La vaca de Vignole y la vaca de Phillips, que no la vaca de Rosa María. Aquellas vacas, una de la estética, la de Omar Vignole, y, la otra del entendimiento, la de Ryan Phillips. En tanto la vaca de Rosa María, es la vaca de la agreste ecológica aldeana, o sea, una vaca burrera religiosa, que atendía, mas y más, aun y aún, solo y sólo, al llamado de Agua’emái. Tres vacas distintas, y, como decíanos Kosko que las palabras nombran muchas cosas, asina asín así, una palabra nombra muchas cosas. La palabra pública vaca, nombra a todos los términos que sentimos iguales los mismos, en tanto que el objeto, el conjunto de cosas que contiene son diferentes, esto es, lo que aprende y aprehende la mente. Siguiendo a Kosko, las palabras son públicas, en tanto que los conjuntos, los objetos, son privados, éstos anídanse en el pensamiento, arrincónanse en el magín, y, con Augusto Monterroso, el rincón de la palabra mi salvación labra. Todo viene dado de la definición de una definición, que es la explicación del significado de un término, llevada, la definición, por los objetos a los cuales se aplica el término. Y, que la definición es expresión explícita, en tanto que el concepto que deviene de la definición es expresión implícita. Y, en la definición, acataba Pascal, para el desarrollo de una demostración, que es la filosofía misma, decía Blas Pascal, sustitúyanse los entes definidos por sus definiciones, y, esto lo decía apoyado en Sócrates, en el cuadrángulo rectángulo mayéutico socrático, de la pregunta y la de respuesta, del teorema directo y del teorema indirecto, en la diagonal contrarrecíproca socrática, y, en la hipotenusa del triángulo rectángulo de la optimalidad ortogonal pitagórica, en que han de estar todas las tangibles soluciones posibles, todas las mejores respuestas resultantes. Tanto Blas Pascal como Bertrand Russell, apoyaronse y abrevaron en Sócrates. En que una contradicción, lo implica todo, y, a partir de ella se puede demostrar todo lo que se quiera, por reducción ad absurdum lógica matemática, en que estaría equivocado el presidente del OMS, en que expresara que no hay solución para el coronavirus, y, desde aquí, le respondemos, que la solución está en las contradicciones, y, que son la raíz de todo movimiento y de toda manifestación vital, a según la Primera Ley de la Dialéctica, Hegel-Marx, endenantes y endespués, hay que seguir buscando en las paradojas, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, y, en que el problema salarial de Venezuela tiene solución, en las contradicciones, doctor Jesús Faría, y como buen revolucionario usted lo sabe, mas y más, que este cura raro ignaro cleuasmo asno, y, como dicen los tudescos teutones alemanes endenantes, antes de la segunda guerra mundial, y, desde siempre, considera y endespués aventúrate, y, que el nacismo sácale punta y puta la matanza judía, en que endespués, el judío jodío, sácale punta y puta al atropello palestino. Y, no en vano el tudesco Albert Einstein, llamaba a la Física, aventura del pensamiento, mas y más, previa consideración de los mágicos hechos de la modernidad ilustrada originaria en el magín del físico cuántico relativista, y, lo demás eran opinados juicios conclusivos, contenidos que contiene el continente de la aventura.
Con divagancia y sin divagancia, la vaca de Vignole, era poética, la vaca de Phillips, era una vaca de la ciencia veterinaria y de la conducta animal, mientras la vaca de Rosa María era de la religiosidad, pues, cuando hay santos nuevos, los santos viejos siguen haciendo milagros, como dijera el prudente filósofo cojedeño, Roque Roco Pollo Ronco, el de matar dos piedras con un solo y sólo pájaro, porque la vaca Agua’emái, no atendía a los llamados de Rosa María de la Argentina y devuelta a la calle Alegría.
