil y popular rebelde que siempre estuvo en la
vanguardia en todas las batallas, los cuerpos de seguridad
acostumbrados a criminalizar la protesta ya tenían “marcados” a los
cabeza caliente vinculándolos a la rebelión militar del 4 de febrero.

Había un grupo de abogados dedicados a la defensa de los detenidos en
los sistemáticos choques de estudiantes y el movimiento popular contra
los cuerpos de seguridad, se conformó una especie de dirección
colectiva ampliada con todos los militantes de partidos de izquierda y
algunos factores de opinión que discutían y planificaban acciones
conjuntas como la del BOMBAZO del 30 de marzo de 1992.

Cada acción popular era reprimida por los cuerpos de seguridad y al
mismo tiempo hacia visible al nuevo liderazgo, así se dieron a conocer
Noé Acosta y otros dirigentes quienes en varias oportunidades fueron
detenidos provocando la solidaridad y apoyo de los sectores populares.

Al salir de prisión el Comandante Chávez asumió como estrategia
política la abstención que aunque fue un error político permitió
demostrar que el 80% de la población no voto pero tanto Arias
Cárdenas, quien ya venía de trabajar para el gobierno de Rafael
Caldera como Noé Acosta se deslindaron de la estrategia de Chávez y se
postularon a la gobernación y alcaldía con apoyo de la militancia de
izquierda obteniendo la victoria.

Ya en ejercicio de gobierno por iniciativa del ex alcalde Noé Acosta
se conformó el Consejo Consultivo integrado por la iglesia, CAICOB,
Clubes de servicios como Kiwanis, Leones, organizaciones estudiantiles
y otros sectores de igual importancia.

Como verán en este primer acto de gobierno no estaba incluida la
militancia que le ayudo a ganar y progresivamente se convirtió el
gobierno en un espacio para la diatriba política con una oposición
irracional que todos los lunes concluía las sesiones de cámara con
pleitos cuyo único motivo eran las presiones para imponer al nuevo
gobierno una agenda contentiva del reparto del presupuesto para obras
que serían ejecutadas por empresas de maletín propiedad de los
concejales porque ya era “tradición”.

Noé como militar retirado y abogado de la república en ejercicio por
la fugaz experiencia política y por el aprendizaje rápido que tuvo al
acompañar al movimiento popular tenía pensado y así lo inicio, la
transformación de fondo del sistema de distribución de agua
potabilizada y el sistema de tratamiento de aguas servidas, porque
según su visión era necesario darle a nuestro pueblo soluciones de
fondo.

Un grave error fue atacar con un lenguaje coloquial la costumbre de
los sectores más vulnerables a la hora de pedir ayuda al alcalde por
alguna calamidad relacionada con medicamentos o alimentos, la
respuesta negativa, tajante y burlona era que los mandaba a trabajar,
les decía que él no tenía farmacia y que la alcaldía no era una casa
de beneficencia publica, nunca supe quien inculco este mensaje en las
neuronas del alcalde pero cuando a los pobres se les moría un familiar
ya era vox populi que el alcalde les decía que “colocaran un mecate”.

Desde Caracas la dirección nacional de la extinta Causa R envió a los
compañeros Eulices Rojas y Rubén Gonzales para que le brindaran apoyo
técnico al proceso de reestructuración del gobierno municipal,
recuerdo que la oposición inmediatamente comenzó una campaña en contra
de “los importados” como llamaban a los compañeros y en un acto medio
sospechoso, la militancia de izquierda también protesto la presencia
de los compañeros, hasta un referéndum realizaron para exigir al
alcalde la destitución de unos compañeros que solo vinieron a ayudar a
fortalecer la estructura moribunda del gobierno municipal.

Si me preguntaran cual fue el principal error del gobierno de Noé
Acosta, sin temor a equivocarme respondería que gobernar solo con un
pequeño grupo sin dirección política porque a todos los cuadros de
dirección del partido los coloco como directores y estos a su vez se
subordinaron absolutamente al alcalde de tal manera que ninguno era
capaz de ejercer el pensamiento crítico aplaudiendo la estupidez y el
error para cuidar la arepa.

