Definitivamente no vinimos a este mundo a caer en gracia, pero si a recibir la gracia de Dios. Leyendo la actitud primaria de Jesús con Natanael, quien con sus opiniones, desafiaba, confrontaba y generaba debate pero estuvo entre los apóstoles y luego de leer la parábola de David y Betsabet, en el que este, pudiendo tener a todas las mujeres que quisiera, se empeñó en la menos indicada, como dejándose llevar por un espíritu malo. Viendo los resultados de ambas parábolas, podemos deducir que uno de los elementos fundamentales para avanzar en política, más allá de la unidad, es la lealtad.
La lealtad es una virtud que se desenvuelve en nuestra conciencia, en el compromiso de defender y de ser fieles a lo que creemos y en quien creemos. Consiste en la obediencia de las normas de fidelidad, honor, gratitud y respeto y eso nos es fácil de digerir en muchos, lamentablemente. Estos tiempos se han tornados difíciles para la revolución, sin embargo, nuestra lealtad a la memoria de Hugo Chávez, nos hace avanzar por encima de las adversidades.
Andan por ahí espíritus malos tratando de soslayar nuestra lealtad chavista y por consiguiente, nuestra unidad política, no es de extrañar que algunos dueños de latifundios partidistas como el caso de Borges con PJ, Ramos Allup con AD y Leopoldo López con VP sigan conspirando para esta vez, dividir la unidad revolucionaria que siempre nos ha dado los triunfos necesarios para profundizar el proyecto del comandante. No es nuestra culpa que se les hiciera un exorcismo a sus partidos y sacaran esos espíritus que tanto daño hacen a la política partidista venezolana y de ahí su molestia.
No podemos negar, que tenemos problemas, ya lo hemos dicho, muchos inducidos y otros propios de toda sociedad, sin embargo, es innegable que la militancia revolucionaria, siempre ha estado ahí, que somos las y los mismos de siempre, con historias en común, con hermandad cosechada como dice el psuv, que seguramente hemos cometido errores? Seguro estoy que sí, pero como quiera que sea, estamos del lado correcto de la historia. Estamos condenados a corregir para seguir avanzando y quitarnos esos malos espíritus que acechan.
Una de las consignas que ha tomado fuerza los últimos meses, es "leales siempre, traidores nunca" consigna que ya nos decía, que debíamos estar preparados para una coyuntura en la que posiblemente, esos espíritus malos buscarían romper nuestro lazo amoroso con el comandante y con la valentía del compañero presidente Maduro. Esos espíritus no están jugando carrito y ahí, debe prevalecer nuestra lealtad y en consecuencia, mantener la unidad monolítica para vencer.
Debemos producir, planificar y gerenciar la revolución, hacer actos de contrición, reconocernos, apartar la improvisación, aunque a veces es necesario meterle al loco y hasta eso, amerita astucia, es la tarea que nos toca y sobre ello, la lealtad para mantener la unidad de todas las chavistas y todos los chavistas. Sale pa´lla espíritu malo.
A LO INERTNO: Sape Gato.