Con vaguedades y sin vaguedades, por lo de las vacas, en que cada vaca eran nombres de la misma lengua, mas y más, del habla distinto, con un sentir distintos y con una intelectualidad distinta, aun y aún, la misma palabra, que acarreaba responsabilidades y respuestas distintas morales. Y, finalmente el conocimiento, habla del conjunto de afirmaciones con grados variables evidentes richardfeynmaianos. El entendimiento estético ético espiritual en que por la calle de en medio, el medio aristotélico del exceso y del defecto, aquí, en que cabe la filosofía, el equilibrio entre la ciencia y la ética estética espiritual. Las vacas filosóficas conscientes. La filosofía irónica quijotesca cervantina de la vaca de la boda, Quijote (II, 69), tanto como el canto de Iván Pérez Rosy y Serenata Guayanesa, La Pulga y el Piojo, y la invitación de la Pulga y el Piojo, al gran festín zoofito, en que el hazme reír, estaba en la vaca de la boda. La vaca de Rosa María, Agua’emái, en tanto que el regreso de Rosa María de Argentina, después de algunos años en las tierras de Martín Fierro, de la literatura gauchesca argentina, llegara Rosa María, a llamar a su vaca amarilla hermosa, en tono distinto a como cuando se fuera, y, la llamaba, Agua de Maíz, y la vaca no le paraba a la vieja que regresara hecha gaucha reencauchá, a lo que al prudente filósofo cojedeño llamárale la atención, de los santos viejos y los santos nuevos.
Con digresión y sin digresión, lo de Omar Vignole, puede encontrarlo en el libro de Pablo Neruda en Confieso que he vivido, en que háblanos del filósofo de la vaca, Omar Vignole: "En Buenos Aires conocí un escritor argentino, muy excéntrico, que se llamaba Omar Vignole. No sé si vive aún. Era un hombre grandote, con un grueso bastón en la mano. Una vez, en un restaurant del centro donde me había invitado a comer, ya junto a la mesa se dirigió a mí con un demás oferente y me dijo en voz estentórea que se escuchó en toda la sala repleta de parroquianos: "¡Sentate, Omar Vignole!". Me senté con cierta incomodidad y le pregunté de inmediato: "Por qué me llamas Omar Vignole, a sabiendas de que tú eres Omar Vignole y yo soy Pablo Neruda?". "Sí", me respondió, "pero en este restaurant hay muchos que sólo me conocen de nombre y, como varios de ellos me quieren dar una paliza, yo prefiero que te la den a ti". Este Vignole había sido agrónomo en una provincia argentina y de allá se trajo una vaca con la cual trabó una amistad entrañable. Paseaba por todo Buenos Aires con su vaca, tirándola de una cuerda. Por entonces publicó algunos libros que siempre tenían títulos alusivos: Lo que piensa la vaca, Mi vaca y yo, etc., etc. Cuando se reunió por primera vez en Buenos Aires el congreso del Pen Club mundial, los escritores presididos por Victoria Ocampo temblaban ante la idea de que llegara al congreso Vignole con su vaca. Explicaron a las autoridades el peligro que les amenazaba y la policía acordonó las calles alrededor del Plaza Hotel para impedir que arribara al lujoso recinto donde se celebraba el congreso mi excéntrico amigo con su rumiante. Todo fue inútil. Cuando la fiesta estaba en su apogeo, y los escritores examinaban las relaciones entre el mundo clásico de los griegos y el sentido moderno de la historia, el gran Vignole irrumpió en el salón de conferencias con su inseparable vaca, la que para complemento comenzó a mugir como si quisiera tomar parte del debate. La había traído al centro de la ciudad dentro de un enorme furgón cerrado que burló la vigilancia policial. De este mismo Vignole contaré que una vez desafió a un luchador de catch-as-can. Aceptado el desafío por el profesional, llegó la noche del encuentro en un Luna Park repleto. Mi amigo apareció puntualmente con su vaca, la amarró a una esquina del cuadrilátero, se despojó de su elegantísima bata y se enfrentó a "El Estrangulador de Calcuta". Pero aquí no servía de nada la vaca, ni el suntuoso atavío del poeta luchador. "El Estrangulador de Calcuta" se arrojó sobre Vignole en un dos por tres lo dejó convertido en un nudo indefenso, y le colocó además, como signo de humillación, un pie sobre su garganta de toro literario, entre la tremenda rechifla de un público feroz que exigía la continuación del combate. Pocos meses después publicó un nuevo libro: Conversaciones con la vaca. Nunca olvidaré la originalísima dedicatoria impresa en la primera página de la obra. Así decía, si mal no recuerdo: "dedico este libro filosófico a los cuarenta mil hijos de puta que silbaban y pedían mi muerte en el Luna Park la noche del 24 de febrero.""
Con divagaciones y sin divagaciones, la vaca de Omar Vignole, la nombramos como una vaca poética, puesto que, cuando se reunió por primera vez en Buenos Aires el congreso del Pen Club mundial, los escritores presididos por Victoria Ocampo temblaban ante la idea de que llegara al congreso Vignole con su vaca. El gran Vignole irrumpió en el salón de conferencias con su inseparable vaca, la que para complemento comenzó a mugir como si quisiera tomar parte del debate. La había traído al centro de la ciudad dentro de un enorme furgón cerrado que burló la vigilancia policial. La vaca filosófica poética toco su fin.