Esto ocurría por la mediocridad que generada por la confusión de
ámbitos, los compañeros nunca entendieron que en el gobierno eran
“subalternos” pero en la discusión y acción política eran “compañeros”
del alcalde.

Al final Noé tuvo que abrir espacio hacia otros sectores de la derecha
y su entorno familiar para pensar Que Hacer y asi se dieron episodios
como la demolición del local de la arepera de R10 y el techado de los
andenes en las paradas del Centro Cívico de Cabimas, error político
que primero fue aplaudido y apoyado por la dirección política y que
nadie quiso asumir como responsabilidad.

Fueron cinco años extendidos por la dinámica del proceso Constituyente
convocado por Chávez y luego vino la traición como resultado de los
errores sistemáticos por ausencia de una verdadera dirección colectiva
del proceso, actualmente quienes aplaudieron y jalaron esféricas a Noé
Son enemigos a muerte.

Volvió a ganar la derecha ya que por ausencia de comunicación,
confianza y respeto, Noé no tenía dirección política y entrego la
movilización, propaganda y logística a operadores de la derecha
infiltrados que hicieron el trabajo que tenían que hacer para ayudarle
a perder, además de la candidatura para lela del ex concejal Lizandro
Cabello que le resto los votos necesarios para la reelección.

Volvimos al pasado con un nuevo periodo de Hernán Alemán quien gobernó
desde Miami vía correo electrónico a través de su Director General,
Marcelo Monot.

Costó mucho trabajo recoger los vidrios y comenzar a reagrupar al
movimiento revolucionario porque las contradicciones internas
derivadas del ejercicio de gobierno de Noé hacían visibles las heridas
y sobre todo porque ya existía una expresión organizativa desde el
punto de vista electoral como lo fue el Polo Patriótico que eligió a
Chávez.

Fue así como el ex concejal Félix Bracho apoyado por Rodrigo Cabezas y
el grupo LAGO logran la postulación para la alcaldía.

En un primer intento se trató de conformar una dirección política
ampliada que fue confundida y nunca supero este nivel como alianza
electoral, Félix ya había vivido la experiencia de gobierno en el
periodo de Noé Acosta y como es habitual cada nuevo alcalde trata de
marcar la diferencia del anterior.

Prometió y no cumplió con la conformación de una dirección política
ampliada, conformo su propio equipo rodeándose de incondicionales y
estimulo las contradicciones internas en su propio partido. En su
lugar pacto y gobernó con un amplio sector de la derecha.

Claro que hay un mérito como lo fue traer la planta de asfalto cuya
negociación fue cuestionada porque supuestamente tenía sobreprecio.

Con una oposición ansiosa por volver al gobierno, la confrontación
interna de su partido y el distanciamiento con los factores que
integran al GPP, Félix aspiraba la reelección que no fue posible su
postulación, muchos factores derivados de su actitud y aptitud y de la
operación Conde de Montecristo le pusieron fin al sueño de su
continuación.

De ambos periodos analizados desde una perspectiva real, sin
prejuicios, con elementos relevantes y sin ánimos de caer en diatriba
con ningún sector o actor es importante asumir la gran lección: ambos
gobiernos llegaron a su fin por la ausencia de dirección política
colectiva, cayeron en la confusión de ámbitos al creer que quien te
ayuda a ganar tiene la obligación de apoyar la gestión como un simple
espectador reditando el dilema hecho visible por Marta Harnecker en su
análisis de los gobiernos locales de izquierda en América realizado en
los años 90 del siglo pasado que se resume en una sola frase: “Todo
aquel que te ayuda a ganar elecciones es porque aspira ayudarte a
gobernar”.

Pero se repitió el ciclo histórico; quienes aplaudieron los errores de
Noé, también se los aplaudieron a Félix y continuaran hasta que
alguien le ponga punto final a los jaladores de esféricas.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

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