El gobierno del madurismo está llegando a su final, agoniza atrapado en su estulticia, quien lo niegue está ciego de toda realidad. Los más precavidos, los más despiertos, preparan sus propuestas de gobierno de transición. Veamos.
En el escenario, de manera solapada o evidente, caminan las opciones de gobierno de transición, los incautos que no se percatan que la política es la lucha por el poder, amanecerán un día y se darán cuenta que se quedaron sin opción, tendrán que plegarse a los que trabajaron en época de crisis preparándose para el desenlace, los que a la hora de los hornos tienen una posibilidad sobre la mesa.
Los gringos ya se anotaron con una propuesta de gobierno de transición, y parece que los rusos y chinos respetarán esa voluntad. El núcleo duro de la oposición los acompaña, guaidó es sólo lo visible de esa opción. El futuro con esta pretensión será el de una colonia, la pérdida de autoestima del venezolano, la hipoteca del espíritu nacional. Ya la socialdemocracia perdió sus empujes nacionalistas, ejercen el oficio de cónsules del imperio sin ningún complejo, son la evolución natural de siglos de dependencia y de ética capitalista.
La opción del madurismo es muy importante, no se puede dejar de considerar, arrinconados son más peligrosos, sabemos que el desespero es mal consejero, se baten entre su incapacidad para gobernar, la inmensa crisis en que sumergieron al país y su falta de espacio fuera del gobierno; en cualquier momento se desprenden de la rémora que es maduro y transan una negociación con poco gasto. Son los estertores de la agonía, han demostrado que no tienen capacidad para gobernar, no tienen futuro, son una opción negada aunque puede hacer mucho daño.
El polo patriótico plantó tienda aparte, lo que indica lo mal que está el madurismo, los acompañan los factores sin aliento para otra cosa que acomodarse en la lucha política permitida. No están con maduro, pero tampoco están en contra, navegan en aguas indecisas, no constituyen una verdadera opción, se plegarán a cualquier triunfante.
Hasta aquí el futuro es sombrío, las opciones son colonia y extinción, las vías son golpes o elecciones, las metas son: guaidó y sus afines, o el abismo de la continuidad de maduro. Hasta aquí la más alta meta de estas opciones es volver a la cuarta.
El país está entrampado por la ausencia de la luz que comenzó a parirse el 4 de febrero, por la ausencia del Chavismo de Chávez, el que devolvió la autoestima a los venezolanos, el amor a la Patria y a la humanidad. Ese ciclo traicionado por el madurismo no puede concluir aquí, los chavistas deben reaccionar.
Es necesario recomponer al chavismo, limpiar el Socialismo de las manchas del madurismo, volver a Chávez, la transición debe ser volver a Chávez. La tarea es difícil, el desmontaje del Chavismo, del socialismo es lo único que el madurismo ha hecho con éxito, arrasó con el círculo más cercano al comandante, unos los mando a embajadas, otros los llevó al paredón del linchamiento moral, los expulsó al exilio, a otros los condenó al silencio. La campaña ha sido feroz. Los engañados creen que estando con maduro están con Chávez, que estando con maduro son antiimperialistas, están narcotizados y cuando despierten del engaño será muy tarde. La tarea es difícil pero de ella depende dar al país una esperanza, una opción, sentido a la vida. Lo contrario es la nada…