Fotografías GUARDEAM
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El dilema de los guardianes
Cada día, un Guardaparques, Guardabosques o Ranger en algún lugar del mundo se enfrenta a un dilema: aplicar la ley y defender el parque o ser flexible con un infractor que tiene necesidad o capricho y evitar arriesgar la vida.
Algunas veces los Guardaparques no tienen opciones y se deben enfrentar a infractores o delincuentes que cazan, pescan, talan o deforestan ilegalmente o contra grupos de personas que invaden el área protegida y hasta comercializan las parcelas del parque. Muchos de estos infractores están bien armados o son numerosos o se muestran violentos.
Otros conflictos que enfrentan los GP, son las personas que alegan ser "altos funcionarios de gobierno" o personas con poder e influencias y tratan de intimidar al personal del parque. Por lo general integran mafias o redes de tráfico de recursos naturales o son personas adineradas o con ascendencia política, social y económica acostumbradas a burlar la ley.
El mayor dilema, se presenta cuando se trata de personas en condición de extrema necesidad que requieren leña para cocinar, proteína animal para comer o extraer algún producto para comercializar y mantener a sus familias. Si negamos el permiso y detenemos a las personas le podríamos generar un daño físico a las familias completas al no permitir la ingesta de alimentos o satisfacer otro requerimiento. Pero; si la situación es repetitiva y no actuamos a tiempo, nos podrían acabar el parque de pedacito en pedacito; entonces los guardianes de la naturaleza se exponen a recibir sanciones por omisión o negligencia en nuestras actuaciones, incumplimiento del deber o violación del código de ética. Lo peor de todo; es que en los propios involucrados nos criticarán luego o harán comentarios negativos sobre el mal estado del parque, sin reconocer su participación en la misma
El Guardaparques está en medio de todas estas situaciones, constituye la primera línea de defensa de los parques ante cualquier adversidad como delitos ambientales, incendios, invasiones o fenómenos naturales como inundaciones, terremotos, deslaves, crecidas, entre otras.
El Guardaparque es la primera respuesta ante cualquier contingencia, el problema, es que en la mayoría de los casos, la segunda o tercera respuesta que deben dar las instituciones nunca llega. El Gp queda solo, en medio de un vasto territorio y los procedimientos administrativos o actuaciones se desvanecen cuando no intervienen las fuerzas armadas, fiscalías, tribunales o entes gubernamentales. Muchas veces el guarda no cuenta con apoyo institucional o del estado para combatir los delitos que se generan incluso como resultado de las malas políticas públicas como la falta de gas o abastecimiento de agua potable o mal manejo de los conflictos agrarios.
Somos la primera línea de respuesta o defensa y lamentablemente a veces somos la única; situación que está afectando la biodiversidad y los mejores espacios de nuestros sistemas de parques.
Los Guardaparques voluntarios de Fundación GUARDEAM, llevan a cabo programas de educación e investigación ambiental.
El riesgo de vivir en un área protegida
El riesgo es tal, que pueden incluso sufrir en carne propia los desastres de la naturaleza y perder la vida, los bienes o quedar atrapados en medio de un rescate o evento. Ejemplos de esto sería, el desborde de una represa, la ruptura de un dique, la crecida de un río, un terremoto, un tsunami, un volcán que lanza sus cenizas o lava, incluso el ataque de animales. Son los riesgos diarios que tienen los Gp, pues estos deben vivir o pernoctar en los puestos a través de un sistema de guardias que garantiza la protección 365 días al año 24 horas al día. Por cierto son los que coordinarían o ayudarían a las autoridades a un desalojo, siendo los últimos en retirarse del área en cuestión.
Los Gp deben pasar y celebrar en su trabajo días festivos o feriados, día del trabajador, navidad, año nuevo, cumpleaños propios o de sus seres queridos, aniversarios de boda y más. Cuando toda la población se va de vacaciones, en ese momento es cuando más trabajo tiene los Ranger; pero mientras las empresas de turismo aumentan sus ingresos, los GP recibirán el mismo pago, que en algunos países llega a ser muy bajo.
Roles adicionales
A los Guardaparques, además de las múltiples y larga lista de funciones en nuestro trabajo, nos tocan otros roles como ser psicólogos, orientadores, amigos, trabajadores sociales quijotes y sancho-panzas, héroes, villanos o dictadores.
Ninguna de estas labores o roles aparecen incorporadas en el reglamento de ningún Cuerpo de Guardaparques del mundo; pero con seguridad en todas partes y en diversos épocas a los defensores naturales les ha tocado cumplir algunos de estos roles.
Somos psicólogos, orientadores, amigos, trabajadores sociales, cuando nos toca escuchar el drama de algunas familias muy humildes o en estado de necesidad extrema. Algunas veces, los relatos vienen acompañados con lágrimas. Otras veces, debemos acercarnos hasta la casa de los infractores y conocer su triste realidad. Nos toca ver cómo viven las personas hacinadas en condiciones infrahumanas con desnutrición y de nuevo, surge el dilema: no sancionarlos por las faltas o delitos que cometen y permitir que extraigan del parque algún elemento natural.
