El partido en el contexto electoral contemporáneo

Lunes, 29/06/2020 07:53 AM

Quienes ejercemos la política desde cualquier corriente del pensamiento tenemos claro que un partido está integrado por una militancia cuya afiliación es voluntaria por una cuestión de confianza y está relacionada con el hecho de que todos asumen la declaración de principios, estatutos y el carácter vinculante de las decisiones llevadas a la acción.

En una alianza política o electoral con otros partidos debería existir una comunicación suficiente que genere respeto y confianza para la actuación conjunta, teniendo en cuenta que cada partido está integrado por una militancia que aspira llegar al poder desde la individualidad hasta lo colectivo.

Desde la perspectiva de PPT Cabimas hemos vivido la experiencia desde que comenzó el proceso con Chávez, cuando el extinto Polo Patriótico solo fue una alianza electoral que nunca pudo transitar hacia la conformación de una dirección colectiva, aunque hicimos algunos intentos, este esfuerzo fue en vano cuando a Chávez se le ocurrió la creación del PSUV y todo el "llueve y escampe" que esto género.

Algunos partidos optaron por disolverse para incorporar su militancia al nuevo partido y otros resolvimos darle continuidad organizativa a nuestros partidos generando una confrontación pública.

Posteriormente, el propio Comandante hizo su rectificación histórica al convocar al reagrupamiento de extinto Polo Patriótico pero esta vez como Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, muchos de los partidos que se habían disuelto retomaron sus banderas y hasta fueron creados otros partidos como franquicia de algunos grupos de poder.

La idea de Chávez de reagrupar el PP con el GPPSB con la incorporación de los movimientos sociales le dio un sabor de amplitud y hasta la sensación de que había llegado el momento de conformar la tan anhelada dirección colectiva del proceso pero nuevamente fue "congelada" esta alternativa.

Lo anterior ocurrió en el contexto de un proceso de cambios producidos desde la ANC 1999, la Constitución y las Leyes, en el caso particular de los partidos, fueron vulnerados nuestros derechos políticos con la eliminación del financiamiento de las organizaciones políticas y la eliminación de la proporcionalidad de las minorías con el único objetivo de "polarizar" pero esta polarización ya les paso factura al gobierno y la oposición en dos periodos donde ambos bandos fueron minoría.

La Ley de Procesos Electorales debería ser modificada para regular los próximos procesos electorales de conformidad con el mandato del Tribunal Supremo de Justicia a los nuevos Rectores del Consejo Nacional Electoral electos por omisión Legislativa de la Asamblea Nacional, por las razones siguientes:

El tema del financiamiento de las organizaciones políticas permitirá la igualdad de todos los actores políticos y colocar bajo estricta vigilancia la procedencia de fondos para el hecho político para evitar el financiamiento de la política por mafias, empresas públicas y privadas, incluso de gobiernos extranjeros. En nuestro país, ningún partido tiene fuentes propias de financiamiento pero es desproporcionado y dudoso el origen de sus finanzas que en la mayoría de los casos proceden de grupos de poder económico y político, de instancias públicas y privadas y no se descarta que hasta de mafias y gobiernos extranjeros.

La única manera de darle un parao a este círculo vicioso es mediante el financiamiento del Estado del hecho político porque está en juego el ejercicio de nuestros derechos políticos vulnerados por el poder económico muchas veces de origen ilícito de grupos que actúan con inmunidad para la impunidad de asaltar la voluntad de las mayorías y esto vale para todas las corrientes del pensamiento.

El tema de la proporcionalidad de las minorías permitirá conformar una verdadera alianza en igualdad de condiciones y no mediante la imposición.

Por experiencia, en Cabimas nos ha tocado vivir una calamidad con el tema de la alianza porque nunca ha podido superar el nivel de alianza electoral donde también se cometen graves errores: primero porque existe la falsa creencia de que la dirigencia local de los partidos recibimos financiamiento desde las instancias Regional y Nacional y nos toca hacer la política electoral y propaganda en condiciones de mendicidad, la mayoría, en espera de que el PSUV y candidatos aporten los recursos de movilización y logística que para todo el municipio es equivalente a lo que se requiere para un solo centro electoral.

Esto quiere decir que sin recursos para producir propaganda, organizar el padrón electoral y garantizar la movilización y logística hemos asumido todos los procesos electorales en condiciones desproporcionadas que se ven reflejadas en el sistemático retroceso cuantitativo de votos.

Si existiera una alianza racional, todos tendríamos las mismas "armas, municiones y ración de combate" para ir a la guerra porque se supone que si somos aliados nuestra fortaleza y debilidad será lo que al final aportemos en el resultado.

Lo anterior está referido al ámbito electoral pero luego del proceso electoral viene la evaluación del fracaso cuando se pierde, muchas veces buscando un culpable pero cuando se gana no hay evaluación y el que gano fue el estratega del alcalde, gobernador, diputado o el concejal según sea el caso pero todos se olvidan de quienes les ayudaron a ganar.

"todo aquel que ayuda a ganar elecciones es porque aspira ayudar a gobernar".

Marta Harnecker.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

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