Recuperar la confianza…
En medio de la situación que vivimos por la cuarentena social donde una semana es radical y otra semana es flexible, el bloqueo económico ordenado por el imperio norteamericano, los ataques desmedidos de ciertos cuerpos de seguridad hacia sectores del pueblo organizado que reivindican el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez y la ausencia de éste como referente obligado en la conducción y orientación de las luchas populares en pro del Socialismo Bolivariano y el Estado Comunal, constituye un reto nada fácil para quienes apostamos a un verdadero cambio radical y revolucionario.
Recuperar la confianza en el pueblo y de éste en la Revolución Bolivariana significa volver, entre otras cosas, a las leyes del Poder Popular; volver al encuentro con aquellas experiencias organizativas en la educación, la producción, la comunicación y la cultura y que marcaron significativamente una etapa importante del proceso revolucionario en vida del Comandante Chávez. Demostrar y demostrarnos que existen suficientes potencialidades y fuerzas para reinventarnos de forma constante en las cosas en las que hemos creído con fe y con pasión. Para nada hacemos causa común con quienes deambulan sus frustraciones. Allá esas personas cuyo pesimismo poco o nada ayudan en la lucha.
Recuperar la confianza significa encontrarnos en el trabajo constructivo, en espacios y proyectos que fueron abandonados por quienes imaginaron que la vida era línea recta o que el riesgo no asomaría. Muchos han asumido la condición de soldados bisoños y a los primeros disparos cruzaron fronteras. Nunca creyeron en esta Patria y hoy se escudan en argumentos baladíes. La historia nos enseña que ese tipo de conducta siempre ha existido.
Recuperar la confianza significa desenmascarar a quien desde determinadas esfera del gobierno atropella al pueblo, significa desenmascarar a quien está negociando con los alimentos y medicinas del pueblo y lo mismo está haciendo con la gasolina y el saboteo del servicio eléctrico.
Es necesario actuar con malicia. No creer en los discursitos de ciertos y determinados "dirigentes" que comienzan invocando expresiones donde se autocalifican como "chavista cien por ciento", "rodilla en tierra", "rojo rojito", etc. De sobra sabemos cómo han terminado muchos de ellos y ellas.
Cuidarnos unos a otros y ser vigilantes de nuestras acciones constituye una buena garantía para comenzar a recuperar la confianza.