Luego nos preguntamos: lo estaré ayudando o por el contrario estaremos perpetuando el ciclo de la pobreza. Estaremos colaborando con gobiernos que no responden y que no respondieron porque saben que las personas buscaran soluciones de cualquier modo. Por el otro lado con que corazón impedir que una persona se gane el sustento o tal vez el único bocado de comida del día. Lo peor, es que luego somos acusados de negligentes, incapaces, cobardes o malos funcionarios por no haber aplicado la ley cabalmente o por no haber evitado el hecho.
En todo caso, nuestro trabajo nos permite además descubrir el peor lado de la política y la economía: Ni los principios o teorías económicas, ni las doctrinas políticas actuales, logran resolver los problemas de la gente y mucho menos de las Áreas Naturales Protegidas (ANAPRO).
A veces el Guardaparques es un simple Quijote peleando contra dragones de verdad y que solo cuenta con sus compañeros de puesto que al igual que Sancho Panza le advierten que están solos, que enfrentar una situación puede ser peligroso o que no tienen forma de combatir el delito.
Más de una vez, nos acostamos frustrados de no poder actuar y más de una vez los infractores se burlan en nuestra cara luego de haber cometido el delito o falta y salir ilesos.
Somos quijotes y sancho-panzas, cuando intentamos enderezar entuertos, tal cual como lo hacia el Hidalgo de la mancha, el principal entuerto es contra las fallas en nuestra propias instituciones; deficiencias que no terminan de corregirse o pareciera que no hay voluntad de corregir.
Luego salimos a enfrentar esos "molinos de viento" que se transforman en dragones; cuando enfrentamos a otros poderes e instituciones del estado que quieren burlar la ley con fines personalísimos o proselitistas. Instituciones militares, alcaldías, gobernaciones, ministerios, entes del estado que consideran al parque como una piñata donde buscar lo que necesitan y donde no ven nada de malo en tomarlo del parque, así tengan que mutilar el ecosistema, construir lujosas viviendas o urbanismos, carreteras, grandes obras de infraestructura. Siempre tienen muchas opciones; pero la más barata, la más rápida y la que les deja más ganancia es la de afectar el parque.
En paralelo están los amigos con influencia y para quienes la política es una herramienta para obtener beneficios para sí mismo y no para el pueblo. Incluso sin ser funcionarios de estado, se atreven a dar órdenes y hasta amenazar al personal.
Somos quijotes cuando debemos elevar la bandera de la conservación en nuestro "famélico caballo" en medio de las risas y burlas de gran parte de la sociedad que ve como ilógico salvar un murciélago, una serpiente, escorpión, o especies extrañas e inútiles para el sentido común de la gente.
Somos quijotes, cuando sacrificamos nuestra vida e integridad a cambio de las peores condiciones de trabajo. Cuando "lo arriesgamos todo a cambio de nada"; entendiendo por nada preservar el área y sus ecosistemas estratégicos; nada más que los tesoros mundiales de la biodiversidad.
Somos Sancho Panza cuando en medio de la lucha advertimos que estamos solos y que debemos despertar de la triste realidad de nuestro limitado alcance de enfrentar situaciones, principalmente los delitos, las mafias o los poderes del estado empecinados en "comerse nuestros parques".
Somos héroes, cuando a pesar de todo y de todos cumplimos nuestro deber y practicamos el procedimiento administrativo respectivo, enfrentamos los delitos o detenemos el avance de los infractores, mafias o poderes. A diferencia de los héroes del cine que no existen; pero, todo el mundo los admira: Los guardas si existen, son de carne y huesos, pero casi nadie los reconoce, ni comprende su compleja y vital labor.
Somos villanos o dictadores cuando sencillamente aplicamos o ejecutamos la norma, sin excepciones, cuando las propias comunidades o actividades amenazan con destruir el parque o quitarle al espacio su valor como área protegida, como cuando deforestan un amplio sector para viviendas o cazan las especies que motivaron la declaratoria del parque. Por ejemplo, En Tanzania, las poblaciones de elefantes y rinocerontes aumentaron después de la represión de la caza furtiva según un artículo publicado en el portal www.unenvironment.org/es
Somos villanos, incluso cuando a lo interno de nuestra organización, exigimos a todos los funcionarios el máximo esfuerzo con mínimas condiciones laborales y pedimos sanciones para los que incumplen con o sin intención.