Con circunloquios y sin circunloquios, en la misma retícula textura bobina, lo de Ryan Phillips, puede encontrarlo en la página web de La Iguana TV, 02 de agosto de 2020, https://www.laiguana.tv/articulos/775631-vaca-ventana-dueno-abrazo-matutino/ : "Una vaca acude a la ventana de su dueño cada día y muge para recibir su abrazo matutino. Jenna, una vaca lechera que vive en una granja santuario sin fines de lucro en el estado de Virginia (EEUU), no puede comenzar su mañana sin que su dueño, Ryan Phillips, le dé un abrazo de buenos días, por lo que todos los días hace ruido desde la ventana de la cocina hasta recibirlo, reporta Fox. En el video compartido en la cuenta de Facebook de la granja, llamada «Vida con cerdos», se observa la rutina matutina de la vaca: aproximarse a la ventana de la cocina y mugir hasta que Phillips la abrace y la acaricie. «Jenna realmente ama a su padre. A veces se impacienta por que salga, así que le llama desde la ventana», se puede leer en los comentarios que acompañan la publicación. Debido a que nació como melliza, Jenna padece del síndrome de Freemartin, una anomalía genética que produce infertilidad, por lo que iba a ser sacrificada. Sin embargo, a los tres días de nacida fue rescatada por Phillips y su esposa Mallory Sherman en el año 2018. «Jenna me trata como si fuera su mejor amigo y me vio como si fuera su madre cuando era pequeña porque le traía y le daba biberones. Me golpeaba en la barriga para intentar que saliera más leche», comentó Phillips. «Continuamos teniendo un vínculo que resulta en que ella muge por mí y necesita abrazos matutinos, así como mucho tiempo juntos durante el día, y abrazos de buenas noches y rasguños también. Somos realmente los mejores amigos», agregó el granjero."
Con digresión y sin digresión, la reticular red de relaciones, de la sintagmática y la paradigmática, del encadenamiento lineal y del encadenamiento mental, en que las palabras de cosas son públicas y los conjuntos de cosas son privados, o sea, la lengua y el habla, casos límite contradictorios caliginosos, y, como dijera el Quijote, en su regreso de la tercera y última aventura de caballería, tercera salida en que encontrara la derrota definitiva definitoria, y, Sancho dijera, que venía derrotado de los brazos ajenos, mas y más, vencedor de sí mismo. Y, el mismísimo quijote endespués, dijera que, yo tengo prudencia ya, libre y clara, no tengo sombras caliginosas, ignaras. Y, la sociedad, su sobrina, el bachiller y el cura, que no Sancho, que lloroso sentía a su hidalgo caballero, la sociedad habíase volteado, y, era la sociedad la que estaba loca, porque pedíale al Quijote que regresara a sus andanzas, tanto como el Libertador en Santa Marta, el del abultado callo libertario inocultable en paradójicas pareadas paralelas nalgas, que diera lugar a la doctrina bolivariana revolucionaria y a la doctrina monroeiana conservadora, entre borrén delantero y borrén trasero de los aspectos límbico antagónicos absurdos aburridos, en que la vaca de Vignole y la vaca de Phillips, diéranos este toque de locura.
Si la vaca de Vignole y la vaca de Phillips son casos límite contradicctorios caliginosos, uno refiérese a la estética y el otro a la ciencia. Entonces sea dicho que la filosofía es el medio del exceso y del defecto aristotélico. Ergo vergo sea dicho que la paz y la guerra, en que en el medio ha de estar el vencedor de sí mismo, ha de estar la conciencia, ha de estar mi propio yo, ha de estar mi yo interior. Ergo vergo sea dicho que la vaca de Vignole y la vaca de Phillips, dieron lugar a esta locura, con divagancia y sin divagancia. Ergo vergo sea dicho que entre vacas te vea vencedor de sí mismo.
Otrosí: La voz de Diosdado, el día 03/08/2020, en conjunción con el Presidente Maduro, la sentí tanto como la voz de Chávez, aquel fatídico 8-D, a mas y más de la prueba del Covid-19, no está demás la prueba tomográfica3-D. Un grito a tiempo, vale mucho CAMARADA.