La delgada línea verde
La delgada línea verde es un simbolismo, un sentido figurado en donde se representa la poligonal o línea divisoria del parque con el resto del territorio. Este simbolismo se refleja en la mayoría de los uniformes de cuerpos de Guardaparques del mundo; utilizando una franja verde que decora pantalones, camisas, chaquetas o cubrecabezas. Representa la frontera entre lo permitido y lo prohibido o regulado dentro de un anapro o Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE)
El Guardabosques patrulla la delgada línea verde, esa frontera imaginaria entre el área protegida y las comunidades vecinas o terrenos circundantes. Limita el uso de la tierra. En algunas regiones, observamos pegados a esa línea la existencia de empresas, minería, cultivos, ganaderías y nuestro trabajo es impedir que avancen dentro de la poligonal del parque. No es fácil estar en esa delgada línea, la cual es imaginaria, existe solo en el papel o no existe una frontera real o física, ni siquiera una señal o letrero que materialice el lindero.
En segundo lugar, las personas se niegan a respetar los límites del parque; porque consideran que es su patio trasero, una extensión de su vivienda o comunidad o simplemente no reconocen la autoridad o figura del Guardaparques. Algunos se atreven a cuestionarnos con preguntas como: ¿quiénes son Uds. para prohibirnos? O afirman en tono desafiante: el parque no le pertenece a los Guardaparques.
Pero, aun así el personal debe seguir luchando en esa delgada línea verde. La cual no es reconocida por las comunidades circundantes, algunas de las cuales quieren violar o violan constantemente dicha poligonal.
Para patrullar esa imaginaria divisoria se presentan otras dificultades: varios de los parques son inmensos territorios, como en Suramérica donde algunos parques pueden tener millones de hectáreas (ha) como el parque nacional El Caura con más de 7 millones de ha, siendo el más grande del mundo, el parque nacional Canaima con 3 millones de ha y el Parima-Tapirapeco con 3.8 millones de ha en Estos recorridos requieren gran esfuerzo físico, conocimiento, pericia; algunas veces, el uso de vehículos rústicos, lanchas o embarcaciones diversas y hasta helicópteros o avionetas.
Si alguien se extravía en los linderos de "nuestro parque", la búsqueda, rescate y salvamento requiere de una gran preparación técnica y condiciones físicas y psicológicas para realizar recorridos por zonas escarpadas, o con nieve, bajo la lluvia o el inclemente sol, durante varios días y noches, en una carrera contrarreloj para conseguirlos con vida o en buenas condiciones.
A lo largo de esa delgada línea verde o al interior de la ABRAE se pueden conseguir múltiples delitos, situaciones y hasta poblados enteros viviendo dentro de ellas. La gran pregunta: ¿Cómo evitar que se comentan delitos o afectaciones? ¿cómo evitar que se destruya el patrimonio natural o sociocultural de la humanidad? o ¿que se extingan las últimas especies o se le quite la calidad ecológica aun sector del parque?
En eso se basa nuestra labor todo el año. PROTEGER LOS ESPACIOS MÁS IMPORTANTES DEL PLANETA TIERRA
Los voluntarios han alertado a las autoridades sobre la caza y tráfico de especies en peligro de extinción. Siendo vital la integración de Guardaparques funcionarios y voluntarios.
Día mundial de los Guardaparques
Conociendo las labores, roles, riesgos, peligros, condiciones de trabajo, Ud. estará de acuerdo, en que los Rangers tengan su propio día para reconocer su labor. Además, en cada país existe un día para rendir un homenaje a estos héroes por naturaleza.
En el 2007, se creó el Día Mundial del Guardaparque, para conmemorar el 15° aniversario de la fundación de la Federación Internacional de Guardabosques (IRF). Esta organización se creó en el Parque Nacional Peak en el Reino Unido, actualmente está integrada por 65 asociaciones de guardaparques de entidades nacionales, estatales y territoriales, así como varios guardaparques de todo el mundo, que tienen un estado de membresía provisional mientras intentan establecer asociaciones de guardaparques en sus países, según información del portal www.internationalrangers.org
En algunos países es recién cuando se viene a recordar dicho día. Ranger es el término internacional que agrupa Guardaparques, Guardabosques, Guardafaunas, Agentes Forestales, Agente Ambientales, Oficiales de Conservación, Guardarecursos o guardas, tanto funcionarios como voluntarios.
Según el portal www.unenvironment.org/es "Este día busca rendir homenaje a los Rangers asesinados o heridos en el cumplimiento del deber y para celebrar el trabajo que los Rangers hacen para proteger los tesoros naturales y el patrimonio cultural del planeta".
Al respecto Johannes Refisch, coordinador de ONU Medio Ambiente en la Alianza para la Supervivencia de los Grandes Simios dice lo siguiente: "No debemos olvidar el importante trabajo de los guardaparques en los ‘parques de conflicto’ en la República Democrática del Congo: Garama, Virunga, Maiko y Kahuzi-Biega", dice "Solo en Virunga han muerto 200 guardabosques en 20 años". Esto se traduce en 10 guardas por año.
¡Feliz y merecido homenaje a todos los Ranger, Guardaparques del mundo! Sigamos dando la batalla en la delgada línea verde, no importa que seamos los "Quijotes" del siglo XXI. Tenemos el honor y el privilegio de proteger los territorios más importantes del planeta.